Se vivirán varias semanas en un compás de espera. Como lo anticipamos en un artículo anterior, nadie cree que el Tribunal Electoral Federal vaya a cambiar y acepte que se violó la Constitución y que las pasadas elecciones no fueron limpias y mucho menos equitativas. Lo ocurrido es motivo de un buen estudio.
Más que cuestionar qué fue lo que ofreció el PRI, además de dinero y sofisticadas trampas, qué fue lo que la izquierda no ofreció.
El gran equívoco de la coalición de los partidos de izquierda fue la de operar de igual manera que las estructuras del PRI, en vez de abocarse a cambiar las reglas. El gran error de emularlos en vez de rechazar la forma de hacer política que ellos durante siete décadas las instauraron. En ningún momento, el candidato Andrés Manuel López Obrador logró pactar con los corruptos líderes sindicales, no llegó a ningún arreglo con los narcotraficantes, ni siquiera un buen acuerdo de beneficios con los hombres del dinero.
Se olvidó el tabasqueño como es vivir bajo la entraña del PRI como gobierno. Recordar la frase del gurú mexiquense Carlos Hank González ahora que uno de sus aventajadas pupilos del grupo de Atlacomulco retorna a Los Pinos. “Un político pobre es un pobre político”.
La mejor explicación que se ha dado sobre lo que pasó el pasado día primero de julio, es la del escritor Mario Vargas Llosa quien había sentenciado que si México permite que regrese el PRI a la Presidencia, es porque es un país de masoquistas.
Para un especialista de la ciencia política que se consultó le resultaba muy interesante saber y comprender los motivos de aquellos que votaron realmente por Peña Nieto sin ofrecimientos de dinero o favores de por medio. Es motivo de una curiosidad sobre qué piensan y qué se imaginan con el regreso de los priistas.

PAN Y PRD SE UNEN
El senador del PAN, Rubén Camarillo, sentenció al candidato priista Enrique Peña Nieto de que la propuesta de combatir la corrupción es un cargo de conciencia ante los casos que se han visto involucrados gobiernos estatales del PRI. El senador del PRD, Carlos Sotelo, indicó que las propuestas del mexiquense son solo una cortina de humo ante los temas de la impugnación y la escandalosa compra de votos.

OTRA PATADA
En alguna pasada columna se había comentado la invitación que le hicieran a este reportero la Facultad de Ciencias Política y Sociales de la UNAM para impartir un curso de verano sobre Géneros Periodísticos, y de acuerdo a esta opción inicial, la posibilidad de reincorporarme a la plantilla de catedráticos de dicho centro de estudios, a la que pertenecí durante la friolera de 18 años.
Es el pretexto que tomaron en esta ocasión los ejecutivos de esta empresa para mandarme durante las semanas siguientes a desempolvarme y de esta manera tan sutil deshacerse del molesto e impertinente Maquiavelo.
A veces no entiendo a mis jefes, no sería más fácil decir tómate unas merecidas y necesarias vacaciones y darme un dinerito. Con eso de que la UNAM es la que paga, hasta se ahorran ese concepto de la prima vacacional.
Como siempre surgen las dudas si la invitación fue una petición hecha por los propios directivos de este corporativo periodístico a sus amigos de nuestra máxima casa de estudios del país. En esta ocasión, se agradece por vivir de nuevo el cristalino ambiente universitario y olvidarse por un tiempo del pesado y oscuro clima poselectoral que se vive a lo largo y ancho del territorio mexicano.
Extraña razón de tipo educacional por la que durante este mes no estaremos presente en este espacio.