Entre los que disfrutan de pretender adivinar el futuro y se han convertido en voceros de los advenedizos políticos que pretender asaltar como filibusteros el palacio estatal de gobierno el próximo año, por lo pronto se quedaron sin poder celebrar el grito, pero no el de Dolores, sino el de simple dolor porque el estado de Veracruz, no aparece en la lista de los estados del país considerados con serios problemas de corrupción.

Así es que, la lista la encabeza San Luis Potosí, el Distrito Federal, el Estado de México, Chihuahua, Quinta Roo, Tabasco, Jalisco, Tlaxcala, Michoacán y Oaxaca. La relación de estas entidades que dicen dio Forbes en base a datos del INEGI en relación a la encuesta nacional de calidad e impacto gubernamental.

Con esto el gobernador Javier Duarte, demuestra a sus detractores y enemigos gratuitos y a los enemigos de verdad, que su mandato, bailó con la más fea y ni modo su programa de obras y pagos a proveedores se han visto afectados por los adeudos de pasados gobiernos que ayudaron a acumular una deuda pública que no es mayor a la de otras entidades federativas, por lo que ha seguido adelante y los barruntos mediatizados con mucha malicia por parte de la prensa opositora.

Duarte, en todo su mandato se ha visto afectado y amenazado por una guerra mediática que se la han realizado desde las instancias del Partido Acción Nacional y también de quienes sueñan en la sucesión estatal en forma por demás anticipada.

Los tiempos y la historia serán los que den la razón al gobernador veracruzano, que no se inmuta y no se dobla a pesar de los golpes mediáticos desde diversos foros que en el marasmo de la publicidad muchos han pretendido encontrar ganancias a río revuelto, pero sólo han encontrado que se acabó la abundancia y el despilfarro y ahora, hay que acomodarse a los nuevos tiempos políticos y financieros en donde todos son expertos y opinan de los números que no tan solo desconocen la materia si no se atreven a manejar como auténticos futurólogos.

En la aldea veracruzana, impregnada lógicamente de muchos que quieren subirse a la desenfrenada oposición, porque como siempre “todos quieren ver a Olga”, pero no Briskiin, sino aquella que con la sueñan hacerse de una fortuna para subirse a un poder que no les llegará porque simplemente la forma no es la adecuada para moverse en las férreas estructuras priistas.

Pero hay que decirlo, el periodismo de investigación se opera sobre bases sólidas y científicas y con los pelos de la burra en la mano y no como se está haciendo costumbre en estos lares de que se pretenden convertir en profetas de malos augurios y en lugar se darle bases sólidas a una sucesión estatal que estará operada simplemente por el presidente Enrique Peña Nieto con base en las encuestas y la consulta previa al gobernador Duarte, así como a los personajes de la talla de Miguel Alemán Velasco, Ignacio Morales Lechuga y otros más que tendrán voto y veto.

Así es, que no hay nada aun y los que se anticipan mediáticamente sólo predicen y ponen en vigencia hoy en día don Fidel Velázquez, el líder cetemista, quien hizo famosa la frase de quien se mueve no sale en la foto. O como cuando le preguntaron ¿va a llegar a los cien años? Y respondió a la prensa: No me limiten.

Pero aquí recordamos también parafraseando al periodista Rubén Pabello Acosta, compadre del licenciado Ignacio Morales Lechuga, quién siempre terminaba su columna Glosario del Momento: Y tú qué opinas Josefina. Así las cosas.