En sus marcas.
Está todo listo para que se desarrolle en Veracruz la madre de todas las batallas políticas que convulsionarán al país en las próximas elecciones del cuatro de julio. Será un encuentro crucial entre la derecha, la izquierda y el centro.
Nadie se imaginaba el año pasado la tensión que se viviría en la entidad con motivo del siguiente proceso electoral. Para nada tienen que ver las inquietudes, presiones y el anunciado choque de trenes a nivel local. Es otro plano muy diferente el que se mueve y sacudirá a Veracruz. Prueba de ello es la continua presencia y las novedosas estrategias electorales que podrán en marcha los líderes nacionales partidistas que cobijarán a los fuertes candidatos como Javier Duarte, Dante Delgado y Miguel Yunes.
César Nava, jerarca nacional panista, es sólo la avanzada que planea el presidente Calderón del ejército azul que tomará bajo su control los distritos y municipios que se renovarán el cuatro de julio. Yunes Linares desarrollará la campaña política más agresiva de la historia que se registre en contra de un gobierno estatal. Una brutal embestida de los azules con el firme propósito de borrar las ocho décadas de hegemonía priísta. ¡Vienen con todo!
Por el lado de Dante Delgado estará a su lado la artillería pesada del PRD, que por primera vez desde el 2006, su juntan las tribus de Chucho Ortega y Andrés Manuel López Obrador para librar la gran batalla política de Veracruz. Como por arte de magia desaparecieron diferencias y se reconciliaron ante el embrujo de la importante plaza que representa la gubernatura.
Por el lado de Javier Duarte se contará con toda la maquinaria de la gigantesca estructura priísta de todo el país. Una división completa de asesores políticos estará metida en las sábanas, almohadas, manteles, servilletas, atriles, presidiums, cuarteles, mítines y hasta el último rincón donde se desenvuelva el abanderado del partido tricolor. No habrá gobernador, senador o diputado federal del PRI que no tenga a Veracruz como su destino obligado de los próximos fines de semana. El todo o nada de la política nacional tendrá como escenario el territorio veracruzano.

¿Qué planea Buganza?
Se puede apostar doble contra sencillo que Gerardo Buganza jugará al lado de Javier Duarte de Ochoa. La relación que ha mantenido durante estos años con el gobernador Fidel Herrera lo convenció que su corazón es rojo y que la sangre azul del pasado ha cambiado por las heridas sufridas y las agresiones de sus antiguos compañeros de partido. En su irritada carta de renuncia lo dice todo.

El sueño de Yunes.
La decisión de Héctor Yunes Landa es seguir hasta el final. Es de esos candidatos que sin tener ninguna posibilidad de llegar a ser el nominado por el PRI para la gubernatura del estado de Veracruz, espera confiado que algo extraordinario ocurra en las próximas semanas, algo así como un milagro. Todo puede pasar.
Resulta inexplicable para sus seguidores el trato amable y respetuoso que le dispensa el diputado local con licencia al gobernador Herrera Beltrán, pero Yunes Landa esta consciente que sólo Fidel sería el santo en ese prodigioso e irrealizable cambio de candidato. De allí que conserve esa ingenuidad expectante de que algo puede ocurrir que cause ese inverosímil y extraordinario suceso. Tienen la presunción y la creencia que el “carbonelazo” se podría repetir. Si esto le ocurrió a un poderoso e infalible Presidente de la República cuanto más a un gobernador del estado. Son los grandes y locos sueños de un grupo político del partido tricolor. .