La sombra del ex presidente Carlos Salinas de Gortari detrás de la figura del gobernador Enrique Peña Nieto se hace cada día más patente. Durante la boda de Sylvana Beltrones Sánchez, hija del senador Manlio Fabio Beltrones, el personaje de esa noche fue precisamente el ex mandatario por la manera como enfatizó su presencia al lado del priista que encabeza las encuestas.
No se midió, al grado de pedirle al entonces presidente del Senado, el perredista Carlos Navarrete, que se reuniera con Peña Nieto. Y, ante la aparente negativa.
---No , no, no. Por favor, reúnase con el gobernador Peña, se lo pido yo.
En una entrevista con el Financial Times dijo que este representa “una nueva generación de políticos que encabezan la recuperación del PRI”, Salinas aseguró que comparte las ideas de Peña Nieto y que hace observaciones a los políticos jóvenes del PRI.
Salinas dijo otro día: “aquí está el próximo presidente de México”.
No hay ninguna duda que el retorno del salinato está más que planteado.
Durante ese periodo sexenal, Veracruz estuvo bajo el estricto control de Patricio Chirinos Calero y Miguel Ángel Yunes Linares. Es un compromiso político que no se olvida y que sigue vigente.
El potosino y el choleño vendrían por la revancha.

Desacato del rector

De cualquier otro funcionario se podría esperar que existiera esa práctica de corrupción, menos del propio rector Raúl Arias Lovillo. Ofrecerle hasta un millón 700 mil pesos al conductor de radio, Julio Ricardo Blanchet Cruz para que decline en su demanda de reinstalación, cuando fuera despedido por criticar a la Iglesia Católica. Se llegaría al extremo de que no pudiera hablar de los casos comunes de pederastia de los curas.
El periodista radiofónico asegura que le ofrecieron una fuerte suma de dinero y les tuvo que contestar a los abogados de la rectoría, que no lo hacía por razones económicas sino por defender sus principios y el derecho a la libertad de expresión.
Tuvo que intervenir un juez para terminar esa absurda e ilegal controversia.

Tres años después

Hoy se efectuará la inauguración de la demorada reconfiguración de la refinería de Pemex en la ciudad de Minatitlán. Con un retraso de más de tres años y con un incremento en el presupuesto original que rebasa el 100 por ciento se pondrá en marcha dicha planta.
Se trata de uno de los grandes negocios redondos para los contratistas extranjeros que realizaron estos trabajos. Los primeros contratos de esta licitación fueron por tres mil 600 millones de dólares y lo que cobraron al final llega a los siete mil millones de dólares, con una demora de mil días.
No se descarta que entre los beneficiados figuren altos funcionarios de la paraestatal y algunos líderes nacionales del sindicato petrolero. Se desconoce si las empresas españolas Dragados y Técnicas Reunidas y la brasileña Odebretch tuvieron alguna penalidad, a pesar de que este retraso obligó a la paraestatal a importar decenas de miles de litros de diferentes gasolinas. Más del 65 por ciento de la que se consume en el país tiene que traerse de los Estados Unidos.
La modernización que se hizo en la planta de Cadereyta, Nuevo León, resultó un rotundo fracaso. Esperan que la mala suerte de la principal empresa del país se termine con esta planta que lleva el nombre del que nacionalizó este oro negro.