• Ricardo Ahued precisa que urge sensibilidad y atención del gobierno

Magda Zayas Muñoz @magzamu



Muy a pesar de la ceremonia inaugural de los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2014, que lució majestuosa el pasado viernes, el malestar ciudadano permaneció, entre severas críticas de un evento cerrado o exclusivo, donde los boletos de acceso fueron distribuidos entre funcionarios, mientras que la ciudadanía se quedo en la calle.

Aunado a lo anterior las acusaciones de jóvenes universitarios que fueron detenidos por la policía cuando intentaban llegar en autobuses a manifestarse a la ceremonia inaugural y el malestar de muchos atletas que son hospedados en hoteles de paso, sumado a las protestas sociales, muchas de ellas llevadas ya, a un tono más violento.

Y así trascurrió un fin de semana muy movido en Veracruz, entre los Juegos, el puente, la quincena, el buen fin y las protestas que no se detienen y que al menos en la ciudad capital Xalapa, desquician el trafico, sumado a la incapacidad de las autoridades de Transito del Estado que en nada contribuyen a mejorar las condiciones de vialidad en la ciudad que amenaza con colapsarse y más aún en días como estos, donde se recibe a miles de deportistas.

Por ejemplo, antes del viernes, un grupo de deportistas de la delegación de Venezuela decidió regresar a su país porque no estuvieron de acuerdo con la calidad del hotel en el que el gobierno de Veracruz los quería hospedar, ya que ahí no contaban con un espacio adecuado para su concentración, se encontraban muy lejos de las sedes de las competencias y se les limitaba el consumo de alimentos.

Desde un inicio, la polémica fue generalizada cuando se supo que los atletas serían hospedados en hoteles, muy a pesar de la construcción de las villas que se desarrollaron con el fin de albergarlos durante su estancia y participación deportiva; pero una vez concluidas, estas no pudieron ser amuebladas por falta de recursos, por lo que se tomó como medida el uso de hoteles. Pero lo realmente lamentable es observar a los jóvenes atletas en moteles u hoteles de paso, ahí las patrullas les cuidan a las afueras; no creo que se trate de un buen lugar para quienes llegan a nuestro estado a participar y con grandes expectativas.

Y así los días trascurren en el anfitrión estado veracruzano, donde el sábado, un grupo de supuestos jóvenes estudiantes de la Normal Veracruzana y la UV participaron, en la marcha de protesta para recordar a los jóvenes asesinados y desaparecidos en Ayotzinapa, Guerrero, pero al pasar por las oficinas del Comité Directivo Estatal del PRI, causaron algunos destrozos al edificio, además de prender fuego a pendones que colgaban en la fachada.

Lo anterior no es un tema privativo de Veracruz, está ocurriendo en todo el país y la sociedad civil pareciera polarizada en dos rubros, quienes se muestran indiferentes a lo que ocurre y quienes intentan derrocar al país, a través de actos violentos, lo cual resulta preocupante; precisamente ayer el diputado Ricardo Ahued Bardahuil dijo que las agresiones tanto a su partido como a otros institutos políticos, no resuelven los problemas que demanda la juventud, pues quienes hacen daño a la nación están viendo desde lejos el problema y continúan enriqueciéndose.

En una entrevista ofrecida a un medio de comunicación consideró que los actos violentos como los ocurridos ayer en las instalaciones del PRI, son el resultado de una juventud descuidada por los gobiernos pues los estudiantes se sienten lastimados y es ahí donde todos los problemas se generan en el país.

Para Ahued dichas acciones son un reclamo que debería ser atendido con mesas de diálogo y de trabajo para evitar los atentados que a nadie le hacen bien y generan mayor temor entre la población; desde su punto de vista la situación en el país se va a componer en la medida en que la clase política otorgue muestras de buenos gobiernos, sinceridad, transparencia y señales de que les preocupa la gente, los jóvenes, campesinos, los obreros, la sociedad en conjunto, quienes tienen derecho a trabajar y están buscando mejores condiciones de vida.

En resumen el legislador fue claro en lo que le urge al país, se trata de un gobierno que escuche y no que reprima, de lo contrario el desconecto puede ser mayúsculo ¡así las cosas!.