Este domingo, el gobernador Miguel Ángel Yunes montó una guardia de honor ante el féretro del subdelegado de la SSP con base en Juan Rodríguez Clara, Gregorio Agustín Cruz, acribillado la noche del viernes pasado por presuntos sicarios del Cartel Jalisco Nueva Generación.

Anteayer, al igual que lo hizo en agosto del año pasado ante los representantes de los medios de comunicación para pedirles que reconocieran el esfuerzo que venían haciendo las instituciones en el combate a la delincuencia, recriminándoles que resultaba más sencillo descalificarlas, Yunes Linares dijo frente a familiares y amigos del jefe policiaco sacrificado, que además del pésame venía “a hacer un reconocimiento a todos los policías, a todos los soldados, a todos los marinos, a todos los policías federales, que toda la vida son criticados, pero que nunca nadie piensa en el sacrificio que hacen”.

“Y el primer sacrificio es estar lejos de su familia, vivir en lugares alejados, comer donde se puede, dormir donde se puede, tener presente que su familia está en algún lugar pero no está cerca de ellos”, remarcando que “tampoco se valora el riesgo que corren, y que lo estamos viendo hoy, con el caso de Gregorio; el riesgo de que la delincuencia, que son cobardes, que son viles, no se limitan para actuar en contra de un policía, en contra de un soldado, en contra de un marino”.

Por eso, reiteró, “nosotros tomamos la decisión de actuar muy fuerte contra los delincuentes y lo vamos a seguir haciendo”, comprometiéndose ante los dolientes “a que vamos a seguir trabajando para que Veracruz recupere la seguridad, y darle la confianza a todos los policías de que el gobernador está pendiente de ellos, está cerca de ellos y está cerca de sus familias”.

El discurso de Yunes fue muy emotivo, pero la tropa de la Secretaría de Seguridad Pública que diariamente se juega la vida –muchas veces sin saber de los acuerdos o complicidades que algunos de sus jefes presuntamente tienen con los capos de las bandas criminales–, no quedó muy satisfecha con las palabras del mandatario panista.

Y es que este lunes, a través de las redes sociales, oficiales de la SSP externaron que “no basta con un discurso del gobernador y con su presencia en el funeral del elemento caído en cumplimiento del deber, los elementos policiacos requieren de sueldos dignos de acuerdo al riesgo de trabajo y mejores prestaciones, para que sea una vida decorosa la que puedan ofrecer a su familia a cambio de arriesgar su vida”.

Su escepticismo se justifica, pues habría que recordar que hace casi dos meses, a principios de febrero, un grupo de esposas de policías caídos en cumplimiento de su deber se manifestaron ante Palacio de Gobierno para exigir que continuaran con los trámites para la entrega de viviendas que les fueron prometidas en la administración estatal anterior. Se trataba de 20 casos que no habían sido atendidas por el régimen yunista.