Por Catón
Columna: De política y cosas peores
Representación ficticia
2013-11-15 | 09:24:36
Chiste machista. ¿En qué se parece la virginidad femenina a un globo de esos con que juegan los niños? Un solo piquetito y adiós…
Chiste feminista. ¿Cómo se llama la parte insensible que está en el extremo inferior del atributo masculino? Se llama “hombre”…
Un duende corregidor se coló ayer en uno de los periódicos que publican mi columna y corrigió en ella lo que no era corregible. Al hacerlo alteró de tal manera el cuento final que numerosos lectores me dijeron que no lo habían entendido. Yo soy dado a la corregibilidad, y agradezco cuando se me corrige con razón.
A diferencia de otras veces, en ésta no hubo motivo para el agradecimiento, pero sí para repetir el cuentecillo de modo que se entienda bien. Helo aquí en su texto original…
Don Otonio había perdido por completo sus facultades amorosas. Un cierto médico le informó que con una operación quirúrgica podría restablecerle el paraíso perdido. El buen señor se sometió a la costosa intervención. Cuando volvió en sí de la anestesia el médico le anunció alegremente: “En adelante, don Otonio, su vida sexual será fantástica. Especialmente el del invierno”.
(Explicación a quien corresponda: eso quería decir que don Otonio tendría a lo mucho cuatro concúbitos en el año: el de la primavera, el del verano, el del otoño y el del invierno, y que de esos cuatro el del invierno sería particularmente placentero. Así, respetado su texto original, el cuentecillo sí se entiende)… Cuando en México no había democracia -aún no la gozamos plenamente- el prigobierno inventaba toda suerte de trampantojos para dar al mundo la apariencia de que este país era democrático.
Por eso nacieron todos aquellos ficticios, facticios diputados: de partido, plurinominales, de representación proporcional, etcétera, y por eso también se desvirtuó el Senado para hacer de la Cámara Alta -tan abajada hoy- el batiborrillo que ahora es.
En ese aspecto de nuestra vida pública, como en muchos otros, el interés de los partidos priva sobre el de la nación. Lo que debería ser una auténtica representación política se convierte en un mercado o zoco para el comercio de chambas y el acomodo de amigos -y amigas- y compadres. Yo digo que no debería haber más diputados y senadores que los electos en las urnas por los ciudadanos.
Todos los demás son de mentiras. Dicho de otra manera: son mentira. Y de mentiras ya estamos hasta los uebos.
El señor Jansenio ingresó en una secta cuyo pastor le ofreció hacerlo nacer de nuevo en la verdadera fe. Encendido en entusiasmo religioso el converso fue a la casa de su madre y le dijo con alegría de neófito: “¡Mamá! ¡Voy a nacer de nuevo!”. “Haz lo que quieras -le contestó ella-. Nomás una cosa te digo: esta vez yo no te pariré”…
Definición de marido prudente: es el que piensa dos veces las cosas antes de no decirlas…
En la escala del miedo hay gradaciones: temor, pánico, terror y horror. Temor es cuando tu esposa te anuncia que está embarazada. Pánico es cuando te lo anuncia tu secretaria. Terror es cuando te lo anuncian las dos. Y horror es cuando te enteras de que tú no eres el responsable de sus embarazos…
Don Usurino Matatías le contó a un amigo que su hijo le pedía dinero a cada rato. “Hoy en la noche –le dijo- voy a hablar seriamente con él para enseñarle lo que vale un peso”.
Días después el amigo le preguntó cómo le había ido en la plática con el muchacho. “No muy bien –respondió, mohíno, Matatías-. Ahora quiere el dinero en dólares”…
Viene ahora un cuento de color subido que las personas con tiquismiquis de moral no deberían leer. En vez de leerlo pídanle a alguien que se los lea…
Don Celerino sufría de eyaculación prematura. Alguien le dijo que el doctor Ken Hosanna había inventado una pomada milagrosa que retardaba la terminación del acto.
Fue con él don Celerino y compró a muy alto precio el taumaturgo ungüento. Al día siguiente el facultativo lo llamó para preguntarle si la pomada había funcionado. “Realmente no lo sé –respondió don Celerino con tristeza-. Terminé cuando me la estaba aplicando”… FIN.

mirador
Armando Fuentes Aguirre
Estas pequeñas flores se llaman maravillas. Y lo son: cuando las otras flores desaparecen a la llegada del frío ellas se quedan con nosotros y ponen sus coloridas notas –rojas, blancas, jaspeadas, amarillas- en la grisura del tapial de adobe.
Por pequeñas las quiero, y por humildes. Su aroma apenas aroma. Las niñas las cortan y con ellas hacen collares para adornar la imagen de la Virgen en la capilla del Potrero.
Cosas son éstas tan sencillas que no debería yo escribir acerca de ellas. ¿Qué son unas pequeñas flores, y unas niñas, y una imagen antigua y deslustrada, y una capilla vieja en un lugar perdido en lo alto de la sierra? Quizá no sean nada, pero para mí son maravillas que ponen su color en la grisura que soy yo.
¡Hasta mañana!...
manganitas
Por AFA
“… Ganó la Selección…”.
Ese triunfo, me supongo,
- en esto soy muy sincero-
fue de verdad (así espero),
y no eso que llaman “tongo”.

Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto

 

 

Reservados todos los derechos 2018

Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto

 

 

Reservados todos los derechos 2018