Por Maquiavelo
Columna: Se dice que
Alberto Silva es el bueno
2016-01-05 | 21:38:33
De acuerdo a las últimas versiones sobre el candidato priista a la minigubernatura, de todos los aspirantes se redujo a dos personas al senador Héctor Yunes Landa y al diputado federal Alberto Silva, líder estatal del PRI.

Dentro de este dúo de políticos veracruzanos surge la interrogante, quién de ellos es él que más les conviene que sea el abanderado del partido tricolor, tanto para el gobernador Javier Duarte de Ochoa como para su aborrecible rival panista, el diputado Miguel Ángel Yunes Linares. Para estos dos protagonistas centrales de esta contienda electoral, ambos coinciden en Alberto Silva Ramos.

Para Javier Duarte lo más recomendable es que sea el exalcalde de Tuxpan, ya que existe un fuerte compromiso de amistad y solidaridad en su proyecto gubernamental, además de la seguridad que le cuidaría que se no se filtrara ninguna anomalía tanto financiera como de ningún tipo de alguna irregularidad de su cuestionada administración. Con Alberto Silva estaría dispuesto a gastar cualquier suma de dinero y todas las artimañas electorales con tal de que ganara.

El miedo es el sentimiento más fuerte que el amor.

Para Javier Duarte sería un apoyo diferente con Héctor Yunes Landa, ya que solo existe el endeble compromiso partidista, sin descartar que podría correr el riesgo de que escarbara hacia atrás y exhibiera las irregularidades de su gestión. Sería parte de su redituable propaganda política. Sabe Héctor que no fue, ni será, el candidato de Duarte de Ochoa y sus grupos, por lo tanto si llega, lo que todo mundo espera es que ocurra el radical cambio.

La permuta del poder exige la diferencia.

Estas elecciones del próximo verano es un circo de emancipación donde los ciudadanos veracruzanos quieren ver sangre.

Para Miguel Ángel Yunes Linares el más adecuado es Silva Ramos para su dura e incisiva campaña electoral estaría enfocada hacia el tuxpeño, ya que es el personaje político que refleja y se identifica plenamente con la cuestionada administración de su odiado enemigo político, el gobernador Duarte de Ochoa. Tendría elementos de sobra para desprestigiar y golpear a los gobiernos priistas. Situación diferente con su primo Héctor Yunes Landa, ajeno y opuesto a las actividades gubernamentales de Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte. Además al cercano parentesco familiar y la entrañable amistad que los une. Para Yunes Linares sería más lucrativo electoralmente el líder estatal del tricolor porque contaría con el apoyo de los senadores priistas José y Héctor Yunes con sus respectivos seguidores para derrotar al tuxpeño.

El espíritu de partido mancha todo aquello que cae bajo su poder e influencia. La política no tiene ninguna lógica, es una actividad donde dominan solo y exclusivamente los intereses particulares.

En conclusión, tanto para el PRI como para el PAN, el legislador federal Alberto Silva Ramos es el bueno.

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