Nunca habían aspirado a tener tanto poder, o al menos a obtener mayores dividendos con las candidaturas y en las campañas que se avecinan en las elecciones para renovar las 212 alcaldías de Veracruz, por lo que el PRD se ha convertido en una auténtica arena de lucha libre.
 Literal, el pasado fin de semana esto llegó a su mayor punto de ebullición entre los distintos grupos encabezados por el secretario de Gobierno, Rogelio Franco, a quien de entrada se le acusaría de seguir la misma política de heredar cargos o al menos impulsarlos al estilo monárquico, al pretender a su esposa, Guillermina Alvarado a la candidatura para la presidencia municipal de Lerdo de Tejada. Al final el Pan eligió a Hermas Cortés García como su candidato.
 Ya delineadas algunas posiciones,  esta semana ha sido de estira y afloja para saber finalmente quienes serán los abanderados en las que aún hay conflicto de intereses.
 Esos intereses de los grupos liderados por Franco, Sergio Rodríguez, Juan Carlos Mezhua y Fredy Ayala entre otros, han  hecho rehén al partido de decisiones antidemocráticas, tomadas en base al mejor postor y a la repartición del botín que las candidaturas dejan, pero sobre todo, en una alianza cómplice con el PAN, quien realmente vino a resucitar a un partido del Sol Azteca en la lona.
 Muerto estructuralmente, el PRD oferta hoy la bandera que tiene con el albiazul para sacarle jugo a todas las candidaturas en las que tiene derecho desde donde llevan mano para la alcaldía hasta las planillas que se conforman.
 Los que encabezan esta rebatinga se han dado a la tarea de llevar agua a su molino, pero sobre todo, a denostar al gobernante en turno, Miguel Angel Yunes Linares en el sentido que está entrometiendo en la vida del perredismo, y que no les deja “maniobrar”. Lo que sería muy grave.
 El diputado local Sergio Rodríguez en cada sitio donde se para y puede, es el primero en lanzar diatribas contra el mandatario estatal en ese sentido, y en el que no permitirán más intromisiones. La realidad es que el oportunista de Ciudad Mendoza busca obtener jugosos dividendos y quiere presionar desde que llegó al cargo para lograr mejores beneficios y canonjías personales, así lo hizo con Fidel Herrera Beltrán y luego con Javier Duarte, de cuyo cargo en el duartismo en la dirección del Sistema Estatal de Empleos, fue corrido por el alto grado de corrupción con el que se desempeñó.
 Ya para ser escandoloso en el gobierno de Duarte las malas prácticas de Rodríguez es que superaba toda expectativa. Hoy se encuentra en el ojo del huracán con este gobierno, pues pretende chantajear como es costumbre en el político, pero en cambio se justifica en que el PRD y sus dirigentes no han obtenido nada de lo acordado por Yunes, a quien una y otra vez lo acusa de incumplir los acuerdos. La secretaría de Gobierno en manos de Rogelio Franco no les satisface.
 A esto hay que agregarle que Franco también busca y pretende a toda costa sacar lo mejor desde su despacho. Los perredistas ya no se conforman con lo que tienen. Ya no quieren migajas, ni pedacería, quieren el queso completo. Por algo quien pretende alzarse como el diputado incómodo a quien ya exhibieron con sus francachelas, corrupción y parrandas en redes sociales, además de su carpeta de investigación que acaricia desde su escritorio el brazo ejecutor de Jorge Winckler, fue bautizado por Duarte como “el ratón amarillo”, lo de amarillo por el partido del sol.

 MUY EN CORTO

SOSPECHOSIMO. En la política porteña se empieza a sospechar por qué el alcalde Ramón Poo no se ha movido al interior de su partido con miras al proceso electoral que viene. Aseguran que está más preocupado por entregar las cuentas públicas de su gobierno que en pretender lograr el continuismo de su partido el tricolor, en la administración que encabeza.
 Incluso, que no parece inquietarle que el senador con licencia, Fernando Yunes Márquez es el más aventajado para la elección municipal.
 Una encuesta levantada, presuntamente, por  la Universidad Veracruzana maneja que en este momento en el puerto de Veracruz, el PAN tiene una intención del voto del 50 por ciento seguido con un 13 por ciento por MORENA, 10 por ciento para el PRI, y apenas 3 puntos para el PRD.
 Por el partido que menos votaría un 59 por ciento para el tricolor, seguido por el PAN con un 7 por ciento en contra y un 6 por ciento para el PRD. Claro el estudio es sobre los partidos, sin candidatos.
Será por eso que mejor Poo ha decidido dejar que el agua fluya y ya no comprometerse con el partido que lo llevó al poder?. Será que diga lo mismo que muchos políticos que él le debe el cargo a Javier Duarte y no al PRI? Al final, como éste ya no está, pues ya no hay compromiso.
 Qué pasará con Fernando Arteaga y Rafael Gil, los que buscan ser abanderados, aunque éste último sea el suplente y primo del alcalde, solo sería para simular el camino libre al panista?
 Le entrará con todo, José Antonio Sierra, apoyado por Fidel Herrera con quien, al parecer, ya hizo las pases?
 Muchas son las preguntas que quedan al aire, y muchas las dudas para los huérfanos priistas.
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