Si bien se dicen muchas cosas del candidato a la gubernatura, Cuitláhuac García Jiménez, desde que no tiene la capacidad o le falta presencia para asumir un cargo de la envergadura que se disputa, o que si el que ha hecho campaña es Andrés Manuel López Obrador, lo cierto es que no se puede ser ciego a los números en las encuestas, a las posición que ha ido escalando el abanderado de izquierda y que ya ha puesto más que preocupados a quienes se decían punteros mutuamente, los candidatos del PRI-PVEM y PAN-PRD.

Bien, el hecho es que como señalara atinadamente en su columna el analista político y editor, Maquiavelo, hay cinco distritos en los que ya tienen amarradas sus posiciones para el Congreso Local MORENA, y estos son los dos de Xalapa, Poza Rica y los dos de Coatzacoalcos.

El ascenso de la marca del Movimiento de Regeneración Nacional que encabeza Andrés Manuel López Obrador, es evidente. Tanto, que su hermano Arturo ha sido utilizado para pronunciarse por el voto del abanderado del tricolor.

Además de los cinco distritos en el resto de las ciudades la balanza empieza a irse hacia un tercero. Y es precisamente Cuitláhuac, pues en los cuarteles de guerra de los dos candidatos que aparecían como punteros no previeron que con la guerra de lodo los votos disminuidos al contrincante no eran precisamente para el de enfrente, sino, como está estipulado en la mercadotecnia, se escurren hacia un tercero, en este caso, el que poco o nada se ha metido en las descalificaciones y ataques frontales, MORENA.

En tanto, otro factor le ha dado ventaja al candidato de los pobres, pero que empieza a ganar la simpatía de los ricos y de los pensantes, y es la campaña de a pie en la que ha sustentado su presencia. Ante la falta de popularidad ganada vía medios de comunicación y publicidad alterna por los escasos recursos, se ha movilizado y tiene un registro firme de 206 municipios visitados. Su objetivo es alcanzar los 212 antes del miércoles 1 de junio.

Como si se evangelizara, sin perder tiempo, y aún en precampaña, dirigió su agenda hacia el objetivo de visitar todos los municipios veracruzanos. Mientras que la estrategia del panista-perredista, Miguel Angel Yunes Linares estableció solo 120 ciudades. Su equipo de campaña enumeró a las que tenían mayor densidad poblacional y donde por la presencia del panismo y el descontento priista se marcaban como estratégicas.

Sin embargo, se cree que por la necesidad de emplearse en ruedas de prensa tras los constantes embates en su contra, y en re direccionar su plan de lucha, ha perdido tiempo y no concretará el objetivo trazado.
Por otro lado, Héctor Yunes Landa ha hecho lo propio en un número similar de municipios para reforzar su presencia, pero también le ha abonado a los actos masivos. Su fuerza la ha centrado en la zona rural, el sector productivo ha sido uno de los factores a su favor. Y parece que donde sentará reales.

Además de los ya seguros distritos para MORENA, también podrían dar la sorpresa en la conurbación. Y es que tras la lluvia de escándalos el PAN-PRD ha perdido votos pero los ha ido arrebatando la corriente de izquierda. Pues como se afirma arriba, en la guerra sucia los sufragios que se desisten a un partido y de los indecisos, no los obtiene el que emprende los ataques sino se van hacia un tercero.

MUY EN CORTO

MORALES LECHUGA EN VERACRUZ. Este viernes el ex Procurador General de la República, reconocido jurisconsulto, Ignacio Morales Lechuga estará de nueva cuenta en territorio veracruzano. Se presentará en uno de los Foros con diversas temáticas ciudadanas que el candidato a gobernador por la alianza Para mejorar Veracruz que conforma el PRI, PVEM y tres partidos más.

La relación es más que de antaño, entre Héctor Yunes y este personaje que además fue candidato del PT a la gubernatura durante la campaña de Miguel Alemán Velasco sucesor de Patricio Chirinos Calero, y a cuyo secretario de gobierno entonces, Miguel Angel Yunes Linares, acusa de haberlo perseguido y hostigado durante su campaña electoral. Incluso se protagonizaron hechos violentos con disparos en Poza Rica y Córdoba, los que nunca quedaron esclarecidos, pero de los que tampoco el ex procurador hizo un señalamiento directo.

Cuentan que en su primer cargo de elección popular de los que ya pocos recuerdan, fue en 1985, cuando el hoy abanderado a gobernador fue el candidato a dIputado federal por el distrito de Xalapa. Entonces Ignacio Morales Lechuga que fungiera también como secretario de Gobierno en el sexenio de Agustín Acosta Lagunes, y desde palacio de gobierno se palomeaba la lista.

Después de entrevistarse con el propio Acosta Lagunes, Yunes Landa a sus 27 años de edad, saldría desilusionado porque el mandatario oriundo de Paso de Ovejas no le dio esperanzas para ser el candidato. Saludó a su amigo Morales Lechuga y le dijo que no se habían caído bien y que todo parecía haber quedado en un intento. Háblame por la noche le diría Nacho Morales.

Más tarde, cuando el gobernador le pidió a su secretario de Gobierno una terna para la candidatura por el distrito VI, la tarjeta repetía una dos y tres veces el nombre de Héctor Yunes. Siendo entonces la decisión para que asumiera la candidatura y a la postre la diputación federal con la que se desempeñó en la donde fue miembro de las Comisiones de Marina, Pesca, Ecología, Medio Ambiente, Asuntos Fronterizos, Justicia e Información, Gestoría y Quejas, 1985-1988.

La presencia de Morales Lechuga no es casual, su inclusión en el posible gabinete de Héctor Yunes, de ser el gobernador, tampoco. La presencia de éste en la labor proselitista del senador con licencia tiene su historia.

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