Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
Duarte y la UV
2013-07-18 | 22:04:55
Como si se tratase de otro proceso de elección popular, algunos miembros de la comunidad universitaria y hasta representantes de organizaciones sociales han comenzado a politizar la designación del próximo Rector de la Universidad Veracruzana, recurriendo a los medios de comunicación para ponderar a los aspirantes de sus preferencias y descalificar a priori, sin el sustento de sólidos argumentos académicos, a quienes no gozan de su simpatía personal ni son afines a sus intereses particulares o facciosos.
Este miércoles 17, por ejemplo, en conferencia de prensa el líder de la Gran Logia Unida Mexicana, Luis Alberto García Leyton, se pronunció específicamente en contra del exrector Víctor Arredondo Álvarez y a favor del doctor Francisco Montfort Guillén. De paso descalificó también a los candidatos identificados con la actual administración, como el secretario académico Porfirio Carrillo Castilla y la secretaria de la Rectoría, Leticia Rodríguez Audirac, pues adujo que Raúl Arias Lovillo y sus colaboradores no tuvieron iniciativa para aprovechar recursos de instituciones o fundaciones.
Sin embargo, la decisión de elegir al nuevo Rector recaerá exclusivamente en los ocho miembros de la Junta de Gobierno de la UV, los cuales habrán de deliberar con base en los argumentos y proyectos expuestos por los mismos aspirantes, y a las opiniones que recojan de los universitarios interesados en este proceso, que puede definir un nuevo rumbo, un retroceso o el estancamiento de la máxima casa de estudios.
Por ello, en apariencia se ve realmente factible que el actual Rector pudiera influir más en la decisión de los miembros de la Junta de Gobierno que el propio gobernador Javier Duarte de Ochoa, quien en septiembre del año pasado, en el Informe de Labores del periodo 2009-2013, que Arias Lovillo presentó ante el Consejo Universitario General, reconoció que la mayor victoria moral de los universitarios ha sido la conquista de la libertad, la deliberación colegiada y la consolidación de la autonomía universitaria.
Hace una semana, en una comida privada con un grupo de periodistas invitados a la Casa Veracruz, Duarte de Ochoa reiteró su respeto absoluto a la autonomía de la UV y dijo que no tenía candidato para la Rectoría. Sin embargo dejó entrever su interés porque se eligiera a alguien con el que institucionalmente pudiera entenderse y trabajar mucho mejor, hasta noviembre de 2016, como en su momento le tocó hacerlo –añoró– al gobernador Miguel Alemán Velasco, durante el rectorado autónomo que inauguró Víctor Arredondo Álvarez.
De hecho Javier Duarte no descalificó a nadie, pues dijo que a Porfirio Carrillo sí lo conocía y que también mantenía una buena relación personal con Rodríguez Audirac, Paco Montfor, Rafael Arias Hernández, Clara Celina Medina Sagahón, Manlio Fabio Casarín León y, por supuesto, con Arredondo, ex secretario de Educación de Veracruz con el cual coincidió en el gabinete estatal el sexenio anterior.
Así, pues, al reiterar que “no tiene candidato” para la Rectoría de la UV, Duarte de Ochoa parece blindarse en caso de que la Junta de Gobierno eligiera a un candidato distinto al de sus preferencias.
Es comprensible el buen deseo del mandatario estatal, pero más atinado su respetuoso comportamiento, ya que en lo personal y políticamente no lleva mala relación con el actual Rector, pues hace un mes, al asistir a la UV para anunciar la ampliación de mil 846 nuevos espacios para aspirantes que no obtuvieron el ingreso en la lista publicada a principios de junio, el gobernador Duarte dijo que “es para mí un verdadero honor y un privilegio el haber coincidido con un gran veracruzano, con un talentoso veracruzano como es el doctor Raúl Arias Lovillo, en este que ha sido uno de los esfuerzos más grandes que ha habido en la historia de nuestra universidad pública. Como gobernador del estado y como amigo –como él lo ha definido– del señor Rector, me enorgullece el trabajo y desempeño que ha venido teniendo la Universidad Veracruzana y vengo hoy aquí a subrayar como titular del Poder Ejecutivo del estado, mi reconocimiento a la labor del doctor Arias Lovillo y de todo su equipo de colaboradores de la Universidad Veracruzana, además de refrendar el total y absoluto respeto y respaldo a la Universidad Veracruzana por parte del Gobierno de Veracruz”.
