Por Catón
Columna: De política y cosas peores
Amante de la música
2014-06-10 | 10:08:22
Por esta sola vez, y sin que el caso siente
precedente, la Plaza de Almas que todos los
martes ocupa este modesto espacio pasa al
miércoles. Sucede que en mi ciudad, Saltillo,
tendrá lugar hoy un importante evento que
no puedo dejar de mencionar. Mañana nos
encontraremos en esa Plaza de Almas...
Don Añilio, caballero senescente, solía ir
todos los viernes por la noche al Palacio de
Venus. Así se llamaba el lupanar del pueblo.
Invariablemente requería los servicios de la
misma mujer, una madura daifa de nombre
Jobina. Cierta noche la dueña del lugar le
preguntó a don Añilio: “¿Por qué siempre
pide usted a Jobina? Es rica en calendarios,
por no decir que es vieja ya.
Apegada a la tradición no admite otra
postura que la del misionero, y se niega a
cualquier práctica que se aparte, así sea
mínimamente, de la más rígida ortodoxia.
Parece esposa de ayer más que cortesana de
hoy. En cambio tenemos a Frinesia, a quien
los clientes llaman La Mujer de Lava, maestra
en “las tres cosas”, si me permite usted el
uso de esa expresión perteneciente al argot
del oficio.
Está igualmente Thaisia, que deja sorprendidos
-y extasiados- a los visitantes por
su dominio de peregrinas artes de erotismo
que aquí son inéditas y exóticas. Nos acaba
de llegar Mesalinia, recién desempacada
de Las Vegas, cuyos magnificentes encantos
posteriores y anteriores son delicia de
propios y de extraños, y que suele apostar el
costo de sus servicios a doble o nada, como
los merengueros del Distrito Federal.
Otras 16 chicas tenemos, todas de esculturales
formas, y todas complacientes y
obsequiosas. Con ese amplio catálogo ¿por
qué prefiere usted a Jobilia, la decana del
establecimiento? ¿Qué tiene ella que no
tengan las demás?”. Con dos palabras y un
suspiro respondió el añoso caballero. Dijo:
“Tiene paciencia”...
Yo no puedo vivir sin la música, arte el
más abstracto y a la vez el más concreto, pues
su inasible magia está por todas partes. En
tratándose de música soy un feliz omnívoro.
Quiero decir que me gusta todo, y todo lo
disfruto, lo mismo una partita de Bach que
un bolero de Lara; igual una sinfonía de
Mahler que un tango de Gardel.
Por eso Radio Concierto, la estación
cultural que en Saltillo tiene mi familia,
difunde “lo más popular de la música clásica
y lo más clásico de la música popular”.
Trasmitimos ópera y jazz; música de cámara
y rock; canciones vernáculas y lieder; oratorios
y blues. No nos son ajenos Cole Porter ni
Stockhausen, y conocemos tanto a Johann
como a Richard Strauss.
Ese omnímodo amor que siento por
la música me lleva a alegrarme por todo
aquello que a la música impulsa y favorece.
Hoy, por ejemplo, Rubén Moreira Valdez,
gobernador de Coahuila, mi estado, firmará
el decreto por el cual se crea oficialmente la
Orquesta Filarmónica del Desierto “Coahuila
de Zaragoza”, cuya sede estará en Saltillo,
mi ciudad.
Ese excelente conjunto funciona ya bajo
la dirección de Natanael Espinoza, joven
y talentoso músico que en poco tiempo ha
hecho de la Filarmónica una institución que
los saltillenses y los coahuilenses aman, y
cuyos conciertos llenan los teatros en que la
orquesta se presenta. Aplaudo -y con ambas
manos, para mayor efecto- el apoyo que el
gobernador Moreira da a quienes integran
ese magnífico conjunto. Así apoya también
a la cultura y a la música de Saltillo y de
Coahuila. Enhorabuena...
Al terminar el acto del amor don Frustracio
cubrió de flores el cuerpo de su esposa.
Le explicó: “Pensé que estabas muerta”...
Un tipo llamado Ausencio solía jugar al
dominó con sus amigos todos los jueves en la
noche. Uno de esos jueves salió de su casa y ya
no regresó. Su esposa lo buscó por doquier,
y también por dondequiera, pues le tenía
“mucha ley”, según declaró a sus amistades.
Su búsqueda fue inútil: no lo halló.
Pasaron diez años, y cierto día el sujeto
se apareció en su casa con toda naturalidad,
como si de ella hubiese salido sólo un rato.
Su esposa, claro, se alegró bastante. Le dijo,
feliz: “Esta noche te haré la mejor cena de tu
vida. Invitaré a tu familia y a la mía. Después
del convivio tú y yo beberemos una botella
de champaña, y luego te haré el amor como
nunca lo hemos hecho”.
Respondió él: “Tendrás que perdonarme,
pero hoy es jueves, la noche en que juego
dominó con mis amigos”... FIN.

mirador
››Armando Fuentes
Aguirre
La calzada que lleva al palacio ducal
está flanqueada por estatuas de mármol.
Se dice que las talló un discípulo
de Bernini.
El viajero hizo el largo trayecto desde
París a Sienne para mirarlas. Las
efigies tienen la altivez y frialdad del
material de que están hechas. Representan
principalmente sátiros y ninfas
de la edad antigua, pero entre ellas
hay también imágenes más nuevas,
de príncipes y cardenales.
Esa noche el viajero no pudo conciliar
el sueño en el pequeño hotel al que
llegó, y salió a caminar por la calzada.
Eran quizá las 3 de la mañana. Se sorprendió
al ver que los pedestales de las
esculturas estaban vacíos. Entró en el
bosque de tilos, pues escuchó voces y risas.
Bajo los árboles corrían las ninfas
perseguidas por los sátiros, y también
por los príncipes y los cardenales. Ellas
se dejaban alcanzar, y todos se entregaban
a deliquios paganos a la luz de
la luna.
Al día siguiente el hotelero le preguntó
al viajero si había dormido bien.
Él contestó que sí. De regreso pasó otra
vez por la calzada, y vio a las estatuas
en su pedestal, altivas como el mármol,
y como el mármol frías.
¡Hasta mañana!...
manganitas
››por afa
“...En vísperas del Mundial...”.
Será la fiesta del gol,
muy llena de algarabías.
En el mundo habrá estos días

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