Las declaraciones de estos últimos días de Alejandro Montano criticando a Héctor Yunes Landa y este último defendiendo a Humberto Moreira, nos hacen pensar de la urgencia de algunos diplomados para evaluar la responsabilidad que tienen empleados y funcionarios de toda especie, para que pueda decirse que la moral es la base de la política.
Que el dirigente de la CNOP asegure que la política en Veracruz ya cambió y que nadie puede imponer candidatos, acusando de manera indirecta al líder estatal de hacerlo y contradiciéndose al afirmar “porque hay un líder y hay un jefe político, que el que esta delineando la estrategia política conforme a los lineamientos nacionales”
Dar línea o imposición es lo mismo, estimado amigo.
Y don Héctor Yunes Landa sorprende al afirmar que “El PRI veracruzano no está debilitado ni fracturado y que tampoco se desprestigió con la salida de Humberto Moreira, al contrario está más fortalecida la imagen del PRI”
¿Fortalece al PRI que sus exgobernadores sean delincuentes?
Para que vean que no hemos cambiado. Seguimos igual pero más eficientes y mejorados, ahora dejamos deudas de decenas de miles de millones.
“A Humberto Moreira hay que agradecerle su contribución” dijo Yunes Landa emocionado. “Ahora estamos más fortalecidos”.

Ignorancia política

Rogelio Franco Castán, diputado local perredista, asegura que no existen precandidatos de los partidos que integran la coalición de la izquierda mexicana. Sería interesante que solicitara a la agrupación del Colegio de Abogados de México, quienes son las personas que figuran claramente en las preferencias del electorado de los veracruzanos. Paradójicamente son políticos allegados al único candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, que el comité estatal nunca apoyó por atender las indicaciones de Los Chuchos.
En su ignorancia política llevan la penitencia.

El Clon de Vicente Fox

Lo que le ocurrió a Enrique Peña Nieto, es lo mismo que años atrás pasó Vicente Fox, donde demuestran que carecen de un mínimo de cultura y confunden a los autores de obras literarias, porque simplemente no las han leído.
Periódicamente invitaba al columnista el entonces gobernador de Veracruz, Agustín Acosta Lagunes, a desayunar a su casa en la ciudad de México, el tema compulsivo era sobre los últimos libros que había leído.
La pregunta era obligada sobre si ya lo tenía y leído. Tenía que confesarle que ni siquiera sabía de su existencia. En la sobremesa me enseñaba que los periódicos que eran sus favoritos, eran el New York Times y el Washington Post.
No había duda que era una persona muy culta.
En la próxima cita me preparé y me tocó cuestionarlo sobre los autores literarios de ese momento y me di cuenta que lo había sorprendido. Como remate me acerqué a donde estaban sus periódicos estadounidenses y le dije:
Agustín, ni siquiera le has quitado las fajillas que envolvían esos diarios.
A partir de aquel día cambió sustancialmente el tema de los desayunos.
Se recuerda que la escuela de donde salió Vicente Fox es de la Universidad Iberoamericana y por razones de su lentitud en el aprendizaje, cuando terminó sus estudios superiores fue cuando ya era presidente electo del país. Enrique Peña Nieto, finalizó sus labores escolares en la Universidad Panamericana. Ambos son egresados de escuelas privadas y manejadas por religiosos. Centros académicos donde hay preferencia por sus enseñanzas doctrinales y se niega la existencia de Benito Juárez.
En la Universidad Panamericana que pertenece al Opus Dei, no se admiten a alumnos o profesores que estén divorciados o que vivan en unión libre con su pareja. De los gays o lesbianas parece que no son mal vistos, por aquello de la pederastia desde que son seminaristas. No se puede olvidar que dentro de sus actos oficiales lo primero que hicieron Vicente Fox y Enrique Peña Nieto fueron las visitas al papa en funciones y viajaron a la propia sede del Vaticano. No hay duda que son parecidos tanto por sus estudios como por sus conocimientos literarios.
No señor candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, No se trata de Martín Burger King, sino de Martín Luther King. De hamburguesas a líderes hay sus diferencias.