Todos aquellos distritos donde los diputados federales del PRI que estaban en funciones y que brincaron hacia otros cargos de elección popular, ocurrió algo que estaba más que previsto, en la gran mayoría de los casos de dichos distritos electorales se perdieron en las pasadas elecciones de julio de este año, como una señal inequívoca que la sociedad veracruzana no aprueba que si bien ganen esta clase de políticos los pasados comicios y tiempo después dejaron sus puestos en la búsqueda de nuevas posiciones.
Reprueba el pueblo la ambición de estos funcionarios.
Si bien se justifica en el caso del gobernador Javier Duarte por la importancia de la gubernatura, que dejara el cargo de legislador federal, para el pueblo de Córdoba su reacción fue diferente y votó en contra del candidato licenciado Francisco Cessa Servín, aspirante priísta a ese cargo electoral. Aunado a los irreconciliables pleitos internos que existen en esa ciudad de los treinta caballeros.
Donde están todos contra todos y el grave equívoco de poner como operadores políticos a funcionarios Harry Grapa y Juan Manuel Castillo González que saben de otras cosas como banquetes o reuniones sociales actividades muy ajenas al complejo quehacer electoral. Un oficio que requiere sensibilidad y conocimientos.
Esta misma situación se dio con los que fueron diputados federales como Carolina Gudiño y Salvador Manzur de los codiciados distritos de Veracruz y Boca del Río, donde sus posibles sucesores legislativos Ángela Perera y Oliver Aguilar perdieron como una clara señal de desaprobación por haber brincado los anteriores legisladores a los cargos de alcaldes y con ello abandonaron sus cargos para los que habían sido electos.
Es una advertencia a fin de que no se les ocurra repetir esa triste experiencia con los últimos diputados federales electos del PRI, que ya planean desde ahora buscar las presidencias municipales. Ni siquiera han protestado y han tomado posición de su curul o escaño cuando ya se estén promocionando para las próximas alcaldías.
Cuando se burlan del pueblo este los sanciona.

El vecino de Ciudad Juárez
Por estrictas medidas de salud, la moderna ciudad de El Paso, Texas, se ha convertido en el cuartel del exgobernador Fidel Herrera Beltrán. En dicha ciudad se encuentra el legendario Fort Bliss, una de las zonas militares que concentra a cien mil soldados norteamericanos y los mejores especialistas en reconstrucción de maxilares, situación que afecta a miles de veteranos y que en el caso específico del exgobernante veracruzano es una grave dolencia que padece el político de Nopaltepec que se remonta desde el accidente que sufriera durante la campaña presidencial de Luis Echeverría. No vive como “mojado”.

El codo de Calderón
Durante la pasada reunión del presidente Calderón en Juriquilla con los legisladores electos del PAN, el mandatario reconoció que equivocó su estrategia electoral para que su partido político se fuera al tercer lugar.
Al examinar los resultados aceptó que su mayor despiste fue en la selección de malos candidatos y la falta de dinero como los principales elementos culpables.
Sin recursos no su puede ganar y de manera tácita admitió que el triunfo del PRI se logró a base de cuantiosas sumas de dinero gastadas para que el tricolor y con ello reconquistar la Presidencia de la Republica.
A través de un informe confidencial de la Secretaría de Hacienda y sus relaciones con instituciones bancarias, descubrió demasiado tarde su error en lo que invirtió en su partido en relación a lo gastado por los priístas.
Coincidentemente la diferencia cuantitativa de votos esta relacionado con el derroche de unos y el ahorro de otros. Admitió que se equivocó en esta crucial materia de finanzas políticas. En la Libre de Derecho lo le enseñaron otras cosas.