Era el último de la perversa herencia dejada por Fidel Herrera Beltrán en el equipo de Javier Duarte de Ochoa y con el ofrecimiento de una diputación federal se lo sacude del gabinete. Se trata del exalcalde de Coatzacoalcos, el indescifrable de Marcelo Montiel Montiel. El ahijado preferido del cacique dinosaurio de Carlos Brito Gómez, político trapecista que prefiere mantenerse en los pasillos más recónditos de la grilla.
Brito Gómez tiene la mira puesta en el Comité estatal del PRI, ya que de acuerdo a las encuestas, su actual titular, Héctor Yunes Landa, encabeza la fórmula para el Senado, seguido de su sobrino José Yunes Zorrilla.
En las nuevas listas para la renovación del Poder Legislativo Federal siguen apareciendo los mismos nombres de funcionarios que han sobrevivido a las dos últimas administraciones estatales.
No hay caras nuevas en los cuadros locales del PRI.
Y al parecer, el PAN sigue la misma escuela donde los Yunes, los Bueno, Cambranis, Rementerías, Gutiérrez de Velasco, etc. etc., han hecho de los puestos de la política estatal, un especie de patrimonio familiar.
Tanto en el PRI como en el PAN, sus militantes viven aferrados a las abultadas nóminas oficiales.
Situación muy diferente en los partidos políticos que presumen que son de la izquierda, debido a que su problema es otro, la escasez de figuras que garanticen algún triunfo electoral.
No hay y no hay. Como aquel programa de la televisión.
Lo único que los salva y que les garantiza el acceso a los perredistas, petistas y ex convergentes a un buen número de escaños y curules será el arrastre que tendrá seguramente la candidatura presidencial de Andrés Manuel López Obrador. La mejor e irrebatible arma mediática que usará el candidato del movimiento progresista, es que el pueblo de México ya supo lo que significa tener en el gobierno federal a un priista o un panista.
Ni a quien irle.
Lo único que ahora sí saben, quien es el peor.

La mayor de la historia

La inversión del sector privado que ha logrado captar el estado de Veracruz es la más grande de la historia, de acuerdo a los datos proporcionados por el secretario de Desarrollo Económico, Erik Porres Ressa, asciende en el presente año a 26 mil millones de pesos.
No obstante la amplia difusión que le dieron los medios nacionales a determinados hechos de violencia, los hombres de negocios consideran a la plaza de la entidad veracruzana, como un sitio que les ofrece las garantías necesarias para sus capitales.

Empresarios huérfanos

Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno de la ciudad de México y ex aspirante a la candidatura presidencial de la coalición de los partidos progresistas, tendrá un papel preponderante como el de interlocutor idóneo de la clase empresarial con el candidato Andrés Manuel López Obrador. Es el hombre que les garantiza el apoyo que requieren los hombres de negocios para recuperar sus empresas y por ende enderezar la economía del país.
No existía ningún secreto que los industriales se identificaban en el pasado con el Partido Acción Nacional, pero después de lo ocurrido en este sexenio, están más que arrepentidos de haber apoyado a Felipe Calderón.
El hombre más rico de México y del mundo, Carlos Slim, de antemano tomó la sabia decisión de que no puede apoyar a Enrique Peña Nieto, el candidato de Televisa, por ser dicha empresa su peor enemiga. Y tampoco al que designe el gobierno calderonista como su sucesor, por haberse negado de manera sistemática la franquicia para suministrar servicios de televisión. Aunado a los elevados contratos que le diera el “Peje” en la conservación del centro histórico de la capital mexicana, sitio donde tiene sus mayores inversiones inmobiliarias.
Otro de los artífices de las nuevas alianzas del futuro candidato de la izquierda, fue Dante Delgado Rannauro, quien en un evento realizado en la ciudad de Monterrey, donde se esperaban a 500 industriales el auditórium concentró a más de un millar de “ricardos” regiomontanos.
Por la noche, en una cena se reunió con un centenar de los dueños de las principales empresas y negocios neoleoneses y por los comentarios de la sobremesa, fueron solo halagos del realista proyecto de gobierno que presentó el tabasqueño. Por estos antecedentes ya se corren apuestas sobre el futuro secretario de Gobernación, en el 2012: Ebrard Casaubón o Delgado Rannauro.