En el tema de la educación, los expertos que hacen los exámenes para evaluar a niños y jóvenes sobre los aprendizajes adquiridos se quiebran la cabeza y se auto-reprueban, por algo simple y sencillo, en los niveles privado y público, en algunos casos los modelos educativos son obsoletos y por lo mismo, no están diseñados para que los alumnos aprendan acorde a las nuevas mentes digitales de nuestra era.

Un niño o un joven de la ciudad o del campo, incluso de la sierra más apartada, en su mayoría, son parte de la era digital, conocen el uso de los teléfonos celulares inteligentes, la computadora y la internet, y su mente está diseñada para operar con facilidad cualquier aparato de la era del chip.

Con muchos maestros y maestras que no acceden a la computadora y menos a la internet, se quedaron en la era de las cavernas y por lo mismo no decodifican en la actualidad el momento del avance tecnológico que con gran facilidad operan niños y jóvenes para acceder a la información, como parte de la carrera por el conocimiento.

El dilema entonces, es porque a algunos niños y jóvenes les cuesta trabajo aprender a leer y al uso de la mente para las matemáticas. Aquí el asunto es que los profesores piensan distinto que niños y jóvenes de la época actual. Y por lo mismo los alumnos pierden el interés por los contenidos y por lo mismo siguen avanzando con algunas deficiencias que a la larga les puede significar mayor complejidad para sus estudios posteriores.

Hoy se dan cuenta los expertos que los niños y jóvenes presentan deficiencias en el terreno de la lectura y del aprendizaje de las matemáticas. Aquí lo recomendable es que se procedan a realizar métodos de trabajo colectivo –grupal—para que ninguno se quede sin aprender a leer y a realizar las operaciones mentales.

Desde la antigüedad la academia se ha significado por un compromiso de los maestros por niños y jóvenes en el afán de transmitir el conocimiento.

Ahora culpan al avance tecnológico como distractores de niños y jóvenes para el aprendizaje. Pero aquí el mundo se debe poner de acuerdo para que en los juegos de computadora, en los empaques, anuncios y todo tipo de lugar se de accesibilidad a los niños y jóvenes por la lectura y los números.

También hay que decirlo, muchos maestros no están capacitados para decidir el problema que puede presentar un niño o un joven con algún problema de déficit de atención y por lo mismo, los docentes entran al campo de la desesperación cuando no lograr atrapar la atención. Lo recomendable acorde al constructivismo es de narrarles historias y presentarles las analogías acorde al tema abordado.

La mente evolucionó, el aprendizaje no es culpa de niños, jóvenes, maestros y padres de familia. Se trata de una tarea conjunta que se debe dimensionar acorde a los nuevos tiempos de la era digital.

Los expertos siguen luchando para que a los maestros primero con sangre les entre la letra, ahí va la cadenita. Ojala se empiece porque en las escuelas normales se dé una transformación acorde a los tiempos actuales.

Combinar tareas con juegos, propiciar que los niños hablen en el salón que se explayen, que den sus ideas, que reflexionen y que digan lo que hay en sus mentes, para que los maestros se den cuenta que en cada niño y en cada joven, siempre hay una mente brillante y que nada puede detener su desarrollo, aunque se presenten problemas de déficit de atención, autismo, lenguaje, el niño aprende, porque es un instinto natural con el que ya se nace. Maestros hay que ponerse a estudiar y aprender a entender y aceptar a niños y jóvenes con sus grandes inquietudes en la evolución.

Ahora se cambiaron los papeles, el niño y el joven en el aula y en el hogar es el que enseña a maestros, padres y familiares a hacer uso de la tecnología y del idioma inglés. Así las cosas.