Este fin de semana se reunirán en un lujoso hotel de Juriquilla, en el estado de Querétaro las cúpulas partidistas del PAN, para continuar la confrontación entre los calderonistas y los maderistas, la cual ha llegado a tal encono que pudiera ocurrir lo que pasó con la profunda división del PRI en 1987, con el surgimiento de un nuevo partido político. Donde salió la izquierda y se quedó la derecha.
La fuerza de Felipe Calderón es muy relativa, ya perdió en dos ocasiones, primero al tratar de imponer a Ernesto Cordero como su candidato presidencial y después a Roberto Gil Zuarth, como líder partidista. Aunado que va de salida y con un saldo negativo como presidente de México.
Se tratará en esta ocasión de buscar un culpable de la debacle azul que lo remitiera al último lugar de la partidocracia tripartita que existe en el país.
La pelea política se centrará sobre los perfiles de los coordinadores de las fracciones panistas en las cámaras de diputados y senadores. Ellos serán los únicos con posibilidades de negociar con el próximo gobierno federal y con los líderes de los partidos del PRI y el PRD.
En esta ocasión los legisladores azules electos de Veracruz tienen un papel importante, por ser la entidad con mayor numero de votantes donde triunfara su candidata Josefina Vázquez Mota. El mago de la victoria se lo adjudican a Miguel Ángel Yunes Linares, quien tendrá voz y voto, para la selección de candidatos a las presidencias municipales de la entidad veracruzana el próximo año.
Alcaldías muy codiciadas por ser un productivo cuatrienio que transforma de manera sustancial la vida económica de los ediles, tomando en cuenta que ellos saldrán al mismo tiempo con el gobernador Javier Duarte de Ochoa, que son los últimos años donde existe el mayor dispendio.
Estos futuros munícipes tendrán un papel destacado en las elecciones de renovación de la gubernatura, diputados locales y municipios, de allí que sean los más codiciados, tanto por el tiempo que durará su gestión como la influencia que podrían tener en los cambios de renovación de los poderes ejecutivos y legislativos de la entidad.
Estos candidatos municipales y legisladores locales tendrán un sello propio de los aspirantes a la próxima gubernatura, lo que permitirá conocer quien tiene más fuerza entre los dos aspirantes visibles del partido tricolor en las figuras de los senadores electos de José Yunes Zorrilla o Héctor Yunes Landa.
También se conocerá quien de la familia Yunes Márquez será el que participará como abanderado panista en la contienda estatal o dejarán que el patriarca Yunes Linares contienda nuevamente.
Por el lado de la coalición de los partidos de la izquierda dependerá de una determinación del centro, donde tendrá mano el entonces exJefe de Gobierno de la ciudad de México, Marcelo Ebrard.
Hay que tener presente que en el caso del PRI, la resolución de quien será el candidato a gobernador de Veracruz, será tomada en la capital dela República. Donde medirán fuerzas Luis Videgaray y Manlio Fabio Beltrones, lo que permitirá también vislumbrar quien será el futuro candidato presidencial.
En la particular política veracruzana los procesos electorales que se avecinan, tendrán la ventaja o desventaja, según se vean, que la mayoría de las cartas estarán destapadas con mucha anticipación.
La magia de la duda e incertidumbre política no existirá. A partir del próximo año la ciudadanía veracruzana conocerá a los próximos protagonistas.
No se puede descartar que al igual que este año la pluralidad electoral de Veracruz se repartió en tercios y que los tres candidatos a ocupar la silla de Los Pinos rebasaron el millón de votos.
Los ochenta años que tiene el partido tricolor en el gobierno estatal será el hándicap negativo para los candidatos tricolores. Rebasan los priístas por mucho los records de las más viejas dictaduras del planeta. Rompen marcas olímpicas y mundiales en permanencia.