Pocos han sido los seres humanos en la historia de la humanidad como el veracruzano, Ignacio Morales Lechuga, quien al recibir ayer el doctorado honoris causa por parte de una de las universidades de mayor tradición en el país como lo es la Universidad Autónoma de Nuevo León, su mensaje lo inicio con una sincera, sencilla y humilde expresión auténticamente cristiana en desapego del ego, natural de las personas.

“No sé qué he hecho para merecer tan elevada distinción que me confiere la Universidad Autónoma de Nuevo León, pero si sé que adquiero la responsabilidad de honrar, el doctorado Honoris Causa que se me otorga. La honestidad, la honradez, la ética son junto con la solidaridad hacia mis semejantes, los valores que han orientado mi quehacer cotidiano.

Mi vida ha sido diversa, me he dedicado a la política al notariado y a la filantropía. Debo confesar que como político desde los 16 años he sido enemigo de la corrupción, de la improvisación, de la ausencia de compromiso y de todo aquello que algunos políticos o poderes fácticos han realizado en contra de la sociedad, la libertad y la democracia.

Mis ideales de joven no han variado, el camino para lograrlo sí. Ingresé a la política para ser un factor de cambio con la intención de modificar nuestro sistema político, la corrupción, las injusticias y el estatismo me parecían los retos a vencer.

En las oportunidades que tuve de colaborar como servidor público me apliqué a ello, constaté que si es posible lograr cambios pero que requerimos empeño permanente, constancia, cambios estructurales, pero sobre todo honradez, honestidad y buena fe de todos.

Aquí en Nuevo León como entidad de vanguardia ya pusieron en práctica con la fuerza del voto la nueva modalidad de elegir un candidato sin partido, los resultados están por verse, pero lo sorprendente es que no han tenido temor de practicar la democracia electoral y esto encierra un gran valor, porque han descubierto la fuerza ciudadana que se opone frente al desprestigio de la política y de los políticos. Es admirable el espíritu que inspira a los neoleoneses.

En estos tiempos globalizantes nada de lo que ocurre en el mundo nos es ajeno y todos deseamos sus soluciones y en su caso, los cambios necesarios. La decepción que prevalece a nivel mundial nos obliga a pensar que muchas cosas no funcionan como debieran y por lo mismo se demandan cambios. Los políticos tienen que poseer como prerrequisito una piel sensible que les permita sentir en carne propia los problemas de los demás y al mismo tiempo trabajar con pasión, convicción y entrega, sin ambicionar el enriquecimiento.

Siempre he pensado que la ley y el aula son las columnas que sostienen el cambio social, cualquiera de ellas sin la otra es un barniz que se desvanece rápidamente. México ha
cambiado de 1929 a la fecha, existen indicadores positivos que han permitido la construcción de un bien común, pero al mismo tiempo los cambios que aseguran un mejor camino se han visto frenados por la violencia, la corrupción, la demagogia, el narcotráfico, la arbitrariedad y la pobreza que son verdaderos jinetes apocalípticos de la sociedad. Siempre he creído que la mejor manera de lograr los cambios radica en el derecho y que éste es, la única forma de asegurar la paz social, es por ello que he dedicado mi vida al ejercicio y la enseñanza de las materias jurídicas.

Me pregunto, como seguramente ustedes se preguntarán, qué hemos hecho mal para no lograr nuestros propósitos. Ingresé al servicio público porque el poder me ha atraído, pero siempre pensé en él como una oportunidad de ayudar a los demás y de mejorar el entorno de justicia al que debemos aspirar.

Cometí muchos errores en mi desempeño como servidor público, pero me cabe el honor de haber colaborado a obtener el 35% de reducción de las conductas antisociales en la Capital de la República como Procurador General de Justicia y de haber protegido a los sectores más vulnerables como los niños y los discapacitados.

