MYL. Tan poquito el amor y desperdiciarlo….
Varios son los analistas nacionales y estatales que cuestionan los pasos a seguir en el gobierno que encabeza Miguel Angel Yunes Linares ya que el tema de Javier Duarte de Ochoa, al menos de que estuviera en prisión, ha quedado atrás.
Una vez que el ex gobernador ha sido detenido en Guatemala y está sujeto a proceso de extradición, ya no hay más hacia donde voltear para entretener al pueblo de que se cumpliría la promesa de ver al cordobés en la cárcel, pues esta part6e ya está consumada.
Tampoco, aseguran, se puede perder el tiempo en la recuperación del dinero que ha sido robado por Javier Duarte, pues en este momento es competencia de la Auditoría Superior de la Federación y la Procuraduría General de la República.
En el ámbito estatal, Yunes deberá ser vigilante de ello pero no puede ser un nuevo discurso para prorrogarlo como un pendiente único en este gobierno. Hay más prioridades. Los ciudadanos reclaman que se cumpla con otras promesas ofrecidas a saber.
La tranquilidad que dijo se habría de recuperar entre los veracruzanos. La seguridad que aún no aparece, pues continúan las ejecuciones, los asaltos, los robos y algunos secuestros.
El tema de los desaparecidos es otros de los grandes pendiente para esta administración. Si bien es parte de los últimos dos sexenios, aquí no aplica el que “lo que no fue en tu año…” Y qué decir del desempleo, cada vez, al igual que en los últimos dos gobiernos, tanto con Fidel Herrera como con Duarte, ha ido a la alza. El comercio informal o subempleo están en auge total, y el empleo formal ha mostrado índices inferiores.
Si bien algunos actores políticos ocupan el hecho para hacerse propaganda como Andrés Manuel López Obrador que dicen se le ha acabado el tiempo a Yunes para que demuestre gobernar como lo prometió, lo cierto es que se deben atender varias aristas en forma urgente y no es tema político sino un reclamo ciudadano.
Ahora, afirma Yunes que va por Fidel Herrera. Es sin duda la segunda parte, o la continuidad del discurso. Aseguran los analistas que debe entender que no sólo llegó a ejercitar acción penal, sino a darle un mejor gobierno a los casi 8 millones de veracruzanos.
Por cierto que los judas de Duarte, más de uno por cierto, no deben estar tan confiados pues ya con éste en la cárcel, se acabaron los acuerdos. Erick Lagos, Jorge Carvallo, y otros más que saben muy bien quienes son, podrán asirse al fuero que le brinda su diputación federal, pero con el régimen yunista no deben confiarse, porque “limpios, limpios” no están.
MUY EN CORTO
CAMPAÑA ANTIKURI. Sin duda, en la guerra y en el amor así como en la política todo se vale y por eso se entiende que los ataques que en redes sociales están haciendo en últimos días en contra del virtual candidato del PRI Fidel Kuri Grajales, tienen que ver con el tema electoral y el enfrentamiento que pronto sostendrá con el panista Fernando Yunes Márquez por la alcaldía de Veracruz.
Pero la realidad es que el ex gobernador Javier Duarte De Ochoa nunca se llevó bien con Fidel Kuri, a quien nunca invitó a su gabinete y por el contrario lo corrió del Estado y del estadio para darle a su concuño, José Armando Rodríguez el poder de "Los Tiburones Rojos" de Veracruz y mandar a "freír espárragos" a El Tiburón Mayor con sus entonces Albinegros.
El orizabeño se exilió en Michoacán donde por azares del destino se quedó con Los Reboceros de La Piedad, franquicia a la cual ascendió al máximo circuito y ya después del "perdón" regresaron a Veracruz como Tiburones Rojos.
Esto lo saben perfectamente gente como Salvador Manzur, Vicente Benítez, Juan Manuel Del Castillo, Alberto Silva, Erick Lagos, Jorge Carvallo, Gabriel Deantes, Tomás Ruiz y hasta Fidel pero Herrera. Así que involucrarlo con Duarte es una estrategia electoral en redes de sus adversarios buscando sacar "raja" por el tema de la captura del ex titular del Ejecutivo.
Incluso el gobernador Miguel Angel Yunes bien sabe que Javier Duarte nunca quiso cerca a Kuri porque era irreverente con él y según las versiones, hasta lo criticaba cuando se encontraban en Puebla con amigos comunes.
De hecho Javier Duarte la única vez que asistió a un partido de los Tiburones Rojos fue contra el Querétaro y en aquella ocasión dio la casualidad que el dueño de la franquicia estaba de vacaciones, lo que en política se traduce a que no quiso encontrarlo.
Pero la razón principal por la cual el ex gobernante no soportaba al legislador con licencia desde esos años era porque lo acusaba de que la familia del orizabeño tenía cercanía con la familia de los Yunes azules.
Que Omar y Fernando, principalmente, eran amigos de los hijos de Fidel e iban a sus fiestas en casa de ambos, era el argumento del mandatario en turno.
Así que las mentes perversas que busquen involucrar al virtual abanderado con Javier Duarte pueden solo desencadenar un efecto boomerang, ya que hay pruebas y fotografías de la amistad que en su momento tuvieron ambos y de las reuniones y tertulias de los árabes Kuri y Yunes en Orizaba en casa de su hermano Gustavo.
Así son las argucias en la política.