Algo ocurre con el PRI, que pareciera que no existen más candidatos que los de Veracruz-Boca del Río -una de dos, o al PRI solo le interesa ganar esos municipios y distrititos, o andan muy mal en las encuestas y necesitan levantar- pero sin duda alguna dejan es desventaja al resto de los aspirantes priistas, reflejándose así una completa inequidad al interior del tricolor.
La semana pasada, acudió al puerto, Manlio Fabio Beltrones, Coordinador Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, para dar el espaldarazo a los candidatos de la región y apenas ayer arribó el presidente del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), César Camacho Quiroz.
Durante su visita, en una conferencia de prensa muy desorganizada y acompañado de los candidatos consentidos, fue cuestionado sobre los últimos hechos de violencia en la entidad y sin prueba alguna, deslindó a su partido de los enfrentamientos en algunas regiones del estado y por si eso no fuera poco justificó la violencia de militantes priistas cuando se trate de actuación “en defensa propia”.
Luego se tiro al piso y dijo que el PAN ha buscado provocar a los priistas y éstos sólo han respondido para defenderse –en plena justificación a actos vandálicos y violentos- e irónico dijo “Me preocuparía si existieran focos amarillos o focos azules, a nosotros nos gustan los focos rojos”.
Y ya para rematar le pidió al Líder Nacional del PAN, Gustavo Madero “que no chantajeen más con el ‘Pacto por México’ y traten de condicionar las reformas energética y financiera, que confía saldrán en el periodo extraordinario de sesiones”.
Ahí mismo el líder estatal, Erick Lagos, quien al parecer, no ve lo que ocurre o hace como que la virgen le habla, porque aseguró que en todo el estado se vive un ambiente de armonía y gobernabilidad en el marco del proceso electoral por lo que el partido no solicitará que se refuerce la seguridad el día de los comicios, como lo ha hecho el dirigente estatal del PAN.
Sin duda, se trata de una declaración y actitud irresponsable del señor priista quien sabe que existe un escenario empañado por hechos de violencia donde los militantes del tricolor han actuado, en algunos casos, como agresores; ojala y no se agrave el panorama y Erick se tenga que comer sus palabras al precisar que no se requiere de reforzar la seguridad.
Por lo pronto ayer, el Partido Acción Nacional solicitó reforzar la seguridad, después de que tres camionetas fueran incendiadas con bombas molotov, que pertenecían al equipo de campaña del blanquiazul para la alcaldía de Tierra Blanca
En voz de Enrique Cambranis, dirigente estatal, el PAN solicitó al gobierno que investigue hasta las últimas consecuencias el hecho porque advirtió se trata de amedrentar a sus militantes para que no salgan a votar el 7 de julio, fecha en que se eligen 212 presidentes municipales y 30 diputados locales.
Las unidades fueron incendiadas, supuestamente, por personas que a bordo de una motocicleta les rompieron los vidrios y arrojaron botellas con gasolina; “ por ello es momento de que el gobierno priista garantice que la gente pueda salir a sufragar de manera tranquila, secreta y por la persona que ellos elijan”.
Sobre el tema, ni la “autoridad” electoral, ni el gobierno del estado, han salido a rendir alguna postura, cuando es su obligación, resolver los casos que se han presentado de violencia electoral y que podrían enturbiar la jornada electoral de no reforzar la seguridad.
Si el atentado hubiese ocurrido en contra de candidatos priistas, ya habría miles de posturas oficiales, comunicados y conferencias de prensa del PRI condenando los hechos y hasta culpando de lo ocurrido. Se trata de un escenario de equidad y seguridad, que ni el Instituto Electoral Veracruzano, ni el gobierno de Veracruz están salvaguardando.
El asunto es que aquí, todos salen perjudicados, incluida la sociedad civil.