Bien dice la sabiduría popular que “para pelearse siempre se necesitan dos”.

Y, en Xalapa, este martes 1 de mayo quedó de manifiesto la discordia existente entre el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares y el alcalde de MORENA, Hipólito Rodríguez, quien siguió el desfile obrero desde el balcón central del palacio municipal en vez de acompañar al mandatario panista en el estrado que fue instalado en los bajos del palacio de gobierno.

Aún no se sabe si el gobernador le corrió la cortesía al munícipe xalapeño para que se le uniera en este evento conmemorativo del Día del Trabajo y el morenista optó por desairarlo, o si fue el titular del Poder Ejecutivo el que no tuvo la atención de invitar al presidente del Ayuntamiento capitalino.

Lo cierto es que desde enero pasado se han venido dando una serie de provocaciones y hostilidades que en vez de estrechar la relación política entre ambos se ha ido radicalizando, acentuándose ahora más por la disputa del poder estatal.

Por eso no fue fortuito que este martes la alcaldía colocara en el balcón central del palacio municipal una inmensa bambalina con la leyenda “Xalapa florecerá con la lucha de las y los trabajadores”, en obvia respuesta a la campaña que presuntamente desató el régimen yunista en contra de la administración local de MORENA, pues desde la semana anterior aparecieron por varios puntos de la ciudad anuncios espectaculares que dicen “Xalapa no florece, ya es hora de sembrar otra flor”, en alusión al eslogan del ayuntamiento que preside Rodríguez Herrero.

Y es que al gobierno de Yunes le han atribuido también los de MORENA desde el acoso de la Fiscalía General del Estado en contra del edil xalapeño hasta otras campañas para descalificarlo por los viajes que realizó a mediados de marzo a Mendoza, Argentina, y luego, en abril, a Omaha, Nebraska, en Estados Unidos.

Ahora, con el inicio de las campañas de los candidatos a la gubernatura, se han suscitado desde este domingo otras situaciones que en vez de distender siguen radicalizando la confrontación entre ambos niveles de gobierno por sus intereses y diferente filiación partidista.

Primero fueron las botargas con la figura del ex presidente venezolano Hugo Chávez que irrumpieron en el evento del abanderado morenista Cuitláhuac García Jiménez en el paseo de Los Lagos, de Xalapa, y luego, en Córdoba, el boicot del ayuntamiento panista al mitin del candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, cuyos organizadores tuvieron que movilizar de última hora a otra parte de la ciudad de los “Treinta Caballeros” el equipo de sonido y la estructura metálica del templete.

¿Qué tanto abonará el gobernador Yunes Linares a la candidatura de su primogénito con estos pleitos estériles que mantiene contra alcaldes y candidatos de MORENA, pues según las encuestas López Obrador y Cuitláhuac siguen encabezando las preferencias electorales?

¿Qué le depararía a Veracruz en el siguiente sexenio si AMLO es Presidente y el hijo de Yunes gobernador?