Quién sabe si Aristóteles Núñez, exjefe del Servicio de Administración Tributaria (SAT), le habrá aceptado la invitación a Pepe Yunes Zorrilla para venir a coordinar su campaña a la gubernatura, pero, de haber accedido, su nombramiento seguramente inquietará a los adversarios del abanderado priista, sobre todo a aquellos gobernantes y exfuncionarios que no saben cómo justificar fiscalmente sus inmensas fortunas.

Núñez, aunque tiene raíces familiares en Veracruz, no ha hecho carrera política ni administrativa en el Estado, lo que en vez de representarle una desventaja sería un punto a su favor porque no está identificado con ningún grupo político ni económico de la entidad, sino sólo con el senador con licencia, con lo que evitaría cualquier descalificación facciosa.

Ambos, Núñez y Yunes Zorrilla, son allegados al candidato presidencial José Antonio Meade, exsecretario de Hacienda.

Es posible que el exjefe del SAT no conozca territorialmente todo el Estado de Veracruz, pero sí debe saber quién es quién, sobre todo los nuevos “opositores” que se enriquecieron con “moches” y el desvío de recursos públicos en las administraciones del partido tricolor y que ahora, ante el hundimiento del barco priista, muy convenencieramente están apoyando a otras fuerzas partidistas a cambio de impunidad y sobrevivencia política.

¿Acaso Núñez, por ejemplo, no debe saber qué adversarios en Veracruz estuvieron implicados en el escándalo financiero de los “Panama Papers”?

La semana anterior, por cierto, el exfuncionario de la Secretaría de Hacienda declaró a El Financiero que los partidos políticos usan “empresas fantasma” o fachada para justificar gastos no realizados y simular operaciones en elecciones.

Núñez explicó al diario capitalino que la Unidad de Fiscalización del Instituto Nacional Electoral (INE) es el primer filtro para detectar el uso de ese tipo de esquemas evasores por parte de los partidos.

“Ahí están los informes del INE de su Unidad de Fiscalización y también de la Auditoría Superior de la Federación, se ha abusado de esa figura porque con ello pueden comprobar gasto que no se realiza y que al final llega a los electores vía una compra de conciencias, esa es la verdad”, puntualizó.

“Los que están abusando mucho de ese esquema son los partidos políticos y no se salva ninguno, empezaron a utilizar facturas falsas y cuando pasamos a factura electrónica usaron empresas falsas o fachada. El candado digital hizo que mutaran”, reconoció.

Inclusive aseguró que durante su gestión nunca escuchó hablar de la empresa Manhattan Master Plan Development, S. de R. L. de C. V., misma que compró al panista Ricardo Anaya, candidato de la coalición Por México al Frente, una propiedad en Querétaro y fue declarada como empresa fantasma definitiva por el SAT.

¿Cuántos “Ricardos Anayas” habrá en Veracruz? Núñez lo debe saber.

De confirmarse su nombramiento, ¿el PRI-Gobierno replicaría en Veracruz, para recuperar la gubernatura, la misma estrategia con la que pretende retener la Presidencia de la República?

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