Como Procurador General de la República contribuí a lograr el record hasta ahora no igualado de aseguramiento de estupefacientes. En ambas instituciones se logró la limpieza y eficientización de las mismas, así como sendas detenciones de transgresores de la ley. El
compromiso de la generación que me tocó encabezar fue total.

Abandoné el servicio público después del asesinato de Colosio, meses después rompí con el partido al que pertenecía y adopté la camiseta de ciudadano, considerando que había que impulsar la transición política en el país con transacción, ya que la ausencia de pactos provocaría caos.

Gonzalo Río Arronte, me brindó la oportunidad de ayudar a los actores más vulnerables de nuestra población, soy Patrono y fui Presidente de la Fundación que lleva su nombre. Institución que ha trabajado por la salud, el agua y las adicciones en forma incansable, cumpliendo día a día con el legado y mandato que nos instruyó.

Ahí confirmé la necesidad de una política social y humanitaria y he llegado a la conclusión que los políticos deben ser más humanos, que la ideología principal sea el servicio a nuestros semejantes, que su preocupación sea el cuidado de los recursos públicos, que sean honestos y que se apeguen a la verdad, que eviten y combatan la corrupción, el conflicto de intereses y que se comprometan por igual con todos los ciudadanos; pero sobre todo, garanticen la seguridad, la libertad y la democracia para que el bien común facilite el desarrollo de la iniciativa personal sin olvidar la atención social.

Las universidades como la Autónoma de Nuevo León, están llamadas a ser las conciencias críticas de la sociedad mexicana. La migración, corrupción, conflictos étnicos-religiosos y el narcotráfico son temas que las universidades deben abordar; la preparación académica de sus integrantes, la fuerza moral que representan, la investigación que realizan y la formación académica, son las mejores herramientas para continuar con la movilidad social que ha permitido el crecimiento del país.

La Universidad Autónoma de Nuevo León, me impone hoy el honor y el compromiso de conducirme con apego a sus valores y principios y me hace recordar mi sueño juvenil de vivir un país más justo, equitativo, carente de corrupción y de desviaciones, es posible si las instituciones universitarias como la Autónoma de Nuevo León siguen creciendo, como hasta ahora, con calidad, prestigio académico y compromiso social.

La academia es el vehículo transmisor y formador de profesionistas; quienes se entregan a ella dan lo mejor de sí mismos. Es la expresión generosa del conocimiento que moldea y agranda nuestra mayor riqueza: los jóvenes de esta nación, ya que los perfecciona y los prepara para participar en la comunidad, con utilidad social.

Estudie mi licenciatura en una escuela que, como la Universidad Autónoma de Nuevo León, sostiene el compromiso social, centenaria, arrancó sus estudios en defensa de la libertad de cátedra y de expresión, sin que los profesores que impartimos clases cobremos un solo peso de sueldo. A la fecha esa tradición continua y como la Universidad que hoy me honra y me digna, construimos generaciones ávidas de un país más justo y mejor para el presente y el porvenir.

Estoy eternamente agradecido y comprometido con la Universidad, con el señor Rector y con el director de la Facultad de Ciencias Políticas y Administración Pública, por haberme propuesto para este inmerecido honor. Muchas gracias.

Finalmente quiero agradecer también, la presencia de mi esposa, mis hijos, mis hijas políticas, mis familiares y también de mi querido Maestro y padre espiritual Don Fausto Rico Alvarez y Marina, su apreciada esposa. Muchas gracias.

