La ingobernabilidad de la que hoy todo mundo habla, ha estado presente desde hace 5 años en Veracruz, solo que hoy muchos se atreven a decirlo, antes no, pues Javier Duarte de Ochoa estaba “en la plenitud del poder” y pues como dirían por ahí “vivir lejos del presupuesto, era vivir en el error”.

Pocos se atrevían a cuestionar a un gobernante intolerante y enfermo de poder, sabían que ellos les costaría caro y sino que le pregunten a dos o más columnistas que hoy ya pueden contar su historia, que fueron encarcelarlos por criticar, pero no solo eso, sino qué haciendo uso de medios de comunicación afines se les desprestigio acusándolos de extorsionadores.

Sin piedad sus fotos se observaban en primera plana de algunos medios de comunicación -que al final del sexenio Duartista han cerrado ya sus puertas o bien esta a punto de hacerlo- la foto de los comunicadores, a quienes sin tapujos se les daño su imagen, causándoles un daño moral irreversible, algunos de ellos, aún no se recuperan y continúan sufriendo los estragos y hasta sus empleos perdieron.

Hoy todos los veracruzanos se unen a la misma voz y los propios burócratas del aún gobierno Duartista hablan de ingobernabilidad, de saqueo, de cinismo, de rateros y hasta piden cárcel, muchas acciones se incrementaron con el pasar de los años, como el cinismo y descaro con el que autoridades se enriquecieron, otras más siempre existieron como la negación de Javier Duarte a escuchar a los gobernados.

La ingobernabilidad fue una constante, pues hay que recordar cómo se ignoraban las protestas, no existía mediación, ni interlocución, ni diálogo y mucho menos la famosa negociación, nada de eso, al contrario, , sí se bloqueaban calles, el gobierno Duartista permitía que allá afuera se enfrentarán ciudadanos y protestantes y así jugaban a gobernar.

Solo que ahora es más mencionada, ya no hay temor por la represión o la agresión; aún son Duarte en calidad de prófugo, la ingobernabilidad sigue presente, ¡claro! Habrá que entender que Flavino Rios es una extensión del hoy Gobernador con licencia; de hecho se quedó a cuidar “el changarro” y hoy es igualmente repudiado.

“El vacío de poder es evidente en el territorio veracruzano” relatan medios internacionales, pues el gobernador interino no puede presentarse en público por el rechazo social, y así hasta que Miguel Ángel Yunes tome posesión el primero de diciembre.

Mientras tanto el Palacio de Gobierno y la Casa Veracruz, sedes del ejecutivo, continúan ocupadas por 56 alcaldes del Partido Acción Nacional (PAN), y de la Revolución Democrática (PRD) que reclaman el pago de fondos federales para los municipios que nunca llegaron a tiempo.

Y es que al menos 20 ayuntamientos pararon labores y otros 10 las interrumpieron parcialmente. De igual manera los centros de asistencia social dejaron de prestar atención a las familias de bajos recursos, mientras los centros de salud carecen de medicamentos. Aunque claro está que el DIF Estatal nunca hizo nada, no hubo labor social por las personas vulnerables, pues doña Karime Macías se dedicó a llenar sus bolsillos y jamás recorrió regiones con pobreza externa en la entidad.

En los municipios, las policías municipales redujeron la vigilancia, pues tienen meses sin cobrar salario, según el diario La Jornada y por si fuera poco, hoy igual que ayer y mañana maestros, trabajadores del Poder Judicial y empleados del sector salud se alternan para realizar protestas en la capital del estado, inconformes porque desde el gobierno de Javier Duarte les adeudan salario y prestaciones laborales. ¡Así la triste realidad en Veracruz!