Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
Christian, ¿desaparecido?
2010-07-26 | 21:19:58
Después de cuatro días de no tener ninguna información de su paradero, los familiares del arquitecto Christian Morales Carreto decidieron acudir la noche de este domingo 25 a la Agencia Primera del Ministerio Público de Xalapa para denunciar formalmente la desaparición del ex funcionario fidelista, quien en la elección local del pasado 4 de julio apoyó abiertamente al PAN.
Según versión de la familia Morales Carreto, Christian habría sido visto por última vez la noche del miércoles 21 cuando cenaba por la zona del mercado de Los Sauces en compañía de un amigo, presunto empleado de la Secretaría de Desarrollo Social y Medio Ambiente (Sedesma), y de una joven estudiante de la Facultad de Teatro.Desde ese día, la familia de Christian Morales no ha vuelto a saber nada de él. No contesta sus teléfonos celulares, ni tampoco saben el paradero de sus acompañantes.En un principio, los familiares del ex funcionario supusieron que se habría trasladado a la ciudad de México donde tenía unos asuntos que tratar, pero luego averiguaron que tampoco llegó a la cita. Por tal motivo, la noche de este domingo decidieron denunciar formalmente la desaparición de Morales Carreto.
El caso de Christian es muy especial. No sólo por los cargos de suma confianza que le asignó el gobernador Fidel Herrera desde el inicio de su administración, en diciembre de 2004, sino por el parentesco político que le une con un hermano del mandatario veracruzano.
Morales Carreto fue uno de los jóvenes fidelistas que en este sexenio que está por finalizar recibió encomiendas extraordinarias del gobernador Herrera. Primero, por ejemplo, fue puesto a cargo de la Secretaría Técnica de la Secretaría de Desarrollo Regional (Sedere) –actualmente Sedesma–, en la cual desplegó más poder que la propia titular Leonor de la Miyar Huerdo, quien muy de vez en cuando sólo podía decidir en la asignación de los contratos de obra de menos de 400 mil pesos.
Entre las versiones que corrían, Christian era señalado como el presunto encargado de cobrar el famoso “diezmo” a los constructores y contratistas, que en esta administración se ha llegado a asegurar que rebasaba el 10 por ciento del monto total del contrato.
En 2006, con el cambio del auditor general del Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS) –salió René Mariani Ochoa y entró Mauricio Audirac, en una negociación entre el PRI y el PAN en el Congreso local que implicó el reparto de los principales cargos directivos para fidelistas y panistas–, el gobernador Herrera sacó a Christian de la Sedere y lo mandó al ente fiscalizador para asumir una posición clave: la Dirección de Auditoría a las Inversiones Físicas.
Al año siguiente, luego del aplastamiento electoral del PRI en los comicios locales de julio de 2007 –en los que el partido tricolor ganó 154 de los 212 municipios del estado y arrasó en 28 de los 30 distritos electorales, recuperando la mayoría en el Congreso del estado–, todos los funcionarios del ORFIS afines al PAN fueron renunciados, por lo que el arquitecto Morales Carreto fue promovido entonces a la Dirección de Informes y Control de Resultados de Auditoría, en sustitución de Víctor Morales Silva, ex secretario general del Comité Directivo Estatal del partido blanquiazul.
Pero ahí duró menos de un año, pues Christian entró en fricciones con el titular del Orfis, Mauricio Audirac.
Presuntamente, a petición del auditor general del Órgano de Fiscalización Superior, a mediados de 2008 Herrera Beltrán tuvo que sacar a Christian del Orfis. Entonces le inventó un cargo de auxiliar técnico en la Oficina del Gobernador, cuya función sería la de darle seguimiento a todas las obras públicas del gobierno estatal inconclusas.
Sin embargo, Morales Carreto también entró en conflicto con Sergio Sánchez Rico, quien en noviembre de 2008 sustituyó en la Oficina de Coordinación de Agenda del gobernador Herrera a Jorge Carvallo Delfín, el cual pasó a sustituir a José Yunes Zorrilla en la presidencia del CDE del PRI. El pleito de Christian con Sánchez Rico fue por la disputa del espacioso despacho que había desocupado el dirigente priista en el Palacio de Gobierno.
