Hace dos meses aproximadamente la empresa Aguas de Barcelona prefirió abandonar la sociedad con la brasileña Odebrech en el manejo del servicio de distribución y cobro del agua potable en Veracruz y Medellín, puesto que Boca del Río, se auto excluyó del organismo.
 Ahora el consorcio que ha sido acusado de inmensos sobornos en distintos países para obtener millonarios y, por tanto, jugosos contratos con los gobiernos se encuentra más que evidenciado y ha sido desnudado en todas sus artimañas, y lo más escandaloso fue el tema de haberle enviado presuntamente millones de dólares a Emilio Lozoya durante la campaña de Enrique Peña Nieto.
 El hecho es que de todo el escándalo en el que se ha sumido se han derramado informes de corrupción hacia Veracruz. Y es lo que ha detonado en la decisión de la trasnacional en dejar todo como está, y como coloquialmente se dice “salir por piernas”.
 Según las versiones será en el transcurso del mes cuando la empresa que opera el famoso grupo MAS, que vino a sustituir al Sistema de Agua y Saneamiento Metropolitano, SAS, empiece a desmantelar oficinas, y de paso a nuevos operadores para que se hagan cargo del servicio, que en el año o más que funcionó bajo las siglas de MAS no mostró mejoría alguna sino por el contrario, contratiempo, caos, incluso en el pago del mismo para los usuarios, y colonias que siguieron padeciendo del vital líquido.
  Y es que tras el reciente escándalo del que se involucra ya a niveles federales y altos personajes de la política nacional, parece que han tomado la decisión de no querer “más queso sino salir de la ratonera”.
  Fue el golpe contundente que siguió contra la firma y cuyos tentáculos llegaron a Veracruz.
  Con esa práctica ilegal esa dependencia habría garantizado algunos beneficios en Veracruz y según los documentos de la Fiscalía de Brasil revelan que dos empresas offshore utilizadas por Odebrecht para el pago de sobornos transfirieron 3 millones 754 mil dólares a una compañía “fachada” del estado de Veracruz.
 De acuerdo con la información, difundida por Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), el dinero se envió a Blunderbuss Company de México SA de CV, una empresa constituida en 2008 en Poza Rica, Veracruz, que carece de instalaciones y de operaciones comerciales visibles.
   Así pues lo publicado en algunos medios nacionales en junio pasado, se destaca que en la adquisición de Meinl Bank participaron en 2010 dos de los operadores financieros de Odebrecht: Fernando Migliaccio (detenido en Suiza) y Olivio Rodrigues, los mismos personajes que manejaban las cuentas de Constructora Internacional del Sur y de IREAD, las empresas offshore que transfirieron recursos a la compañía de Poza Rica, Veracruz.
 Se calcula que sus pagos diferidos alcanzaron en un determinado periodo casi el millón de dólares.  El 20 de octubre de 2010 se realizó una primera transferencia por 330 mil dólares; luego, el 16 de diciembre del mismo año, el traspaso fue por 115 mil dólares y finalmente el 3 de febrero de 2011 se enviaron 480 mil dólares.
 Blunderbuss Company de México –la empresa veracruzana a la que Odebrecht transfería dinero– se constituyó el 3 de junio de 2008 ante el notario José Manuel A. Hernández Cabada.
 En el acta aparece como supuesto dueño Plinio Roldán Lecona Argüelles, exempleado de una gasolinera, de 29 años de edad, que tiene su domicilio en una humilde vivienda en el callejón Heriberto Jara, en la colonia popular Las Valentinas, de Poza Rica.
 También funge como socio el vendedor de seguros Santiago Castellanos Estrada, de 66 años de edad, quien tiene su casa en la calle Xoyotán, en el fraccionamiento Tajín de Papantla, Veracruz.
 Bien, el hecho después de estos antecedentes es que fue a esa empresa a la que se le concesionó el servicio del agua potable con todo y las voces en contra, además de la liquidación de los trabajadores que si bien recibieron su participación legal, finalmente se vino a desmantelar un sistema que mal que bien ya se tenía aunque por mucho fue el botín político de los titulares en turno y de la propia lideresa sindical, Angélica Navarrete.
 En Veracruz se recuerda a alguien más que interesado en promover la aprobación de Odebrech y desde el Congreso Local el entonces diputado local, Tonatiuh Pola hacía hasta lo imposible porque no se raspara más de la cuenta el tema, tratando de frenar la ola mediática que hiciera ruido al grandioso negocio. Cuál era su interés personal ?
  Despertó fuertes sospechas y se afirma que los cañonazos a sus colegas diputados obviamente organizados desde su curul, no fueron para menos.
 Hoy la empresa brasileña ha decidido irse en un acuerdo, segun versiones, bajo la mesa con las autoridades actuales. Sin dejar rastro, sin pelear ninguna penalización al contrato o lo que se le parezca, y salir como manso corderito de tierras veracruzanas. Seguir los pasos de la llamada Aguas de Barcelona para no seguir viendo demeritada la poca imagen internacional es su objetivo inmediato.
 El asunto es que si el gobierno de Veracruz y los ayuntamientos en este caso, Veracruz y Medellín, amén Boca del Río, buscan a los sustitutos como ya está claro sucederá, tendrán que demostrar que no es el mismo fin corrupto por el que se le entregó el servicio a Odebrecht, sino que se tiene que anteponer el bienestar de los más de un millón de habitantes. Es hora que los habitantes reciban un servicio a la altura de las ciudades en la que viven.