Después de la fecha establecida por el Tribunal Electoral para validar o rechazar la elección presidencial, nada en el país será igual. Se puede anticipar una etapa intensa y violenta donde se expresarán muchas tensiones acumuladas y las diversas contradicciones de nuestra realidad política.
Por razones obvias la sociedad mexicana espera que la clase política actué con una gran sensibilidad y capacidad de percepción de lo que espera el pueblo mexicano. Todo ello deberá ocurrir durante las próximas semanas y debe comprometerse la voluntad política de los protagonistas de la pasada elección.
El cambio debe traducirse en una sustantiva reforma que haga posible la adopción de nuevas estrategias para terminar con la inseguridad y lograr el progreso y el bienestar.
Una agenda de políticas públicas que atienda los reclamos ciudadanos más allá de las identidades partidistas. Reconocer la pluralidad y la tolerancia como punto de partida para construir mecanismos de colaboración.
La urgencia de un nuevo arreglo de convivencia política como punto prioritario debe ser la nueva agenda que permita sacar al país de la compleja crisis en que se encuentra. Quedó más que comprobado el fracaso de los gobiernos panistas por la falta de acuerdos al imperar en sus líderes los intereses electorales.
Hay que empezar de nuevo.


Discriminan a funcionaria
Pareciera que la clase política pierde sus derechos cuando se trata de su vida privada. Lo que es normal y hasta natural para cualquier ciudadano, pero se aborda de manera diferente cuando se trata de servidores públicos.
Muy comentado en varios medios nacionales un video de una funcionaria de la Secretaría de Cultura de Costa Rica, que en ropa íntima le manda un mensaje a su amado y esto bastó para que fuera de inmediato despedida.
Por tratarse de un funcionario la vida privada no existe. Karina Bolaños la hermosa tica envía este video a su amante y como es la esposa de un diputado, el escándalo adquiere otra dimensión, que no tiene ninguna explicación y mucho menos justificación para que perdiera su trabajo, sobre todo si ella cumple merecidamente con su responsabilidad en las labores públicas.


Veracruz no se le da
Con justificada razón existen grandes esperanzas en el estado de Veracruz que las cosas cambiarán sustancialmente con el cambio de gobierno federal. Desde la época de Vicente Fox que estableció una estupenda relación con el gobernador Fidel Herrera Beltrán, con la llegada de Felipe Calderón a la Presidencia de la República, hubo un cambio radical, el trato fue diferente en todos los aspectos tanto en lo económico como en lo político.
Se vive en el país y en el estado una etapa de transición política y económica caracterizada por la incertidumbre. La única certeza que se tiene es que se gobernará en forma diferente a las orientaciones y practicas con las que gobernó el último presidente de Acción Nacional.
Afortunadamente sólo le quedan unos cuantos meses de tener el poder federal el singular michoacano. Lo opuesto a Fox Quezada que se sentía jarocho, a Calderón Hinojosa lo veracruzano no se le da. No hay ocasión en los eventos públicos que se realizan en la entidad con la presencia del Jefe de la Nación, donde el aprovecha para manifestar su rechazo a la pasada administración y de paso reducir en el presente el necesario apoyo oficial para el desarrollo a la entidad veracruzana.
Es una sequía establecida por el gobierno federal para el sostén y soporte de la economía estatal como la de restringir los recursos para la armazón de los andamios de la obra pública. Calderón no oculta en sus palabras el cierto malestar partidista que se remonta desde que fuera coordinador en la Cámara de Diputados y con ello un viejo rencor acumulado y ahora acelerado, consciente que el tiempo se le acaba y sus posibles anheladas venganzas políticas quedarían pendientes.