La ambición política de la gubernatura de Veracruz ahora despertó a los protagonistas federales que buscan posicionarse en el gabinete del presidente Peña Nieto, sobre todo de aquellos con posibilidades de sucederlo. Se había considerado como puntas de lanza a los senadores Héctor y José Yunes. Y con ello solo se barajaban los nombres de Manlio Fabio Beltrones y Luis Videgaray.
Resulta que también quieren participar los secretarios de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, de Educación, Emilio Chuayffet Chemor, Energía, Pedro Joaquín Coldwell, el líder nacional del PRI, César Camacho.
Por otro lado, también mueven sus cartas, el expresidente Carlos Salinas de Gortari y la primera dama Angélica Rivera de Peña. Todos ellos se sienten con derechos de opinar y presionar para colar al político veracruzano que guardan en su cartera.
La instrucción prioritaria del gobierno federal es bloquear al candidato local que busca perfilar el influyente gurú del pasado. Al llegar a su cuarto año de gobierno, Javier Duarte de Ochoa empezará a mover los nuevos y viejos cuadros de la clase política priista. Con la voz de arranque, se planean programadas visitas a la entidad y la estrategia mediática es empezar a filtrar nombres.
Aseguran en la ciudad de México, que no se volverán a comer el pastel.

Genio de Coatzacoalcos

De las centenas de alumnos que han pasado por las aulas de la Universidad de Harvard, existen maestros del doctorado en Economía que cuentan con varios premios Nobel, un consenso sobre un mexicano que ha sido considerado como el estudiante más brillante de esa prestigiada institución.
Precisamente se trata de un veracruzano, José Antonio González Anaya, director general del Instituto Mexicano del Seguro Social. Figuró en la Secretaría de Hacienda durante el gobierno de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto lo invita a
integrarse a su equipo.

Vida de contrastes de la Gordillo

Debe ser muy especial la triste estancia de la profesora Elba Esther Gordillo en una de las celdas de la torre médica del penal de Tepepan. Según un reportaje dado a conocer sobre una mañana en dicho reclusorio.
“Una de las celadoras golpea la reja cuando apenas amanece. ¡Levántese y prepárese porque ya la van a trasladar a Santa Martha.
¿Qué, por qué? Atinaba a responder la otrora poderosa dirigente sindical del magisterio. “Lo que sea, pero a Santa Martha no quiero volver es horrible”.
Sus familiares y amigos que la visitan aseguran que sufre un constante acoso sicológico. “Conmigo no finjas, méndiga, yo te conozco”. Mi marido que trabaja como maestro me ha contado y yo sé, lo que les han hecho a los profesores”, le dice una de las celadoras.
El contraste debe ser dramático para la maestra Gordillo.
En esta temporada vacacional acostumbraba pasar semanas enteras en el lujoso fraccionamiento De Coronado Cays, en el estado de California. Donde la fresca y agradable brisa salina saluda por las mañanas a los residentes de este espléndido lugar cercano a San Diego. En las esquinas de la residencia de la maestra hay jardineras con flores púrpuras y amarillas.
Comprobar cada mañana la gran diferencia de las terrazas, salones y jardines con alberca, a la pequeña y oscura celda donde ahora habita.