Pareciera una norma de la clase política el mencionar al nuevo presidente Enrique Peña Nieto o al gobernador Javier Duarte de Ochoa en cualquier anuncio que hacen sobre proyectos o planes que en numerosas ocasiones ni siquiera se llegan a realizar, pero ya dejaron involucrados a los altos funcionarios que en la mayoría de los casos ni siquiera están enterados, de lo que supuestamente ellos ordenaron. Es la clase “barbería política” a la que están acostumbrados a un servilismo que no corresponde al nivel educativo de los nuevos funcionarios con grados académicos de prestigiadas universidades extranjeras.
A los reporteros que escucharon estos anuncios cuando interrogan a los ejecutivos que supuestamente ordenaron estos programas o trabajos, es natural que pongan caras de ¿What? Y no saben que contestar a estos cuestionamientos.
A fines de semana el secretario de Comunicaciones del estado, Raúl Zarrabal ferat, dio a conocer que por instrucciones del Jefe de la Nación y del Ejecutivo Estatal que iniciando el año se iniciarían los trabajos para terminar la carretera de la Riviera Veracruzana hasta la población de Antón Lizardo con una inversión de más de cien millones de pesos.
Se le pidió al corresponsal del Corporativo de Imagen del Golfo que entrevistará al nuevo titular de esa dependencia federal Gerardo Ruiz Esparza, obviamente la respuestas es que desconocía de lo que se le estaba hablando y que ni siquiera sabía en donde se encuentra la Riviera Veracruzana. Ruiz Esparza fue secretario de Comunicaciones del Estado de México y si le preguntan de la carretera de Toluca a Ixtapan de la Sal, seguramente que habría respondido. De allí que se salió por la tangente e informó al cuestionamiento de la importancia de esa dependencia para generar desarrollo y crear empleos. Pero el anuncio de Zarrabal Ferat de la ampliación del camino de Mandinga.
Por favor que no invente.

El color como ideología
Al fin se acabó el terrible mito político del color de las corbatas.
Aquello de que los priístas tenían como obligación usar estas prendas de color rojo, que los del PAN, tenían que tener una colección de todo tipo de azules desde claras color cielo hasta marino y los perredistas el amarillo que casi no combina con el casimir de los trajes.
El Tío Fidel Herrera durante su administración tenía obsesión por pintar escuelas, hospitales y hasta las banquetas de color rojo, de allí el lema de que “Veracruz late con fuerza” por el tinte del corazón y de la sangre, comentan algunos enemigos malosos, --los del fuego amigo--, que hasta en su ropa interior no podía faltar una prenda colorada.
Para que hubiera problemas de la moda ideológica se popularizaron las rayas diagonales y con ello una variedad del tecnicolor. Si se fijan los altos funcionarios se inclinan por el gris plata y los ribetes dorados. Pareciera ahora que en lugar de eventos públicos asisten a bodas. Extrañan los políticos que vivieron fuera del presupuesto la vestimenta del entonces presidente Luis Echeverría, con una guayabera se podían presentar como si fuera la de mayor gala.

La Biblia del final del mundo.
¿Qué siente al pensar en el 21 de diciembre, fecha del calendario maya en que según algunos, acontecería un cambio mundial? Dependiendo de lo que haya esperado, puede que sienta alivio, decepción o indiferencia. ¡Fue esa una más de tantas predicciones equivocadas sobre el final del planeta?
¿Y que dice la Biblia cuando habla del “fin del mundo”?:
“El mundo que tiene que pasar no es la Tierra, sino los seres humanos que no hacen la voluntad de Dios. Tal como un cirujano le saca un tumor canceroso a un paciente para librarlo de la muerte. Dios eliminará de la Tierra a los malvados para que los buenos puedan disfrutar al máximo la vida. En realidad “ el fin del mundo” es algo bueno . La biblia hacerlo verlo de esta manera positiva al traducir dicha por la conclusión del sistema de cosa. Si tanto el hombre como la Tierra siguieran después del final, ¿no es lógico que se inicie una nueva era, un nuevo sistema de cosas? La Biblia contesta de manera afirmativa. Pues según Lucas menciona un nuevo sistema de cosas venidero.