La imagen de secretarios, mejor cuidada que la del Gobernador

•El dos de palacio, Erick Lagos casi invisible

•La política interna limitada a tuitear reuniones de rutina

Cualquiera podría decir que Erick Lagos Hernández, Secretario de Gobierno teje tan fino la política interna, que ni se nota, y así es, el trabajo del encargado de la política interna en Veracruz ni se ve, ni se siente.

No existe una política interna real, aquello de negociar, conciliar, acordar, escuchar y coordinar al gabinete, ha quedado en el pasado y el titular de la Segob se limita hoy en día a sostener reuniones con comités de patronatos de ferias de pueblo, organizaciones y agrupaciones, y por supuesto informa sobre el estado del tiempo, a través de su cuenta de twitter.

El funcionario, es quien debería salir al paso para quitarle los golpes al Gobernador, y dejarlos caer sobre él como siempre ha sido la función del Secretario de Gobierno, pero al contrario, a Erick le ha pegado el mismo mal que al resto del gabinete, cualquiera está mejor cuidado que el propio Mandatario Estatal.

Y eso que dicen los que saben, que en la mira de Javier Duarte no se descarta la posibilidad de lanzar a Lagos Hernández rumbo a la gubernatura quien ya se presume como uno de los posibles; el mismo, dicen sus colegas, ha reconocido que aspira al encargo; pero en contraste el ex líder estatal del PRI ha resultado toda una revelación en el manejo de los problemas y conflictos sociales de la entidad haciendo como que nada pasa.

Hernández no ha desgastado en lo absoluto su imagen rumbo a su carrera por la gubernatura, dejando pasar conflictos que solo se han agravado y han repercutido en la imagen de Javier Duarte; por ejemplo lo ocurrido el pasado 14 de septiembre en la madrugada cuando agredieron torpemente a maestros que se encontraban en la plaza lerdo y a reporteros que registraban la agresión y nadie culpó a Erick pero si al Gobernador de represor y de aplicar la ley del garrote.

Ahora quienes critican su labor, les da por señalar que cada día Lagos se acerca más al desempeño que llevó a cabo su homologo Francisco Berlín Valenzuela durante el gobierno de Rafael Murillo Vidal -quien tal vez orillado por la situación de tranquilidad que imperaba en aquella ocasión, se la pasaba en eventos sociales- pero hay que estar de consiente, que hoy en día, la historia es diferente y más complicada.

Así es que con tanta suavidad y discreción en su actuar, con una operación política casi invisible, a Hernández se le ha permitido meter la mano a la lumbre sin quemar su figura y por supuesto, ni hablar de la coordinación del gabinete por parte del dos de palacio quien a duras penas avienta una piedra y esconde la mano.

El mal del gabinete de Duarte parece alcanzar a las mayorías, nadie es más golpeado que el Gobernador Javier Duarte de Ochoa y pareciera a su equipo no importarles, como se nota que aquella frase de que “al jefe no se le rebasa ni en carrera” ha quedado en el pasado. @magzamu