Hay tantas maneras de violencia contra las mujeres que no alcanzarían los dedos de las manos para contarlo, pero quizás una de las más graves es cuando la propia autoridad, encargada de diseñar políticas públicas que favorezcan el desarrollo integral de las mujeres -evitando cualquier tipo de violencia a través de propuestas de reformas a la ley, pronunciamientos al respecto, diseño de programas y esquemas que favorezcan la equidad de género, entre otras- sea quien se muestra indiferente, indolente y hasta omisa ¡eso sí es realmente grave, preocupante e indigente!.
Ayer precisamente, cuando medios de comunicación trataron de interrogar a la encargada –no titular, porque el gobierno aún no se digna en designar una- del Instituto Veracruzano de las Mujeres (IVM) sobre un nuevo feminicidio ocurrido en Xalapa, Sara Gabriela Palacios se negó a informar, es más, mostraba total desconocimiento; su cobijo fue expresar que la Fiscalía estaba ya trabajando en las investigaciones, pero indolente e indiferente y hasta ignorante, evitó lanzar un pronunciamiento, exigencia o bien referir la coordinación de ese organismo con la instancia referida.
Y es que la funcionaria olvida que existe una Ley Estatal que rige sus funciones y atribuciones y al mostrarse indiferente y nada involucrada con el tema, refleja que, el instituto del que actualmente es encargada, no es más que un elefante blanco, que lanza discursos y lineamientos que ahí se quedan, pero que nunca aterrizan en la realidad; tal vez lo mínimo que pudo haber hecho -aprovechando los reflectores- fue hacer patente su indignación y exigir a las autoridades competentes celeridad en las investigaciones y abordar los programas que IVM impulsa para disminuir la violencia contra las mujeres.
El limitado vocabulario de Sara, solo refirió que existía una carpeta de investigación de la que no podía hablar. El caso más reciente –apenas éste martes- fue el de Ruth Magaly Hernández Marín, joven de 19 años que había desaparecido desde el miércoles 22 de noviembre, siendo encontrada en el denominado Santuario de las Garzas, ubicado en la Colonia Lomas del Sumiderode la capital del estado y antes que ella, 7 mujeres más han sido salvajemente asesinadas en el mismo lugar.
Así Ruth se ha convertido –dolorosamente- en la octava mujer ahí ultimada. Por éste nuevo feminicido existe ya una carpeta de investigación, pero miles de mujeres y familiares temen, que en éste, como casos anteriores, se trate solo de un número más. Pocas, escasas, casi nulas, las expresiones de las autoridades respecto al caso y para la titular del IVM, fue más fácil, evadir ante la insistencia de reporteros, haciendo alusión a su urgencia de ir al baño, pues la presión de los medios se agudizo con obsoleta respuesta, al referir única y exclusivamente que la Fiscalía estaba investigando, así es que, los comunicadores insistieron, pero ésta no claudicó en su escapatoria “me permite por favor, voy al baño”.
Lo anterior, se originó absurdamente, cuando la funcionaria arribaba al Congreso del Estado, precisamente, a la conferencia magistral “Compromisos del Estado Mexicano con el cumplimiento de las obligaciones Internacionales en materia de igualdad de Género”. ¡Así con nuestros flamantes servidores públicos en Veracruz!; ya lo hemos insistido, se revictimiza no solo con la omisión de las autoridades, con la criminalización hacia las víctimas, con la inacción, sino también con la indiferencia, tratando éstos hechos como un acontecimiento más. ¡Así las cosas en nuestra entidad!