La ambición por el poder es lo más difícil de ocultar, se llega al grado de la prepotencia hasta de oponerse a los deseos del gobernante en turno y crear este tipo de camarillas de desleales funcionarios con sus propios cotos de poder.
Son servidores públicos que conocen la influencia que pueden tener en algunos medios de comunicación y para ello los utilizan para su beneficio propio, no obstante que afectan al conspirar en contra de la imagen del ejecutivo estatal.
En este esquema de codicia figura tener el control del Orfis, el órgano fiscalizador, que de pronto se convirtió en esta época postelectoral en la cereza del pastel, por la importancia política y económica que tiene el control en el manejo de las finanzas estatales y municipales.
Vender protección y permitir el uso ilegal de los recursos públicos es sin duda uno de los negocios burocráticos más redituables.
Con el fin de armar prematuramente un equipo político de trabajo para actividades futuras donde no se soslayan las próximas candidaturas locales, reconocidas y autorizadas fuentes de los pasillos del palacio manejan los nombres del contralor Iván López, el diputado Américo Zúñiga y otros personajes que presumen de una estrecha cercanía del gobernador Javier Duarte de Ochoa.

LEYES ELECTORALES OBSOLETAS
Maestros de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, a la que nos reincorporamos en este semestre, apuntan que los magistrados del TEPJF no cuentan con los dictámenes elaborados y votados por el IFE sobre las numerosas quejas presentadas sobre la inequidad de los gastos de campaña del PRI.
Por eso está en chino la invalidez electoral que marca nuestra Constitución.
De manera absurda se encuentra desvinculada la fiscalización de la campaña con la calificación presidencial.
El IFE rechazó la petición de la coalición de partidos de izquierda para crear un procedimiento extraordinario sobre la fiscalización de los gastos que se hicieron sobre la compra de votos. La autoridad no acata los tiempos ni las modalidades establecidas por las leyes.

RESURGE EL PRIAN
La decisión ya está tomada por la cúpula del PAN, Felipe Calderón, Gustavo Madero y la propia Josefina Vázquez Mota, llegaron a un acuerdo para trabajar y apoyar a Enrique Peña Nieto, hay un pacto de no bloquear su validez en la cuestionada elección, como trabajar de común acuerdo en las Cámaras de Diputados y Senadores.
Habrá de nuevo el PRIAN que permitió que asumiera sin problemas la presidencia Calderón Hinojosa, aunque lo hiciera por la puerta de atrás.
La candidata Vázquez Mota no quiso quedar fuera de esta negociación y se ofreció de inmediato y afirmó: “Dadas las condiciones en que se desarrolló esta campaña, el nuevo gobierno solo adquirirá plena legitimidad si muestra disposición a hacer una reforma política profunda.”
Se puso de tapete la que aseguraba que sería una presidenta diferente.
Saben que el productivo PRIAN resulta en esta ocasión indispensable para que asuma el gobierno el PRI.
También en el PRD se tejen las ignominiosas alianzas, el que fuera presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, Guadalupe Acosta Naranjo, persona plenamente identificada de los “Chuchos” busca distancia con la izquierda y hace ruido mediático para que el PRI se fije en este ofrecido y oportunista interlocutor al grado que se rumora que está dispuesto hasta de cambiar de partido y unirse al resurgido PRIAN.
No es ninguna sorpresa que la clase política mexicana carece de ideologías y principios, así está escrito en la historia.

Iván López Fernández
Américo Zúñiga
Felipe Calderón
Vázquez Mota