Coincidimos el pasado viernes con el columnista Carlos de Jesús Rodríguez que el gobernador Javier Duarte de Ochoa se la va a jugar en contra de toda lógica política y sin importarle que se molesten autoridades federales o que afecte fuertes y arraigados intereses del priísmo local.

Él va de salida y esta consciente que la historia será implacable con su administración y ante esa circunstancia no va a cambiar. Para una persona cuando desaparece el futuro es como un enfermo en su etapa terminal donde poco le importa intentar quedar bien con alguien importante o con un sector, cuando lo único que le interesa es quedar bien consigo mismo.

Es un estudio elemental de la psicología humana.
Además si le quieren imponer un aspirante a la minigubernatura que no sea de su agrado personal , ni pertenece a su establo político tiene el mejor pretexto para justificar que perdió. Además que no tendría ningún interés de apoyarlo en una costosa campaña valorada en quinientos millones de dólares.

Por ello se asegura que el candidato en que está empeñado el gobernador Duarte es Alberto Silva Ramos, es un compromiso de hermandad política que se inicio desde el principio de la actividad política de Duarte de Ochoa. Es el único que le garantiza que borrará toda huella de corrupción o del publicitado desvío de recursos. Con Silva Ramos se podría dar la puntada de que una obra importante que realizara en el corto tiempo de su administración le pondría el nombre de quien le dio la gran oportunidad de su vida de llegar a ser gobernador de Veracruz por dos años.

Alberto Silva es egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM y desde su primera clase soñaba con el escritorio del palacio de Gobierno. La mejor escuela para iniciar el oficio político es la ciudad de México. Tomar el café o la copa con los columnistas nacionales es la mejor aula.

La ventaja que también tiene el senador José Yunes Zorrilla es ser egresado del ITAM, convertido en el alma mater de la nueva generación de políticos del gobierno de Peña Nieto. Los compañeros del aula universitaria se convierten en una comprometida sociedad secreta.

Debe haber congruencia.
Desde el momento que Andrés Manuel López Obrador decidió que el candidato de Morena para elmini gobierno de dos años de Veracruz fuera el diputado federal Cuitláhuac García, ya se dio como un hecho irrebatible que el sería el nominado.

Por lo que no se explica lo afirmado por el líder estatal de ese partido político, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, al asegurar que la elección del candidato se hará de acuerdo a los resultados de las encuestas ciudadanas.

Por lo visto los resultados los conocen antes de realizar estos estudios de opinión. Debe haber congruencia sobre todo cuando se dice que en Morena lo más importante es que haya democracia.