Para el común de la gente resulta inexplicable la forma como trabaja la clase política mexicana. La mayoría de los funcionarios tienen la gran virtud de ser como los trabajadores multiusos. Desde que nacieron tienen el talento y la capacidad para desempeñar cualquier función de un servidor público.
Son todólogos pueden hacer cualquier trabajo, saben de albañilería, boleros, notarios, líderes de partido, titulares de cualquier secretaría de Estado.
La gran mayoría de las personas que buscan empleo en nuestro país no existe ninguna condición o requisito. En la solicitud de trabajo escrita o verbal sólo piden “en lo que haya” Ellos hacen de todo, al igual que nuestros políticos. Y esto ocurre en todos los niveles.
El que fuera secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos, durante los primeros años del gobierno de Felipe Calderón, ha sido nombrado secretario de Educación. Semanas antes era un aspirante a la gubernatura de Guanajuato.
Es el mismo funcionario que provocó la peor recesión económica por colocar al país en un estado de sitio sanitario por aquella epidemia de influenza A-H1N1, que el entonces gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán colocara una estatua al niño que fuera el primer infectado.
La variedad e importancia de los cargos políticos no tiene ningún límite. Es la maestría en todología de la clase política mexicana.
¿Qué sabrá el doctor Córdova Villalobos de Ciencias Pedagógicas? ¿Es la persona idónea para lidiar con la líder perpetua del SNTE, Elba Esther Gordillo?
Posiblemente tenga estudios neurológicos y psiquiátricos. Aunque los haya pasado de panzazo.
Una decisión presidencial donde no importan si sabrá manejar a los miles de maestros en huelga y los millones de alumnos que no pueden recibir clases por los conflictos magisteriales.
¿Qué culpa tienen los niños y la educación pública nacional para darle trabajo a un saltimbanqui del calderonismo?
Los cargos se reparten de manera caprichosa por los gobernantes. No importa si están capacitados o si tienen alguna experiencia.
En la gran mayoría de los casos de los miembros del gabinete estatal o federal no tienen los estudios ni la experiencia laboral para desarrollar los elevados puestos que desempeñan.
¿Cuántos de ellos poseen la carrera de universitaria de Ciencia Política y Administración Pública?
Los estudios profesionales realizados son completamente ajenos a la actividad política que desarrollan.
La carrera parlamentaria tiene sus bemoles y se puede decir que casi la totalidad de los legisladores desconocen a detalle este importante oficio cuya función primaria radica en mantener un equilibrio con el poder ejecutivo. No se debe olvidar que los legisladores federales son pares con el Presidente de la República al igual que los locales con el gobernante estatal. Tener el talento y el conocimiento para esta trascendente actividad parlamentaria. Los fundamentos legales y administrativos en la formulación de iniciativas y propuestas y la tarea de cabildear a favor de sus representados.
No son diestros ni conocedores en la elaboración de las leyes.
Todo converge en esta falta de estudios y experiencias para el buen desarrollo de este quehacer público. De allí el tradicional dicho de “por eso estamos como estamos”

UNA ELECCIÓN DE TERCIOS

Se consideran estos días previos al inicio de las campañas políticas federales, como el momento en que se acercan los caballos de carreras hacia el arrancadero.
La importancia que le han dado los politólogos capitalinos a la foto de salida.
Al entrar en vigor la veda de las campañas electorales, existía una tremenda distancia entre el puntero de salida, Enrique Peña Nieto, con sus dos acérrimos competidores. Desde ese momento se inició un tobogán para el priísta y con ello la confirmación de las tendencias que señalan un corrimiento en las encuestas para llegar a esta cercana fecha clave, donde las diferencias son menores a un dígito lo que implica que serán elecciones muy competitivas de sólo tercios.