Ante el desafÃo de los efectos de la naturaleza, el gobernador Javier Duarte, debe esmerarse para el cierre de su administración y empezar como en el inicio de su administración un dÃa una obra.
Pero también, en el camino el mandatario estatal debe darse cuenta en que está en las ligas mayores de la actividad polÃtica y empezar a evaluar personalmente el desempeño de los miembros de su gabinete legal y ampliado.
Todo esto es recomendable, porque las voraces tribus polÃticas en estos lares son muchas y todos quieren su silla el próximo año y como repartirla será imposible. Duarte debe agotar a la administración pública en esmero, eficiencia y calidad en los servicios.
Gobernar con cercanÃa a la gente, significa que debe adoptar medidas difÃcil y aquellas que signifiquen echar para atrás lo que a la población no le ha gustado como ha sucedido con el tema del reglamento de tránsito y vialidad.
Aun es tiempo de que se corrijan fallas y deficiencias y sobre todo de que en materia de recursos humanos se tengan en el equipo a todos aquellos y aquellas que tienen experiencia en la materia del servicio público.
También es cierto, quitarse de golpe a quienes en su mandato le han hecho mucho daño a su administración y de una vez por todas, el gobernador Javier Duarte, debe adoptar las medidas necesarias para salvar a su administración de todos los efectos despiadados y hostiles de los grupos polÃticos de todos los colores que en lo que va de su mandato no se han cansado de ponerle piedras de todos los tamaños en el camino.
Acercarse a la prensa, por grupos pequeños, empezar como desde el primer dÃa de su campaña polÃtica, que los periodistas de todo el estado se congratularon haciendo viaje especial para acompañarle en ese momento de su vida.
En el desafÃo de las leyes de la naturaleza, innecesario, Duarte debe darse cuenta que nada ni nadie, resiste golpe, tras golpe, y hasta el acero se puede doblar, o en su caso puede templarse y de esa forma resistir aun más de lo que viene. Asà las cosas.