Ya con los ánimos más calmados, el estado de Veracruz, entró en su dinámica normal de actividades y cayó bien el discurso del gobernador Javier Duarte en torno de que la alternancia llegó para quedarse.

En las democracias avanzadas cuando se gana y se pierde, se escucha el mandato de los electores a través del voto y en este caso, se ha dado un cambio de partidos al frente del poder estatal, y no significa el fin del mundo, tampoco, que los empleados y funcionarios del servicio civil de carrera van a perder el empleo, por el contrario en este momento se les requiere para que en su momento sigan aportando su esfuerzo personal en aras de un trabajo en equipo.

Sucedió con la llegada del presidente Enrique Peña Nieto, al poder presidencial, después de doce años de que el PAN ocupó los Pinos, y no sucedió nada más que un relevo institucional y las dependencias de inmediato se ponen a trabajar.

Los trabajadores de las diversas áreas del gobierno estatal y de los ayuntamientos, deben entender que se trata de un cambio en el relevo de los titulares de los tres poderes de gobierno y por consecuencia la llegada de titulares en de confianza en algunas áreas.

Por lo tanto, debe imperar la calma, en el relevo institucional no existirá cacería de brujas sino simplemente el cambio en los poderes estatales como lo marca la ley.

Ahora bien, los mediáticos de todos los colores han su guerra de nervios y hasta se empiezan a golpear bajo la mesa, otros falazmente se adjudican el triunfo inobjetable del candidatos ganador al gobierno estatal, pero deben recordar que en política el poder no se comparte.

Se trata de un gobierno de dos años, hasta cierto punto de transición en donde se pondrá a prueba al PAN y al PRD como gobierno en estos lares y esto debe significar que todos sin distinción de colores y siglas partidistas se tienen que poner a trabajar por Veracruz.

Hasta el momento, todo indica según los avances de los conteos de las actas de la elección del domingo que la alianza PAN-PRD se adjudica la victoria por la titularidad de los poderes estatales, pero también hay que esperar a que se entre la constancia de mayoría, y ya con eso se dará por finiquitado el proceso electoral.

Es cierto, ganó Veracruz, se trató de una elección muy participativa y desde ahora hay que dejar las quejas y las criticas en torno a lo que será el gobierno saliente y el entrante.

El cambio en los poderes estatales es institucional, es un acto de acuerdo a la carta magna del estado de Veracruz y a la carta magna de la federación.

Aquí todos debemos esperar con buenos deseos lo mejor para Veracruz y que la paz después de la confrontación política nos permita a unos y otros seguir adelante en una vida normal y cotidiana.

Hay cosas más importantes que hacer, y los grillos mediáticos que dejen de elucubrar y esperar a que se entregue la constancia de mayoría. Entre unos y otros demostrarse civilidad. Aquí no hay ganadores ni perdedores. Se trata de que ganó la democracia. Así las cosas. Recordar que los cargos son temporales y no son para siempre. Así las cosas.