En las primeras reacciones, los primeros en brincar…de gusto fueron los miembros de la Escuela Libre de Derecho, publicaron en su portal oficial:
“Don Ignacio Morales Lechuga, nuestro querido profesor y ex rector, ha sido distinguido con el DOCTORADO HONORIS CAUSA que otorga la Universidad Autónoma de Nuevo León, en reconocimiento a sus aportaciones académicas, por su destacada trayectoria como servidor público y por su compromiso social.
Desde aquí, la comunidad de la Escuela Libre de Derecho integrada por sus alumnos, egresados, profesores y autoridades, le enviamos una efusiva felicitación y le reiteramos nuestro orgullo y satisfacción por sus logros, siempre en beneficio de las instituciones que ha dirigido, entre ellas nuestra Escuela”.
En Veracruz, en igual forma las expresiones y comentarios de orgullo por nuestro paisano que desde joven a base de la cultura del esfuerzo ha logrado escalar alto, llegar a lugares insospechados y como lo dijo Salvador Díaz Mirón:
Erguido bajo el golpe en la porfía, me siento superior a la victoria. Tengo fe en mí; la adversidad podría, quitarme el triunfo, pero no la gloria.

¡Deja que me persigan los abyectos! ¡Quiero atraer la envidia aunque me abrume! La flor en que se posan los insectos es rica de matiz y de perfume.

El mal es el teatro en cuyo foro la virtud, esa trágica, descuella; es la sibila de palabra de oro, la sombra que hace resaltar la estrella.

¡Alumbrar es arder! ¡Estro encendido será el fuego voraz que me consuma!
La perla brota del molusco herido y Venus nace de la amarga espuma.

Los claros timbres de que estoy ufano han de salir de la calumnia ilesos.
Hay plumajes que cruzan el pantano y no se manchan... ¡Mi plumaje es de esos!

