A principios del sexenio del gobernador Fidel Herrera Beltrán (2004-2010), cuando la violencia e inseguridad también asolaba la entidad, ocurrió un hecho anecdótico que en ese trágico momento causó hasta hilaridad.

Y es que, según trascendió, un conocido restaurantero del puerto de Veracruz habría abordado al mandatario estatal para exponerle personalmente que un grupo criminal le estaba exigiendo el pago de 50 mil pesos mensuales a cambio de “protección”. El empresario, que se había acercado al gobernante con la confianza de que le diera garantías de seguridad, se fue de espaldas cuando Herrera presuntamente le sugirió que si podía pagar la cantidad que le pedían que lo hiciera y se evitara de problemas.

Como este caso se dieron muchísimos más en la entidad, no solo en la administración de Herrera Beltrán sino posteriormente en la de su sucesor Javier Duarte.

Ahora, con el “gobierno del cambio” que encabeza el panista Miguel Ángel Yunes, había fundadas esperanzas de que las cosas cambiaran.

Y es que primero como candidato y luego como gobernador electo, Yunes Linares, con supuesta experiencia en materia de seguridad pública por los cargos que desempeñó tanto en el gobierno del estado como en el federal, prometió aplicar mano dura al crimen organizado para evitar más casos de ejecuciones, secuestros y extorsiones.

El sábado 17 de septiembre del año pasado, durante el último foro del Plan Veracruzano de Desarrollo 2016-2018, Yunes mandó un mensaje claro y directo a la delincuencia desde Pánuco: “Se van a encontrar a un gobernador que tiene los pantalones bien puestos y la mano muy firme para combatirlos, de correr todos los riesgos. ¡Ya basta de complacencias con los delincuentes, porque ya basta de desaparecidos!”.

“¡Ya basta de homicidios, ya basta de extorsión, ya basta de pago de derecho de piso y ya basta de que nuestro estado se encuentre en manos de la delincuencia organizada, permitido sin duda alguna por los altos mandos de la Secretaría de Seguridad Pública. ¿Nos toca acostumbrarnos a que toda la vida vivamos con miedo? ¿Nos tendremos que acostumbrar a vivir en la inseguridad? ¿Nos tenemos que acostumbrar a vivir en el terror? ¡La respuesta es no!”, afirmó el entonces gobernador electo.

La semana antepasada, Yunes exhortó a la población a no pagar el llamado “derecho de piso” a la delincuencia y denunciar estas amenazas.

“¡No pagues extorsión ni derecho de piso! La gente trabajadora no tiene por qué pagar a delincuentes, si eres víctima de este ilícito, denuncia, tu llamada es anónima”, publicó hace once días en su cuenta de Facebook.

“Ahora, reforzaremos la labores de seguridad para acabar con las extorsiones. Si eres locatario de los mercados, te exhortamos a que no pagues derecho de piso y si fuiste o estás siendo víctima de extorsión o algún otro delito denuncia a la línea segura 01 800 226 6646, tu llamada es anónima”, se solicitaba en un video que mostraba un despliegue de fuerzas de seguridad y en el que se publicitaba el golpe asestado a la delincuencia que operaba en la zona de mercados de la ciudad de Veracruz.

Pero no ha sido suficiente para recuperar la confianza de la ciudadanía. Uno de los pocos creyentes habría sido el arzobispo xalapeño Hipólito Reyes Larios, quien a principios de este mes presuntamente reportó ser víctima de extorsión, por lo que inmediatamente le brindaron seguridad.

Sin embargo, este martes en Xalapa, a pleno mediodía, cuatro sicarios ejecutaron a un inerme comprador de chatarra en su local ubicado en la transitada avenida México, de la colonia Lagunilla.