Por Magda Zayas Muñoz
Columna: Momentos
En Veracruz, se compran panistas a domicilio
2013-06-18 | 10:03:01
Escuchar a la Presidenta del Instituto Electoral Veracruzano, Carolina Hernández Viveros, resulta francamente irritante, cuando señala que la inseguridad que se ha suscitado con los asesinatos ocurridos en Martínez de la Torre y Soledad de Doblado, con un candidato suplente y otro candidato en febrero, respectivamente, no afectan el clima electoral de la entidad.
Eso sin contar los hechos de violencia donde candidatos han sido agredidos físicamente y otros más amenazados, como el caso ya muy sonado del secuestro del perredista a la alcaldía de Atlahuilco, Eduardo Cocotle Campos y a pesar de ello, la señora presidenta, dijo que los hechos aun no alcanzan niveles alarmantes.
Entiéndase entonces que para doña Carolina, se requiere que exista mayor violencia para entonces actuar o ¿Cómo? Se supone que la prioridad debería ser prevenir y no esperar a que ocurra algo peor, para tapar el hoyo como suele ocurrir y es que si bien es cierto la señora no es la responsable de los temas de seguridad en el estado, debería ser más cuidadosa antes de abordar una situación tan delicada.
No se puede improvisar o ser tan irresponsable al abrir la boca sobre hechos graves; ya continuando con el tema, jamás precisó sobre la posibilidad de requerir el auxilio del Ejercito Mexicano como lo han solicitado varios candidatos y se refirió única y exclusivamente a pedir el auxilio de la policía estatal.
La presidenta del IEV, quien no es una instancia investigadora, ni sancionadora, supuso que la violencia aun no es muy amenazante y se atrevió a especular que se desconoce si lo ocurrido es producto del proceso electoral o temas ajenos a ello.
Citó “no son constantes… de cierta manera causan cierto sentir, incertidumbre pero no podemos decir que es todo el proceso”. Lo recomendable sería que la presidenta del IEV no se meta en temas tan delicados, sino tiene la sensibilidad, la inteligencia y el tacto para manejarlos.

DAVID Y AHUED DESPRECIAN DEBATE

Que mal se vio el candidato de la alianza Veracruz para Adelante, David Velazco Chedraui, quien no llegó al debate Organizado por el Instituto Electoral Veracruzano, a pesar de haber confirmado, con anticipación, su asistencia.
Seguramente sus asesores le habrán recomendado no ir, por considerar que una campaña no se gana con debates, y aunque en parte les asiste la razón, la actitud que asumió, lo hace ver como un político indeciso y que no cumple con sus compromisos.
Debió de haber señalado desde un inicio que no acudiría y no evadirlo de una forma tan absurda. Con cinco de los siete candidatos a diputados locales por el distrito de Xalapa Rural se llevo a cabo el debate.
Llegaron Alberto Isaac Meza Abud, candidato del Partido Alternativa Veracruzana; María Teresa Bernal Velázquez, candidata del PRD; Rubén Ricaño Escobar del Movimiento Ciudadano; María del Carmen Gabriela Zamudio del PAN e Irineo Domínguez Méndez, del PT.
Por otro lado, Ricardo Ahued, candidato a la diputación local por Xalapa Urbano de la alianza “Veracruz para Adelante” tampoco llegó, aunque este nunca confirmó su asistencia. Y uno se pregunta ¿a que le tendrá miedo el empresario del plástico y uno de los mayores comerciantes de productos chinos en la capital del estado?
Dicen que la soberbia le ha invadido al ex legislador federal que votará a favor del gasolinazo y cree que solo con su nombre es capaz de arrasar en las urnas y es que la campaña lo ha mareado, tanto que la gente se empieza a dar cuenta que Don Ahued no es lo que pensaban.
Ya se ha hecho de muchos enemigos, entre ellos, los jóvenes, de quienes se burlo pidiendo su apoyo y luego arrebatándoles la posición, para colocar a su defeño y joven aliado, en la regiduría número uno, Rogelio Álvarez Arroyo. Se olvida el señor del fuerte capital de los jóvenes a quienes ha burlado sin la menor de las contemplaciones.

GUERRA DE AZULES

Que torpe resulta la estrategia del escándalo para tratar de ganar una campaña electoral y ahora el chantaje de panistas que anuncian su salida por inconformidad, hechos que son resaltados por las propias autoridades estatales para denostar al PAN.
La salida de la legisladora Silvia Monje ha sido difundida como si se tratara de un hecho atroz, cuando es parte de la democracia que un militante renuncie a un partido político por así convenir a sus intereses. Pero aquí se trata de darle en la torre a Yunes Linares y familia.
Ahora los azules están de moda y para ello, ha resultado francamente redituable, ya que su adhesión al partido que gobierna, ha sido bien remunerada. Que pésima manera de mal gastar los recursos del pueblo comprando dizque panistas “destacados” que en muchas de las ocasiones no suman ni un voto a los candidatos priistas. @magzamu

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