Por Francisco J. Ávila Camberos
Columna: El agua y el aceite no se mezclan
El agua y el aceite no se mezclan
2018-02-24 | 13:44:09

Durante mucho tiempo tuvimos en México partidos cuyas plataformas ideológicas estaban perfectamente definidas como centro-izquierda, centro-derecha e izquierda radical.


 


No menciono por supuesto a los minúsculos partidos satélites, que desde esas épocas y hasta la fecha, sin contar con una ideología definida giraban y giran alrededor de los partidos mayores y se dedican solamente a cachar votos de los despistados ó a hacer alianzas con el mejor postor.


 


No obstante estos últimos, el votante seleccionaba anteriormente con mayor facilidad al partido por el cual votaría.


 


Actualmente vamos para atrás, porque debido al pragmatismo existente y al deseo de alcanzar el poder a toda costa, las fronteras ideológicas de los partidos se han borrado, de tal manera que éstos han perdido identidad, confundiendo al electorado.


 


Por eso hay alianzas contra natura, donde en una especie de matrimonio por conveniencia, se unen quienes están a favor de la vida con los que promueven el aborto.


 


Quienes están a favor de la libre empresa con responsabilidad social, con quienes consideran que el estado debe regresar a manejar la economía y a hacerle al empresario, no obstante los múltiples fracasos, desvíos y corruptelas que esto generó.


 


Por eso, convertidos en una simple agencia de colocaciones, los partidos políticos buscan acomodar en los cargos públicos a los mismos de siempre, a los cuates y a los parientes de quienes los controlan. Pretenden que a través de dichos cargos, se sigan mandando recursos públicos para mantener a dichos partidos y a la nueva clase burocrática parasitaria que ya se acomodó ahí y que poco o nada aporta en beneficio del país.


 


Quien lo dude, vea como ya aspiran a cargos públicos los mismos de siempre, independientemente de su escasa preparación y de su nula experiencia.


 


O de su vasta experiencia pero en el saqueo y en el enriquecimiento inexplicable y hasta sobrenatural, mediante el desvío de los recursos públicos.


 


Excepciones honrosas y escasas siempre habrá, pero son y serán minoría.


 


Prueba de estos abusos son las candidaturas plurinominales, que debían de ser para los más preparados y valiosos. Se las están regalando a los cuates y parientes de quienes controlan a los partidos. En otros casos, están prácticamente canonizando con fuero a personas que deberían estar en la cárcel, en lugar de estar en un cargo legislativo o en un nuevo gobierno.


 


Hay casos patéticos donde nos hablan de ser la esperanza de México y entre sus filas hay quienes han sido sorprendidos y filmados en actos de corrupción recibiendo dinero e incluso está el que se le cayó el sistema en 1988 y que le apuesta a la escasa memoria de los mexicanos.


 


Nos queda claro que los intereses de los partidos, no son los mismos intereses de México.


 


Por eso, tenemos que fijarnos bien por quién votar, para no hacerlo por los incompetentes, ni por los saqueadores, ni por los que creen que regalando dinero a los viejitos, a los estudiantes y a los desempleados, saldrá adelante el país, porque caeríamos de la sartén al fuego.


 


Habrá que votar por las personas. Los partidos están ya muy quemados.


 


No les parece a Ustedes?


 


Muchas gracias y un buen fin de semana.

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