Por Silverio Quevedo
Columna: En la mira
Pobreza, Aievac y Sedesol
2016-03-10 | 09:17:38
Algunos secretarios usan de más la retórica, algunos son demagogos por tanto, pero pocos saben aterrizar el discurso con la realidad social. Llama la atención, que uno de los que sabe desplegar bien este último recurso es el secretario de Desarrollo Social, José Antonio Meade. El representante del gobierno federal estuvo este martes en Orizaba, donde habla abiertamente y, de frente sobre y contra la pobreza, sin maquillajes ni promesas.
Y es que esta columna vertebral de la que se nutre el desarrollo social en cualquier ámbito geográfico es el reflejo fiel de los aciertos o errores de un gobierno, por ello no hay excusa para ocultar la verdadera problemática que esto significa.
Meade por la mañana, abriría su discurso frente a una importante convocatoria en la Pluviosilla, en donde no solo hizo un manejo excelso de las técnicas consabidas como parte de la oratoria, sino en la hábil forma de enaltecer la convocatoria de un importante sector representado en el acto de la firma de un acuerdo entre Secretaría de Desarrollo Social y la Asociación de Industriales de Veracruz, Aievac.
Primero pidió a las las familias Prospera de Orizaba que confirmaran esos díceres de que en esa ciudad cuando llegaban las familias Prospera sonreían, pero no solo les pidió sonreir sino aplaudir.
Luego, hizo mención precisamente a la Aievac, a quienes a manera de reclamo sutil y amable, les enumeró las ocasiones en que vino a Veracruz, en sus distintos cargos en Energía, Hacienda, Relaciones Exteriores, pero no convocado por ellos, y que fue cuando “llegué a ser secretario de Desarrollo Social que me invitaron, y eso habla muy bien de la Asociación de Industriales del Estado de Veracruz, cuando me invitaron no para hablar de energía, me invitaron no para hablar de impuestos (inaudible), me invitaron no para hablar de proyectos exteriores, me invitaron para hablar de desarrollo social”.

Obvio que
si los industriales, encabezados por el destacado Ejecutivo de Tamsa y hombre de negocios, Gerardo Cárdenas Hernández, el reconocimiento de Meade Kuribreña fue más que estimulante, sin duda, para quienes se dieron a la noble tarea de apuntalar las acciones
contra la pobreza en la entidad veracruzana.
El convenio dijo Meade, “nos va a permitir trabajar, de la mano de los industriales, en muchos temas que son relevantes para todos los que aquí estamos, es un convenio que nos va a permitir trabajar juntos para que todas las niñas y los niños en Veracruz vayan a la escuela, y en eso nos van a ayudar los industriales con sus trabajadores. A que todos los adultos en Veracruz terminen primaria y secundaria”.
Y vino un acto más de menos solemnidad y más de hechos, cuando aprovechó la oportunidad para expresar que “Ya aquí Rosaura se nos adelantó, que ya terminó también la preparatoria. Vamos a felicitarla”.
Veracruz
es una de las doce entidades donde habrá elecciones para renovar gubernaturas, y es una de las entidades igual que el resto, con el mayor número de habitantes en pobreza. Eso lo sabe Meade y lo saben quienes se suman a esta labor, la participacion de los industriales
le da mayor seriedad y transparencia a las acciones con recursos públicos del gobierno federal.
Se habló de invertir más de 26 millones de pesos del Fondo de Aportación para Infraestructura Social, con temas que impacten en la vivienda y en servicios.
Y por ello sin duda el tema electoral no queda de lado. Fue ayer mismo que se presentaron algunos otros acuerdos de blindaje para que la pobreza no sea rehén de los discursos políticos y de partidos.

MUY EN CORTO

ANILU MAS QUE COMPROMETIDA. Si algo quedó claro, además, en la gira del secretario del gabinete federal, es que hizo de la delegada de Sedesol en Veracruz un compromiso férreo como funcionaria.
Para nadie pasó desapercibido la mención especial que tuvo dentro de la disertación de su jefe. “Yo quiero aprovechar este espacio para reconocerle y agradecerle a Anilú Ingram que haya aceptado la invitación del presidente de ser nuestra delegada de Sedesol”. Y el compromiso: “Véanla bien porque va estar recorriendo el estado y trabajando de la mano de ustedes”.
Y la llamó a combatir con todo a la pobreza, a trabajar todos los días por las familias de Sedesol, y dar mejores esperanza de vida a las familias.
Ya en el sentido estricto de lo que mucho se ha cuestionado a la dependencia, hay dos vertientes que separar.
Por un lado, una priista, de hueso colorado, como lo es Anilú, pone las manos sobre la mesa, y no tendrá ni ella, ni su equipo, menos el partido del que emana, condición alguna para pretender virar el timón del Desarrollo Social hacia tal o cual candidato, partido o en favor proselitista determinado, en el hipotético caso que así fuera. Obviamente, entra en la lupa, pues ahora es gobierno.
Por otro, los panistas, el clan Yunes, quienes llevaron a las altas instancias, los presuntos usos electores de los programas en el pasado, cuando la delegación federal con Ranulfo Márquez fue cuestionada y expuesta hasta en el Senado por Fernando Yunes Márquez, no tendrán pretexto alguno para decir o señalar que hubo mano negra en la dependencia.
Es decir, se inhabilita del todo, un escenario con el que los adversarios al partido en el gobierno, en este caso, el del Estado y el federal, puedan jugar y acusar trampa.

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