Quién conoce la realidad de la violencia que ha registrado México durante el último sexenio que administró Felipe Calderón? Se aseguran que hubo más de sesenta mil muertos, otros afirman que se llegó a los cien mil.
No hay cifras concretas. El gobierno calderonista siempre operó dentro de la opacidad para ocultar los hechos. No se sabe cuántos muertos o desaparecidos hay. Y quién fue el que los mató.
Existe un desconocimiento total, si eran inocentes, pandilleros, sicarios, extranjeros, migrantes o mexicanos. No hay expedientes y muchos de ellos permanecen en calidad desconocidos en tumbas generales.
Los datos duros y la información precisa son básicos para elaborar estrategias para dimensionar el problema y que haya resultados.
En la Cuenca del Papaloapan y el sur del estado de Veracruz se consideran como campo vedado, donde impera la violencia y existe una total impunidad. Se maneja una lucha de casa por casa en Cosamaloapan donde utiliza el ejército y la armada hasta tanques anfibios para derrotar las numerosas gavillas que operan al margen de los cárteles conocidos. Es una guerra declarada que no trasciende a los medios.
Si el gobierno de Peña Nieto busca reducir estos elevados índices de homicidios, extorsiones y secuestros debe partir de cifras reales para que se conozcan los resultados y estos sean creíbles.

Están en la mira los refrescos

México es el consumidor de refrescos número uno a nivel mundial. El consumo asciende a 163 litros por persona cada año. Supera al doble a lo que gastan los norteamericanos en este tipo de bebidas.
Los refrescos embotellados contribuyen de manera alarmante al sobrepeso y la obesidad que colocan a nuestro país dentro del más elevado nivel de este grave problema de salud.
Senadores del PAN y del PRD propusieron un incremento del 20 por ciento a los impuestos federales de esta bebida a fin de desalentar su consumo entre la población mexicana.

Un veracruzano en el IMSS

José Antonio González Anaya, originario de Coatzacoalcos, es de los jóvenes que han destacado como estudiantes y por sus grados académicos en las Big Ten de los Estados Unidos merece las mejores calificaciones para desarrollarse en puestos públicos de primer nivel.
Hijo del ingeniero de la UNAM, Pepe Toño González, un eterno enamorado de aventuras marítimas, se pasaba largas temporadas veleando en Puerto Vallarta y fue el navegante permanente de la “Mari Galante” que recorriera el mundo, embarcación similar a las que usara Cristóbal Colón en el descubrimiento del Continente Americano.
González Anaya que trabajara en los sexenios panistas en la Secretaría de Hacienda, ahora ha sido designado por el presidente Enrique Peña Nieto, director del IMSS, institución en la que inició sus labores oficiales al lado de Santiago Levi. Es egresado de la Universidad de Harvard y del Instituto Tecnológico de Massachusetts. Por el grado académico se cuenta con el talento y la capacidad, pero se requiere el padrino político. Está casado con una hermana de Paula Gerard, actual esposa del expresidente Carlos Salinas de Gortari, el nuevo mandamás en el gobierno federal.
No se puede perder de vista al veracruzano Elías Miguel Moreno Brizuela, el primer designado como Jefe de la Oficina del Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, lo que indica la cercanía e identificación con el funcionario de más alto nivel ajeno al gobierno federal.
Dentro de esa dependencia tiene tres sexenios acumulados Moreno Brizuela. Fue el responsable de Protección Civil con Marcelo Ebrard, designado como el mejor alcalde del mundo y nombrado para un puesto de alta jerarquía en la ONU.