Beto Silva ahonda el disgusto y la división entre priistas

@magzamu

Sin lugar a dudas, el anuncio sobre la llegada del diputado federal, Alberto Silva Ramos, a la Dirigencia Estatal del PRI, más que unidad, representa división al interior del partido, más que sumar, resta y más que agradar molesta, pues se trata de una imposición más del Poder Ejecutivo que pretende construir de la noche a la mañana un candidato a la gubernatura cómplice.

Del tema han hablado los Senadores priistas y aspirantes a la gubernatura de Veracruz, Héctor y Pepe Yunes, quienes han señalado que se trata de una imprudencia y una interferencia; ambos han coincido en que Alfredo Ferrari Saavedra permanezca al frente del PRI, porque durante la pasada elección probó su efectividad, además de una supuesta imparcialidad.

Pepe Yunes puntualizó que Ferrari debe quedarse hasta que se resuelva el proceso interno de todas las candidaturas y en todo caso, de haber cambio en el PRI, debe de ser alguien distinto al equipo que gobierna la entidad, con capacidad de convocar a todas las expresiones.

“Yo milito en una expresión distinta” dijo Pepe al referirse a la corriente Duartista de la que forma parte Alberto Silva; El senador de la República, José Yunes Zorrilla, consideró que no es tiempo para que se cambie la dirigencia estatal del PRI como se ha rumorado en las últimas horas.

Así es que, expresó, la llegada de Silva Ramos, no es positiva porque no aglutina todas las expresiones que hay dentro del tricolor, así es que insistió, es bueno que el cambio venga luego de que se escoja a todos los candidatos, tanto a gobernador como para diputados locales.

“No debería de haber modificaciones en el Comité Directivo Estatal del partido sino hasta ya que hubiera resuelto los nombramientos del proceso interno del próximo año, hay que seleccionar a los 30 candidatos a los distritos y la candidatura al Gobierno de Veracruz”.

De ahí que exhortó a repensar la medida pues no son tiempos de mover la dirigencia sino hasta que se resuelva los procesos de selección interna, pues la dirigencia que deba enfrentar el proceso de 2016, debe ser una dirigencia que convoque a todas las corrientes.

Por su parte, el Senador Héctor Yunes Landa, calificó como una "imprudencia" el que se esté hablando de una renovación o cambio en la dirigencia estatal del PRI en Veracruz porque rompe con una "tradición" piísta que marca que un candidato a gobernador pueda opinar fuertemente sobre la continuidad del dirigente en ese momento.

Así es que dada la proximidad del proceso electoral para la renovación de la gubernatura del Estado, insistió en que no es momento de hacer cambios, sino esperar a que lleguen los tiempos políticos electorales y entonces ver si es conveniente o no, hacer las modificaciones.

Además habló del absurdo de este cambio que significaría una renovación en tres meses, puesto que es sabido que Alberto Silva contendería como candidato a la gubernatura. Lo que ha causado aún mayor malestar ha sido el anuncio que éste mismo ha hecho, respecto a que, no dejará la diputación federal.

Es decir, el legislador quiere estar en todo y jugando a ser político de altura expreso que “no hay que confundir anhelos con posibilidades; las posibilidades se consiguen con acuerdos políticos” para señalar que si no se pacta su llegada no tendría problema en aceptarlo.

Algunos medios le cuestionaron a Silva sobre la oposición de los senadores de su partido, Héctor Yunes Landa y José Yunes Zorrilla, para que él llegue a la dirigencia de su partido, a lo cual dijo respetar opiniones, pero dijo sus opiniones son unas de tantas, menospreciando así, su importancia, “su opinión es una de tantas opiniones de los miles de priistas que tenemos y a esto me refería, que lo más importante es generar siempre la unidad y acuerdos para poder avanzar". ¡así las cosas en Veracruz!.