El grave problema de la educación en México radica en la escasa preparación de los maestros provocada por la penuria académica de las escuelas normales de México. Si no están bien preparados estos profesores no se les puede exigir que impartan cursos de excelencia y que sean aprobados por los exámenes de evaluación que les exige la Secretaría de Educación.
Durante la reunión que tuviera el senador Manuel Bartlett con reporteros de este corporativo, hizo memoria de su participación, primero como secretario de Gobernación, y después como titular de Educación; se refirió al poder absoluto que ejerce el SNTE, cuyo líder Carlos Jongitud y después Elba Esther Gordillo nombraban a los subsecretarios y a los jefes delegacionales de la SEP. De como planeó Bartlett Díaz con Jesús Reyes Heroles para minimizar la nefasta influencia de estos cabecillas de los profesores normalistas .
Los presidentes de la República tuvieron como norma política y en agradecimiento de su colaboración electoral, otorgarle un mayor apoyo al líder nacional del magisterio que al propio secretario de Educación. Esa es la principal razón por la que ejercieron tanto poder y contaron con millonarios recursos los dirigentes sindicales.
Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox con Martha Sahagún y Felipe Calderón son los que permitieron ese enriquecimiento inexplicable y la autoridad que tuvo la chiapaneca Gordillo a la que finalmente encerró el presidente Peña Nieto, pero le permitió nombrar a su sucesor.
Por lo tanto, nada cambiará en la SEP de Emilio Chuayffet si siguen los mismos dentro del SNTE.

Intocable Romero Deschamps

El tema de la reforma energética y la privatización de Pemex ocupará los espacios esta semana y dejarán a un lado la corrupción en la paraestatal y la putrefacción de los líderes del sindicato petrolero.
La inmoralidad que existe y la descomposición de esta vital industria pareciera que son intocables y los legisladores en el debate solo se concentran a los aspectos legales de los cambios constitucionales.

Sigue el chisme

En oficinas de la Secretaría de Gobernación y del Comité Nacional del PRI circuló la versión ampliada de la rebelión de los políticos locales de Veracruz, que se oponen a que el próximo candidato a la gubernatura de Veracruz sea nominado por el poder federal. Exigen que siga el “localismo empobrecedor” como la única opción para vencer cualquier alianza futura de los partidos políticos opositores al tricolor en Veracruz. Los moderados del grupo localista aceptarían a un candidato negociado, donde de antemano habría algunas secretarías y dependencias estatales que estarían condicionadas a su manejo.
Los centros de inteligencia política ubican al autor intelectual de esta indisciplina priista. Comentarios alimentados a su peculiar manera por los grupos de políticos veracruzanos, tantos priistas como de oposición, que rechazan la imposición del candidato priista a la gubernatura que pretenden un sector de la clase política veracruzana. Se resisten a dejar el hueso.
Está registrada la amenaza y chantaje sobre si no es el candidato que ellos quieren, se irán con la coalición que hagan otros partidos políticos.
Por otra parte, los opositores a este grupo enquistado en el poder quieren un cambio y la única salida proviene de la ciudad de México. Un veracruzano que no pertenezca a grupos locales y que no tenga compromisos con el pasado.