Previamente, el rector Arias había agradecido la presencia de Duarte: “De nuevo viene usted a su casa, la Universidad Veracruzana, a hacer efectivo su apoyo a los jóvenes veracruzanos para que ingresen a nuestras aulas. La Universidad Veracruzana, siempre atenta y dispuesta a transitar junto con usted en este propósito, pone todo lo que está a su disposición para que su gobierno le responda a Veracruz y cumpla con sus metas en materia educativa. Esta ha sido una política que usted ha hecho suya: que el gobierno del estado de Veracruz y la Universidad caminen juntos en ese objetivo que lo identifica: ofrecer oportunidades a los veracruzanos de todas las clases sociales, especialmente a los que tienen menos recursos. A mi parecer se trata de una política correcta y plausible.”
Y es que el Gobierno del Estado aporta alrededor del 52 por ciento del presupuesto anual de la UV que este año asciende a aproximadamente 3 mil millones de pesos.
Sin contar, por supuesto, algunos apoyos financieros extraordinarios que directamente ha autorizado el titular del Poder Ejecutivo, como por ejemplo los 80 millones de pesos para concluir la Sala de Conciertos de la Orquesta Sinfónica de Xalapa, anunció Javier Duarte en septiembre de 2012 durante el último Informe de Labores de Arias Lovillo.
¿Quién le conviene más como Rector a la UV en los próximos cuatro años? Eso lo deberán deliberar los ocho miembros de la Junta de Gobierno en función también no sólo del fortalecimiento académico, sino financiero de la Universidad, pues durante la última visita del gobernador a la Rectoría, Arias Lovillo le planteó el siguiente panorama que se avecina:
“Muchas situaciones nuevas van a cambiar en la política educativa federal, en materia de cobertura, según se nos advierte en la ANUIES. Están en revisión normas y subsistemas. Las cifras informadas por el gobierno anterior están siendo cuestionadas a la baja por diferentes variables, y esto provocará que se fijen nuevos porcentajes para los próximos años.
“Ciertamente, estos cambios en el instrumental informativo, obligarán a acelerar e incrementar la cobertura en este sistema educativo, y es por eso que estoy convencido que el compromiso que vamos a asumir por segundo año consecutivo, se inscribe en las nuevas orientaciones que habrán de fijarse en el Plan Nacional de Desarrollo.
“Osea, estimado gobernador, su gobierno, por convicción propia, se prepara y anticipa ante las políticas futuras del gobierno federal en materia de educación superior; al mismo tiempo su política se constituye en una política estatal que coloca a la Universidad Veracruzana en la perspectiva, no sólo de mejorar sus indicadores actuales en materia de cobertura, sino en condiciones de mejorar la calidad de nuestros servicios.
“Tal como lo ha explicado nuestro director de Administración Escolares y responsable del proceso de inscripción, Ragueb Chaín, con su apoyo renovado, podremos abrir la convocatoria para 1,846 nuevos espacios a partir de noviembre, con aspirantes que hayan presentado el examen de admisión en el mes de mayo pasado.
“Quiero dejar constancia de que la comunidad de nuestra casa de estudios tiene un amplio reconocimiento a su gobierno y a sus políticas. Aquí no se olvida su respaldo financiero permanente a la Universidad Veracruzana. Aquí se tiene en amplia consideración su respeto invariable a la autonomía.
“El diálogo con usted ha sido siempre fructífero; ha sido franco, fluido, sin condiciones.
“Nuestra política universitaria ha estado marcada por la mesura y la vocación institucional.
“Fruto de ello precisamente es este renovado compromiso con los jóvenes veracruzanos.
“Hoy confirmamos que entre su gobierno y la Universidad Veracruzana, la relación de colaboración, amistad y respeto es sólida y perdurable, y está fundada en el objetivo de servir a los propósitos superiores de la sociedad veracruzana.”
¿Tendrá derecho Duarte, pues, como universitario y gobernante, solo a opinar también en este proceso de designación del próximo Rector, con el cual coincidirá en los siguientes 40 meses y 13 días que aún le restan a su administración?

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