Por Raymundo Jiménez
Columna: Al Pie De La Letra
Banco para pobres
2013-07-22 | 09:15:08
La semana pasada estuvo en Veracruz un destacado personaje de fama mundial: Muhammad Yunus, el creador del llamado “Banco de los Pobres”.
Pero Yunus, quien es Premio Nobel de la Paz 2006 y Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 1998, no vino en plan de turista sino invitado por el gobernador Javier Duarte de Ochoa, quien está decidido a combatir la pobreza en la entidad con el sistema de microcréditos ideado por este economista de 73 años de edad nativo de Bangladesh, país donde en las últimas tres décadas el número de pobres bajó de 80 a 30 por ciento.
Convencido de que la erradicación de la pobreza es una cuestión que “nos atañe a todos”, Yunus ideó un sistema para prestar pequeños créditos flexibles con bajas tasas de interés y sin aval a las personas más pobres que, por su misma condición económica, no pueden acceder a un préstamo tradicional de la banca comercial.
Yunus estudió Ciencias Económicas en Nueva Delhi, India, y posteriormente amplió sus estudios en Estados Unidos con becas de las instituciones Fullbright y Eisenhower. Pero no se quedó en Norteamérica sino que regresó a su empobrecido país en 1972 para dirigir el Departamento de Economía de la Universidad de Chittagong, Bangladesh, su ciudad natal. Fue allí donde percibió el abismo que existe entre las teorías que enseñaba y la realidad.
Dos años después de volver a su tierra, pensó en una forma de organización social para las aldeas de Bangladesh, a las que llamó “Gram Sarker” (gobierno rural) en un intento de revolucionar el mercado. Poco después y con 27 dólares en el bolsillo ideó el microcrédito, concediendo un préstamo personal a 43 mujeres que querían iniciar trabajos artesanales. El dinero fue devuelto. Aquello le animó a ampliar el sistema y creó en 1983 el Banco Grameen.
Actualmente, el Grameen financia becas de estudios de las que se han beneficiado algunos de los hijos de las primeras “clientas” del banco, cuyo porcentaje de préstamos impagados apenas rebasa el 2 por ciento.
Además de confiar plenamente en sus “clientes” debido al buen funcionamiento del sistema, el “Banco de los Pobres” se sostiene sobre una relación personal entre el prestamista y el que solicita el dinero. Y con este sistema, Yunus ha realizado una labor que durante los últimos 25 años ha permitido conceder miles de millones de dólares en créditos a millones de personas que se han convertido además en accionistas de la entidad bancaria.
Un 96 por ciento de los créditos impulsados por esta entidad, a los que únicamente pueden acceder personas que carecen de bienes inmuebles en propiedad, ha sido concedido a mujeres, de las cuales 56% ha logrado abandonar la extrema pobreza.
La Fundación Grameen, que se desarrolló a partir del banco, fue fundada en 1997 y hasta hace seis años tenía una red internacional con 52 socios en 22 países que en ese entonces se estimaba que había ayudado ya a 11 millones de personas en Asia, África, América y el más cercano Oriente.
En España, este esquema económico de Yunus ha implicado a más de diez cajas de ahorro, con cargo a sus obras sociales, en este sistema de créditos pequeños, flexibles y baratos.
Los microcréditos, puestos en marcha en medio mundo, colaboran en el cumplimiento del objetivo fijado por la ONU de intentar erradicar la pobreza a la mitad en 2015 y que haya desaparecido en 2030. Para Yunus, la expansión de su labor le ha hecho pensar “en un mundo en el que no haya una sola persona pobre”.
El economista de Bangladesh opina que la “pobreza es la negación de todos los derechos humanos fundamentales. No ha sido creada por los pobres, sino por un sistema que lo suscitó y le dio cabida”. Por esta razón, Yunus considera que “no se debe someter a las personas sin recursos a la miseria. Eso no sería propio de una sociedad civilizada”. El bangladesí sostiene que si todos los bancos dieran las mismas facilidades a los pobres que al resto de las personas, “se erradicaría el problema de la pobreza”.
En su estancia en Veracruz –donde en una reunión con el gobernador Javier Duarte se anunció una inversión de 50 millones de pesos para impulsar empresas sociales bajo este esquema propuesto por Yunus–, el Premio Nobel de la Paz 2006 expuso que no se trata de ir contra el capitalismo sino de fortalecer a la sociedad en el aspecto económico para que no queden fuera de un sistema que predomina en el mundo.
“He venido diciendo que el capitalismo ha sido malinterpretado. Se cree que el capitalismo tiene que ver con ir atrás del dinero y eso hace que toda la gente vaya atrás de él. El dinero se ha convertido en una adicción para nosotros, es por eso que la interpretación del capitalismo ha sido incorrecta”, comentó al reportero Lev García, corresponsal del diario capitalino Reforma.
Yunus dijo al periodista que las personas son capaces de generar las soluciones a los problemas que los aquejan, entre ellos el de la pobreza. “Los seres humanos no son únicamente máquinas de hacer dinero. Los seres humanos también son capaces de resolver los problemas, por eso estamos hablando acerca de otro tipo de negocios de tipo social que no tienen que ver con la visión de las grandes compañías”, planteó.
“El capitalismo no requiere de la pobreza para funcionar. Una ventaja para el capitalismo es que la gente pueda consumir, que pueda comprar. Si tomas en cuenta que, por ejemplo, la mitad de la gente no puede comprar nada, no funciona”, argumentó.
Para Yunus, la pobreza “no se trata de un problema que pueda solucionar el gobierno, la gente tiene que solucionar el problema”. El rol del gobierno, dice, “es precisamente crear las condiciones necesarias, decirle a la gente la manera en cómo ir descubriendo sus propias habilidades, esa es la manera en que el microcrédito funciona muy bien, porque realmente es crecer”.
El gobernador Javier Duarte parece estar convencido también de que este esquema de financiamiento a los más pobres puede funcionar en Veracruz, razón por la cual ha dispuesto invertir 4.5 millones de dólares inicialmente, alrededor de 50 millones de pesos.
En Veracruz, dijo, hay 24 mil comunidades en las que se observa terreno fértil para desarrollar las empresas sociales bajo la guía de Yunus. “Queremos adaptar a Veracruz a estas experiencias de éxito. Tenemos áreas donde la pobreza y la marginación continúan. Si Bangladesh pudo con 80 mil comunidades, estoy seguro que en Veracruz vamos a poder”, sostuvo Duarte convencido de que este proyecto sí puede dar buenos resultados.
En Veracruz ya ha habido otros intentos que no han fructificado. El ex gobernador Miguel Alemán Velasco, por ejemplo, nunca pudo hacer funcionar el llamado “Banco de la Mujer” que anunció en sus campañas para el Senado de la República (1991) y para la gubernatura del estado (1998).
El ex gobernador Fidel Herrera Beltrán (2004-2010) destinó millonarias partidas a los programas de créditos a la palabra y a fondo perdido que la Secretaría de Desarrollo Económico destinó el sexenio anterior a cientos de pequeños y medianos empresarios, muchos de los cuales fueron beneficiados mediante el tráfico de influencias y algunos ni aplicaron los recursos en los proyectos presentados.
Por eso Yunus puntualiza que, para que esto sí opere, “la vigilancia de este sistema se centra en expertos que señalan cuáles de los negocios emprendidos con los microcréditos funcionan” y que “una de las estrategias es dar al microcrédito un aspecto de credibilidad para que la gente lo respete y diga si no se está utilizando correctamente”.

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