Por Magda Zayas Muñoz
Columna: Momentos
2013-07-28 | 19:58:49
MOMENTOS
¡LA ZOZOBRA DE LOS FUNCIONARIOS ANTE LOS ANUNCIADOS CAMBIOS!
• MENDICIDAD Y AMBULANTAJE, RESPONSABILIDAD GUBERNAMENTAL

A unos días de los cambios ya anunciados, el ambiente es de
rumorología e incertidumbre para los que llegan o bien los que se van, lo cierto, es que uno de los más felices, como ya lo señalamos en días pasado, es Alberto Silva Ramos, el famoso Cisne, quien llegará a la Secretaria de Desarrollo Social en lugar de Marcelo Montiel Montiel y éste a su vez tomará protesta como Dirigente Estatal del PRI.
El segundo delfín del Gobernador, ya cuenta con discurso en mano para despedirse a mas tardar el miércoles de los tuxpeños, feliz y emocionado de cumplir su anhelo de incorporarse al gobierno de su amigo Javier Duarte y así, el resto de los rumores continúan como los que señalan que la actual legisladora Ainara Rementeria Coello, llegará a la Secretaria del Medio Ambiente, que habrá de abandonar prácticamente de manera involuntaria Víctor Alvarado Martínez a quien acusan de un gris desempeño.

MENDICIDAD Y AMBULANTAJE

La indagación causada por un video que ha dado la vuelta al mundo, por la manera en la que el niño Feliciano Díaz Diaz de 10 años es humillado por un inspector de Villa Hermosa, Tabasco quien lo obliga a tirar los duces que ofrece en una canastica a los turistas, no es más que una escena de vida diaria y la cruel realidad que se vive en nuestro país.
El pequeño llora desesperado mientras arroja los dulces al suelo y el inspector explica a unas personas que se encuentran en el lugar que es la segunda ocasión en la que el menor es captado ofreciendo sus dulces, como si se tratara de un delincuente que comete un ilícito y merece ser castigado.
Recuerdo en Xalapa, haber observado una escena similar; aquí se trataba de un adolecente quien con cubeta en mano y a paso firme ofrecía cacahuates y chicantanas (hormigas), y justo me percate del abuso, cuando dos inspectores, jaloneaban al joven la cubeta y se la arrebatan de las manos, tirándole la mitad del producto.
La impotencia de quien buscaba ganarse la vida de manera decente, era notoria y al mismo tiempo era triste observar la indiferencia de la gente ante lo que ocurría, entonces un grupo de reporteros nos acercamos e increpamos a los grotescos inspectores quienes ya llevaban en mano, lo que quedaba del producto del joven.
Molestos por los cuestionamientos de los medios de comunicación, regresaron al joven lo que restaba del producto y argumentaban que era la segunda ocasión que observaban al joven vendiendo en la calle, como si aquello se tratara de un tema grave y entonces la interrogante era sí a caso agravia a alguien, ni siquiera era un vendedor irregular, no esta obstruía algún espacio público y mucho menos tenía porque pagar derecho de piso.
El joven caminaba ofreciendo su producto para ganarse un dinero de manera honesta y trabajando; los inspectores quienes muchas veces hacen uso personal del producto que decomisan incurren en infinidad de abusos, molestando desde niños, hasta ancianos; y que es lo que hacen los gobiernos municipales y estatales para evitar el ambulantaje.
El caso de los menores de edad, va más allá, se trata de la explotación laboral que padres de familia realizan sobre los menores, lanzándolos a la calles, a la venta de infinidad de productos y así miles de infantes en todo el país recorren las calles no solo durante el día, sino en las noches o madrugadas ofreciendo desde rosas hasta cigarros.
La complicidad de las autoridades es más que notoria, ya que en lugar de retirar a los menores de las calles y buscar a los padres para que respondan por lo que ocurre, éstas permiten a complacencia que el fenómeno crezca y se reproduzca, al igual que la mendicidad.
Niños, ancianos, indígenas y discapacitados, bajados de camionetas, taxis y hasta vehículos particulares, en algunas esquinas de las calles principales para que pidan dinero apostándolo a la lástima, a la dadiva y la caridad.
Y qué decir de plagas como los limpias parabrisas, o bien los franeleros, que apartan los lugares en la vía pública con la esperanza de una propina; un país de nadie, sin orden y con funcionarios públicos irresponsables que en lugar de contribuir para mejorar la situación, no solo la agravan sino que a demás se allegan de recursos explotando a quienes venden u ofrecen algunos productos en la vida pública.
Nadie retira tampoco de la calle a discapacitados, ancianos y menores de edad que son explotados; por ello las escena observada en Villa Hermosa, Tabasco donde un menor es humillado por un funcionario municipal, deberían obligar a la ciudadanía a pedir a sus gobierno un control sobre lo que ocurre en nuestro país, ante la falta de oportunidades y de protección de las autoridades.
En Veracruz es una constante observar escenas similares y así en todo el territorio mexicano; la madre Feliciano apareció días después del video observado donde el niño angustiado lloraba al tirar sus dulces, apareció en escena y explicó que su hijo había ido a “trabajar” a Tabasco para aprovechar sus vacaciones y ganar algo de dinero para comprarse zapatos y útiles escolares para el regreso a clases.
Andrea Díaz Pérez, es el nombre de la señora quien vive en Romerillo, municipio de San Juan Chamula, Chiapas y dio a conocer que después de varios días se enteró de que su hijo Feliciano Díaz Díaz, fue maltratado por los servidores públicos pero que no ha podido comunicarse con el niño porque no tiene los recursos suficientes para hacerlo y mucho menos para viajar a Villahermosa, Tabasco a verlo, como lo relato el diario Tabasco Hoy.
La mujer tiene otros tres hijos: Daniel, Marcela y Ángel, de ocho, tres y un año tres meses, respectivamente y el padre de los niños, Mario Díaz Hernández se fue como indocumentado a Estados Unidos a trabajar. El pequeño según ella cursa el quinto grado de primaria y fue a Tabasco con su tía Gloria Díaz Hernández para vender dulces y ganar un poco de dinero para el regreso a clases.
Y es que no está mal enseñar a los menores a ganarse la vida, lo grabe es lanzarlos a las calles, sin ninguna responsabilidad. El menor se dijo recibirá una beca del gobierno de Tabasco para que pueda estudiar y uno se pregunta y el resto de los menores que están en la misma situación. No se trata de poner una bendita para tapar el escándalo, recordemos que a grandes males, corresponden grandes y efectivas soluciones. Los invito a recorrer algunas de las ciudades de nuestro Veracruz y observaremos la grabe situación desde quienes viven del ambulantaje o la mendicidad.

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