Desde entonces comenzó a expresar su resentimiento con el mandatario veracruzano y con otros colaboradores muy cercanos a Herrera Beltrán, entre ellos su amigo Erick Lagos Hernández, actual diputado local, quien de 2004 a 2007 lo había apoyado fuertemente desde la secretaría privada del Ejecutivo estatal.
El pretexto final de Morales Carreto para romper definitivamente con el gobierno de la Fidelidad y el fidelismo fue su exclusión del reparto de las candidaturas municipales. Él aspiraba a ser candidato del PRI a la alcaldía de Xalapa; presumía de controlar la estructura electoral priista, a la cual financió desde los cargos públicos que detentó, principalmente cuando tenía a su cargo el presunto cobro del “diezmo” en la Sedere, donde contactó con varios constructores y contratistas que le financiaron hasta su fiesta matrimonial.
Al ver que las posibilidades de ser postulado por el PRI eran más que remotas, entonces buscó ser nominado por algún otro partido de oposición, el PRD y PT, entre ellos. Él aseguraba que de Palacio de Gobierno lo boicoteaban, razón por la que aparentemente lo hizo aliarse de última hora con el PAN y su candidato a gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, el peor enemigo político de Herrera Beltrán y declarado ajustador de cuentas de los fidelistas.
Y aunque en un principio, más los yunistas que los panistas, dudaban de que realmente Christian hubiera roto con Herrera y el gobierno la Fidelidad –pues inicialmente suponían que sólo era un “infiltrado” de los fidelistas para boicotear la estrategia electoral del PAN en la capital veracruzana–, pronto el ex funcionario les habría dado pruebas de que su distanciamiento con el fidelismo era de verdad.
Una muestra fehaciente fue su operación electoral el día de los comicios, pues sorpresivamente Yunes Linares arrasó en Xalapa, no obstante que el PRI ganó la presidencia municipal y los dos distritos electorales. Javier Duarte no era el candidato priista a la gubernatura que preferían Morales Carreto ni el hermano del gobernador Herrera, un próspero constructor con el cual mantiene un cercano parentesco político.
¿Hasta dónde llegó la presunta traición de Christian hacia aquellos que durante cinco años le dieron poder y lo enriquecieron? Tal vez la punta de la madeja se encuentre en un desplegado periodístico que publicó este lunes en un diario del puerto de Veracruz Yunes Linares –en el cual el ex director del Issste, ya firma sólo con su nombre, sin ostentarse como candidato a gobernador y sin los logotipos de los partidos que lo postularon–, en el que amenaza que “tal y como nos comprometimos hemos obtenido pruebas importantes de la desviación de recursos públicos hacia las campañas del PRI y del enriquecimiento ilícito de diversos funcionarios públicos del más alto nivel, para presentar en su momento las denuncias penales correspondientes”.
El candidato del PAN advierte que el gobernador Herrera y sus colaboradores “no deben irse de Veracruz con las bolsas repletas y sin ninguna sanción”.

Duarte, electo

Anoche, luego de resolver y desechar las 60 impugnaciones que el PAN y la coalición PRD-PT-Convergencia presentaron sobre los resultados de la elección de gobernador –por las cuales fue anulada la votación de más de 200 casillas electorales, lo que no habría modificado sustancialmente el sentido del cómputo general de esta elección–, el Tribunal Electoral del Poder Judicial del Estado le habría entregado al candidato priista Javier Duarte de Ochoa la constancia de mayoría que lo declara formalmente como “Gobernador Electo”, calidad legal que no ha obtenido todavía ningún otro de los 8 candidatos triunfadores del país a los que el presidente Felipe Calderón ya felicitó telefónicamente y hasta recibió en la residencia oficial de Los Pinos.

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