Para darle viabilidad a su proyecto transexenal de 2018 –con el que busca heredarle la gubernatura a su hijo primogénito Miguel Ángel Yunes Márquez, actual alcalde de Boca del Río–, en las elecciones municipales de junio próximo el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares debe tirarle a ganar con los candidatos de la alianza PAN-PRD más de la mitad de los 212 municipios del estado, principalmente la mayoría de las 30 cabeceras distritales locales que concentran casi el 60 por ciento del electorado veracruzano.

Y aunque el mandatario panista ha jurado que no se entrometerá en esta ni en ninguna otra elección como solían hacer sus antecesores del PRI, ha llamado la atención el activismo que él y otros miembros de su gabinete han desplegado últimamente. En Coatepec, por ejemplo, donde él mismo acaba de ir a anunciar con bombo y platillos la rehabilitación de la vía corta a Xalapa, se han visto también muy movidos su secretario de Seguridad Pública, Jaime Téllez Marié, y su subsecretario de Gobierno, Pedro Manterola Sáinz.

Al parecer, en el equipo yunista existe preocupación por la baja aceptación de su candidato Luis Enrique Fernández Peredo, quien ha sido cuestionado por la inhabilitación que le impuso la Secretaría de la Función Pública federal. La fórmula del PAN-PRD no ha levantado como esperaban pese a la postulación para la sindicatura de Arely Bonilla Pérez, quien fue cooptada por los del blanquiazul luego de haber pasado por el PVEM, el PRI y hasta por el AVE.

Pero los operadores políticos de Palacio de Gobierno no han logrado detener el oleaje a favor de MORENA en Coatepec. Al delegado de Política Regional, Jair Clodoaldo Xilotl Sánchez, no le hacen caso ni las moscas del mercado. Rafael González Libreros, famoso por haber empedrado el camino a la residencia del exauditor del ORFIS y extitular de Sefiplan, Mauricio Audirac, para que no entambara a su jefe, el exalcalde priista Sergio Ramírez Cabañas, lo único que le cuenta al subsecretario Manterola son anécdotas picantes y de borrachos. Y el diputado local José Manuel Sánchez Martínez es electoralmente un cero a la izquierda, pues en 2016 perdió en esa cabecera distrital. Su triunfo se lo debe al cacique de Ixhuacán de los Reyes, Everardo Soto Matla, quien lo hizo ganar en su municipio y en Ayahualulco.

Y es que Fernández Peredo ha centrado su discurso de campaña en recuperar la grandeza de Coatepec, acusando la improvisación de las anteriores administraciones municipales a las que imputa una deuda de 100 millones de pesos, pero el exfuncionario federal inhabilitado soslaya que ese pasivo se acumuló durante las tres administraciones del PAN y las dos del PRI.

Uno de ellos fue precisamente Ramírez Cabañas, que también estaba inhabilitado como él cuando le dieron la oportunidad de ser alcalde.

Ahora, detrás de Fernández Peredo está no solo la exdiputada local y federal del PAN, Silvia Monge Villalobos, quien como presidenta de la Comisión de Turismo del Congreso de la Unión lo apoyó como director de Recursos Materiales del Consejo de Promoción Turística de México, sino también Everardo Soto, con quien el candidato de la alianza “Veracruz el cambio sigue” trabajó como contralor en el ayuntamiento de Ixhuacán de los Reyes. De ganar Coatepec, Soto Matla fortalecería su cacicazgo regional, ya que en su municipio se agandalló la candidatura para su hermana y por Cosautlán de Carvajal impuso a su esposa. Si ambas logran triunfar, en 2018, Everardo será para el proyecto transexenal yunista un fuerte alfil para la diputación local o federal.