Un atestado auditorio con amigos, militantes, burócratas, sectores partidistas, líderes de todos lados, priistas y simpatizantes de los partidos que conformarán la alianza de quien es el candidato oficial del PRI a la gubernatura Héctor Yunes Landa. Sin duda es el viejo PRI.
Pero un ex gobernador, ideólogos, y críticos incluso detractores del sistema que gobierna en Veracruz y el país, ya ni se diga del Revolucionario Institucional, fueron el equilibrio, y conformaron ese músculo del que dio de que hablar.
Lo cierto es que para acumular tanta gente que quiso estar cerca del candidato ya no es tan fácil convencerlos con un frutsi y una torta. Por ello, ese era el debate que desde ayer mantenía con los pelos de punta a los analistas y politólogos.
El desencanto con el PRI es sin duda evidente. El hartazgo hacia los políticos por parte de la ciudadania va en aumento. Pero con la figura de Héctor Yunes y el deseo de mantener ese discurso anticorrupción parece estar contrarrestando. Sin duda que imagen sana fue parte de lo que hizo por ejemplo, que Miguel Alemán Velasco llegara al poder como el último de los gobernadores con una fuerte solvencia de votos, porque a partir de entonces inició la reñida competencia con el PAN.
Seguramente que PAN y PRD, así como el adversario a vencer por el abanderado priista y de alianza, se comen las uñas y tendrán que ajustar su campaña. El primo incómodo, del partido azul, tendrá que replantear su estrategia una vez que vio la convocatoria de este domingo.
Alemán Velasco encabezó el arropamiento del rebelde candidato del PRI, que no ha hecho más que puntualizar lo que la gente quiere en toda administración pública que maneja sus recursos. Acabar con la corrupción, transparencia y probidad en ella.
A ellos se sumaron tres de sus ex jefes políticos. Manlio Fabio Beltrones, Emilio Gamboa Patrón y el ex Gobernador, Miguel Alemán Velasco. Los que sí hicieron presentes a la vieja usanza los líderes de sector, por la CTM, Carlos Aceves del Olmo; y CNC, Humberto Cota Jiménez. No faltaron actores sociales de la talla de Ricardo Ahued Bardahuil, Sonia Sánchez de Chirinos y la diputada local, Mónica Robles Barajas.
Gobernadores se hicieron presentes. El de Colima, Ignacio Peralta Sánchez; y de Chiapas, Manuel Velasco Coello, éste último, muy cercano al senador con licencia.
Y el respaldo de quienes también luchan en sus respectivos estados por asumir la gubernatura, los candidatos a las gubernaturas de Hidalgo, Omar Fayad Meneses y, Baltazar Manuel Hinojosa Ochoa, quien contenderá por Tamaulipas. Estado que por cierto enfrenta situación similar a Veracruz, en las últimas horas se registraron al menos diez muertes por enfrentamientos y bloqueos en Reynosa.
Sin duda que fue arropado por la clase política veracruzana, obviamente, puede Yunes Landa estar tranquilo, pues no se notaron ausencias. Los senadores Erika Ayala Ríos y José Francisco Yunes Zorrilla
Obviamente, no podía faltar el líder del Congreso estatal, Juan Nicolás Callejas Arroyo; el coordinador de los diputados federales, Erik Lagos Hernández. De los petroleros, Carlos Romero Deschamps; y los cañeros de la CNC, Daniel Pérez Valdés. Es notorio, y favorable para el candidato del partido tricolor que algunos liderazgo nacionales sean conservados por veracruzanos, como el de los ferrocarrileros, Víctor Flores Morales, si bien tachado por corrupción, pero aún con fuerza política.
Otros dirigentes que le dieron su espaldarazo, al de Soledad de Doblado, fueron también los líderes nacionales, de los azucareros, otro veracruzano, Adrián Sánchez Vargas; el dirigente de los trabajadores de la industria embotelladora, el senador, Armando Chávez. Engrosaron la lista de invitados, el Oficial Mayor de la secretaría de Gobernación, Jorge Francisco Mrquez Montes; asimismo el recién nombrado director general del Infonavit, David Penchyna Grub.
LA FAMILIA
Llama la atención el discurso de Yunes Landa enfocado a las familias veracruzanas, y parece que pretende dar la imagen de un compromiso real, cuando aparecen a escena sus hijas, Liz y Andrea; su hijo Héctor, y su esposa, Verónica de la Medina.
Y se perfiló bajo tres vertientes:
Primero, “no habrá regiones olvidadas”, dijo al comprometerse a generar 91 mil nuevos empleos cada año.
Y segundo “ir por la paz en los hogares de las familias veracruzanas”. Buscar la paz, porque “nunca mas vamos a vivir la vergüenza de que nuestros jóvenes sufran la impotencia y la injustica de ser víctimas de aquellos de deben protegerlos. Tenemos que sacar las manzanas podridas, a los criminales les digo, se les acabó su carnaval, volverán al día las calles, cerraré la fosa del sufrimiento. Los únicos que desaparecerán de la vida pública serán los que lastimaron a Veracruz”.
Como tercer punto, se pretende abatir la pobreza porque es una vergüenza que deshonra, además salud y educación.
“No habrá perdón y no habrá olvido. Nunca fui, soy ni seré cómplice de nadie. La justicia llegará con absoluta firmeza e implacable, la corrupción, amigas y amigos, la corrupción será castigada”.
Es esta parte, la que ha caracterizado el discurso crítico pero real del abanderado. Y es donde se presume debe estar apoyada la mayor parte de su estrategia en buscar que la gente le aporte credibilidad.
Más tarde por cierto, el gobernador Javier Duarte, presente en el evento, tuitearía que está de acuerdo “con Héctor” en no dejar llegar al poder a políticos corruptos.
Y es que Duarte asistió este domingo en su carácter de primer priísta a la Convención Estatal de Delegados del PRI.
Se destaca que en presencia del presidente nacional del partido tricolor, Manlio Fabio Beltrones, Héctor Yunes haya puntualizado: “Nuestro adversario no está dentro del PRI; está fuera de él. Está contra él”.
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