Ahora resulta que los pre y los candidatos a la silla presidencial les ha dado por escribir y convertirse como por arte de magia en improvisados autores de libros, situación que no solo ha molestado sino irrita en extremo a los auténticos intelectuales mexicanos. Una limpia actividad que se contamina y corrompe.
En primer término, los niveles de cultura y conocimientos son diferentes. Es una selectiva clase que tiene en su gran mayoría una ideología totalmente opuesta a la convenenciera clase política del país.
Es como los políticos metidos a periodistas. Como si dijera Quico el personaje del Chavo del Ocho. Mezclarse con la chusma, chusma.
El priista Enrique Peña Nieto recorrerá el país con su libro “México, la gran esperanza”; “Nuestra oportunidad, un México para todos”, es el libro de la panista Josefina Vázquez Mota, y por otro lado, el economista Ernesto Cordero, también de los blanquiazules, junto con su compañero de partido el senador con licencia Santiago Creel, también preparan su libro para aprovechar los cultos reflectores del lanzamiento de sus libros.
El problema de la demora de sus supuestos y sesudos textos, es que los que escriben por encargo estos libros están agobiados de trabajo, por esta nueva y exótica moda impuesta por los políticos mexicanos, los cuales están dispuestos hasta a contratar a periodistas de medio pelo, aunque sean de sociales o de la sección deportiva.
Los de la nota roja y policíaca están muy ocupados para la guerra sucia que se preparan en los cuarteles centrales de los partidos políticos. Estos comunicadores trabajan con el lema de “ enséñame al enemigo y yo le invento la calumnia”.

La democracia priista

Antenoche lanzó el PRI su convocatoria para designar a sus candidatos a diputados federales y senadores. De acuerdo al pacto del Consejo Político Nacional del pasado 8 de octubre, la designación se hará por convención de delegados. La línea que marque el señor gobernador serán los abanderados para la contienda del mes de julio del año entrante.
En el PRI no se pueden romper tradiciones de de ocho décadas. Será como siempre el dedo el gran elector. Como dicen los dinos veracruzanos “todo tiempo pasado fue mejor”

La memoria universitaria

El peor defecto que puede tener un político es la falta de memoria o tener un gran cinismo. Se le ocurrió al expresidente Carlos Salinas de Gortari presentarse en la Universidad de las Américas, en Cholula, estado de Puebla y usó como pretexto dar a conocer su nuevo libro “¿Qué hacer? Una alternativa ciudadana.” Su presencia provocó un normal rechazo entre los maestros y el estudiantado. Equivocadamente pensó que por estar en Puebla, entidad caracterizada en el pasado por sus tendencias de derecha eclesiástica, podría encontrar el campo fértil para sus ideas tecnocráticas.
Se equivocó rotundamente. La gran mayoría de los jóvenes ricos o pobres tienen ideologías idealistas, que los colocan del lado de la izquierda progresista.
Los exgobernadores Fidel Herrera y José Murat, antes que les hiciera justicia la Revolución eran convencidos socialistas. Por sus humildes orígenes se identificaban con la Revolución Cubana y los conceptos de Marx y Lenin no podían faltar en sus vocabularios oral y escrito.
Carlos Salinas en la presentación de su libro se puso hablar del retorno del PRI a Los Pinos y aseguró que las próximas elecciones serán democráticas y pacíficas.
Se le ocurrió a tratar de explicar que la lucha del narcotráfico requiere de otras alternativas y de la participación ciudadana. Le recordaron al expresidente mexicano que la sociedad participa poniendo a más de 50 mil muertos como contribución ciudadana.
Repitió su cantaleta sexenal que a la izquierda ni los ve ni los oye. Al decir que los intelectuales, la gente pensante “los tildó de neoliberales orgánicos que pareciera que se dan en maceta”. Afuera del auditorio había una gran manta de bienvenida que decía: “ Los universitarios de la UDLAP sí tenemos memoria”.