Felicidades maestro y amigo, Ignacio Morales Lechuga, Veracruz festeja otro triunfo más de su hijo predilecto.
Por otro lado, el licenciado Ranulfo Márquez Hernández, encabezó la ceremonia de honores a la bandera en la capital del estado con motivo de las fiestas patrias, en entrevista con medios al concluir Guardia de honor ante el monumento a Miguel Hidalgo, dijo a los medios de comunicación: “Al final la verdad termina por aclararse. Puede haber demasiados fuegos artificiales políticos en el país. Muchos grupos pueden tener acceso a los medios de comunicación en general y decir falsedades que se toman como verdad pero en definitiva la realidad, la vida pone a cada quien su lugar. En mi caso siempre mantuve la confianza de que como no había estado en ninguna parte, en ninguna denuncia, en ningún lugar, pues no iba a pasar nada.
Pero es indudable que este reconocimiento formal del manejo distorsionado de estos grupos políticos que quisieron aprovechar la coyuntura que se vivía en ese momento, pues tendrán que tener una respuesta y creo que mucho de lo que dije ahorita contra los conservadores que hoy se rasgan las vestiduras contra el gobierno del presidente Peña y contra el gobierno del licenciado Duarte, son los mismos que destruyeron este país durante 12 años, con grandes oportunidades económicas que tuvieron, los excedentes del petróleo fueron los mejores que hubo en la historia y no pudieron hacer nada en la lucha contra la pobreza, al contrario, empobrecieron más al país.
De los niveles de pobreza que tuvimos del 2000 al 2014 fueron tremendos, por eso hoy en día luchar en esta Cruzada contra el Hambre es la parte más esencial, porque es la gran herencia otra vez como nos la dejaron después de 1910 y después de 1810 los grupos conservadores.
Que no vengan a querer engañar al pueblo, ya lo engañaron con una alternancia que no fue más que para lesionar más a la economía del país y endeudarlo más.
Creo que esa es una parte fundamental que debemos conocer, tener claro y no olvidar que son ellos, incluso algunos tránsfugas de nuestro partido quienes crearon estas condiciones que hoy en día vivimos y que es una realidad…
Se refiere usted a los Yunes de Boca del Río?
No puedo hablar de los Yunes porque son muchos, pero se trata del grupo familiar Boca del Río…
¿Se esperan más descalificativos?
No, yo creo que no. Ellos tendrán que luchar contra su propia historia. Es decir, hay muchas cosas en materia de política, por ejemplo el manejo de cosas que se quedaron en el pasado al lado del autoritarismo, al lado de los tronos hereditarios, de las monarquías, el nepotismo y hoy en día tiende a ser atractivo para muchas gente. Yo creo que el pueblo es sabio y tendrá que retomar los logros revolucionarios que nos definieron como una gran nación, por eso soy muy claro en que contra el reloj de la historia no se puede.
La Cruzada contra el Hambre es un programa que parece que ha venido fracasando, ha habido despidos. ¿En la Sedesol estatal va a haber despidos?
El fracaso es en la dimensión del problema. Podríamos pensar que porcentualmente en la Cruzada contra el Hambre bajó el nivel de pobres, por el crecimiento tan grande de la población, ese es uno de los temas, porque cuando hablamos de los 12 años de alternancia, hablamos nada más de algunos procesos de corrupción, desviaciones, negocios de los grandes capitales conservadores, pero también debemos hablar de que desaparecieron los programas de planificación familiar y el país se disparó en su crecimiento, incluso los programas sociales fueron estimulados para el crecimiento poblacional, y ante este aumento pues es obvio que subió el número de pobres, aunque porcentualmente bajó, ese es el éxito de la Cruzada contra el Hambre. Ahí están los estudios de Coneval sobre lo mismo, se subieron 2 millones en un país que creció más de 15 millones durante este periodo, entonces obviamente que bajó porcentualmente.
Lo mismo podemos hablar de muchos estados que se han visto afectados ante la gran crisis nacional, el crecimiento de los pobres en Veracruz, que había sido de alguna manera estimulado ante las grandes inversiones petroleras que se dieron entre 2010 y 2012, cayeron producto de la crisis del petróleo; somos un estado petrolero y eso nos afectó. Pero es indudable que hemos estado atacando esta situación con el programa alimenticio sí ha avanzado y el programa de los indicadores de vivienda y en seguridad social también se ha avanzado, no como quisiéramos, porque el problema es muy grande.
Pero por eso estamos trabajando, y se va a resolver, es una prioridad del Presidente Enrique Peña Nieto y en eso se están enfocando los planes de desarrollo, lo ha dicho Coneval, lo ha dicho todo mundo, lo hemos dicho nosotros desde hace mucho tiempo, cuando el país empiece a crecer van a mejorar los ingreso para las familias, y esto sin duda va a cambiar.
Justamente en el tema de vivienda, se han concentrado mucho en la Cruzada contra el Hambre, pero al menos en Veracruz no se ha escuchado desde la administración anterior, un programa de viviendas para las familias…
Claro que tenemos programas. Está el de vivienda popular que es muy grande, en donde convergen Fonhapo, Sedatu e Invivienda. Incluso es el programa que más actividad económica le ha dado a Veracruz, la construcción de la vivienda. Tuvimos el año pasado, una caída, en razón de que se redujo la inversión, pero sí hemos seguido dando vivienda.
No es la vivienda para venta, es la vivienda para atender sectores sociales, en muchas poblaciones hemos estado entregando viviendas, que vienen a resolver problemas en muchas comunidades.
Acuérdense que ahora, por ley toda la inversión federal tiene que destinarse a los lugares donde haya zonas de desarrollo prioritario. Es decir, ya no se invierte en pavimentaciones, o en obras relumbrón, se tiene que invertir en esta gran Cruzada contra el Hambre, porque son zonas prioritarias que tenemos que atender, y ahí es donde se están haciendo vivienda.
Por eso ustedes ven en los resultados de Coneval, en materia de vivienda se elevó, avanzamos en el indicador de vivienda bastante, porque así se conjugó el trabajo de los tres niveles de gobierno.
Hoy los municipios ya no pueden estar invirtiendo en muchas cosas en las que antes se aplicaban, provenientes de los fondos federales del Ramo 33, tienen que emplearse en obras como agua potable y alcantarillado, por ejemplo” Los periodistas dieron cuenta que a Ranulfo no le tiembla la mano y pone los puntos en las íes. Así las cosas.