La izquierda mexicana decidió tomar como su gran laboratorio nacional lo que ocurrirá en las elecciones del estado de Veracruz. Por primera vez desde que pasaron los comicios del 2006, se unen todas las corrientes del PRD, la que fundaron Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo, la de los “chuchos” con Jesús Ortega y Carlos Navarrete, la de los “amalios” de Amalia García, la gobernadora de Zacatecas, que en esta ocasión unirá fuerzas con el zacatecano Ricardo Monreal, la de Andrés Manuel López Obrador, con sus aliados Marcelo Hebrard, Manuel Camacho y Alejandro Encinas.
Vienen a echar montón a Dante Delgado Rannauro que contará con la suma de los militantes de Convergencia y del Partido del Trabajo.
Lo que ocurra en la entidad veracruzana marcará la refundación de la coalición que lanzará a su candidato para la Presidencia de la República.
La importancia de Veracruz es vital.
Hicieron un compromiso de jugársela el todo por el todo. Se conoce como el “El pacto Veracruz” que marcará un hito en la política nacional.
Esas son las poderosas razones del ¿por qué? Dante permanecía tan tranquilo y tan ajeno a la guerra de lodo del PRI y del PAN. Lo quisieron meter al juego pero se les olvidó que él pertenece a la verdadera izquierda, y no se junta el agua con el aceite.

Los peores vecinos

No hay mexicano que no se queje con amargura y tristeza de las afrentas y humillaciones que reciben nuestros connacionales en los Estados Unidos. Pero, se olvidan que en el estado de Veracruz, Chiapas y Tabasco, considerada como la ruta de los emigrantes centroamericanos, somos peores que los norteamericanos y que las vejaciones, así como las torturas que atentan contra la dignidad y honor de esos seres humanos en busca del sueño americano, rebasan los límites de la barbarie y de la brutalidad.

Medias verdades

Sobre las críticas que se realizan en la calidad y eficiencia de las obras públicas realizadas por la administración del gobernador Fidel Herrera, se deben hacer serias consideraciones y de manera muy particular sobre el elevado costo de las mismas.
Es innegable que el gobierno estatal ha realizado un gran número de obras que son consideradas como prioritarias y que vendrán a solucionar graves problemas de vialidad y que la construcción de escuelas y hospitales tendrá efectos y resultados positivos que beneficien a numerosas comunidades.
El profesor Hank González, que fuera gobernador mexiquense y regente de la ciudad de México, tenía una frase muy conocida donde aseguraba que “entre más obras más sobra”.
Pero la realidad en cuanto a la valoración de las mismas difiere por la calidad y eficacia. Carretera como la realizada de Boca del Río a Mandinga, en donde no existen retornos, salidas marcadas con topes, sin energía eléctrica y con camellones desiertos. Lo serio es que por lo mal proyectado han ocurrido accidentes mortales.
Por otra parte, hay espectaculares que señalan que los contratistas cobraron más de 200 millones de pesos, lo que provoca a ingenieros y calculistas que conocen estos proyectos, que se rían abiertamente, ya que saben que dicha obra no soportaría la menor auditoría en cuanto a los costos de los materiales y la estimación en la ejecución de dichos trabajos.
Licitaciones reales que al final son abultadas para repartir los diezmos, quinceañeras y ventiladores, según se trate del 10,15 y 20 por ciento, como pago de las comisiones gubernamentales. Este terrible ejemplo de corrupción se repite a lo largo de la entidad, donde contratistas independientes y que no forman parte de la mafia de los consentidos, preparan un pormenorizado informe de los contrastes entre lo erogado y el valor actualizado de dichas obras públicas.
Fidel Herrera manifestó sobre estas críticas y la de un tendencioso correo que afirma que el puente Bicentenario que se inaugurará en fecha próxima tiene fracturas, él ha respondido que la única fractura es la que tienen en el coco o en la ambición.