El caso Duarte

Hoy en día la detención del ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte, acapara los espacios mediáticos en todo el mundo.

En la era de las nuevas tecnologías de la información, se da cuenta de este tipo de hechos inusitados como suceden con los casos de los personajes políticos, que a causa de la corrupción y de los abusos de poder, pasan a ocupar el más elevado tema de análisis y discusión entre propios y extraños.

Desde las redes sociales y todos los foros mediáticos, el asunto de la detención de Javier Duarte, tiene eufóricos a los cibernautas ávidos de la información sobre todo este asunto.

Pero lo cierto, es que como una cortina de humo, el supuesto pacto para entregarse por parte del ex gobernador veracruzano, sobre quien pesan graves delitos del orden federal como son lavado de dinero y delincuencia organizada, más los desvíos por más de 35 mil millones de pesos, es que lo tendrán purgando una larga condena en la cárcel.

La disputa mediática entre unos y otros por el caso Duarte, es de que se reintegren a las arcas públicas estatales, el multimillonario desvío financiero que afecta a toda la población veracruzana, empobrecida y preocupada por el presente y futuro.

El panorama para la gente, es difícil y más aun cuando desde todas las instancias gubernamentales no se ofrece confianza a causa de los tiempos electorales actuales y del próximo año por la presidencia del país.

Ahora las voces son de alerta máxima, para evitar que se sigan dando casos de corrupción en la administración pública en todos los niveles de gobierno.

También, en el mundo actual en donde todos opinan, y hace “periodismo” desde las redes sociales, ya nada se puede decir, porque el clima que se vive no es muy lejano al de hace dos mil años, cuando las lapidaciones eran parte de la vida misma.

Aquí, la reflexión es que Javier Duarte, nunca debió ser gobernador del estado y simplemente ocupó el cargo para enriquecer a sus familiares, amigos y a todos sus colaboradores, muchos que son nuevos millonarios y otros hasta multimillonarios. Todo esto en perjuicio de los veracruzanos.

La carrera política de Javier Duarte, fue meteórica en dos sexenios años, pasó de ser subsecretario de finanzas, a titular de SEFIPLAN, diputado federal y gobernador de la entidad más politizada del país.

De Duarte, ahora se dice de su evidente incapacidad mental que provocó un verdadero caos a las instituciones estatales durante su mandato al frente del poder ejecutivo.
Al final, lo que está en claro es que de todos los partidos políticos, ninguno en este país escapa a los serios y graves problemas de corrupción y abusos de poder, que demuestran una ausencia de honestidad y de capacidad para ejercer los cargos públicos y de elección popular, principalmente de quienes son parte de la corrupción extrema. Así las cosas.