Carlos Loret de Mola sin duda uno de los periodistas con mayor peso político por los noticieros audiovisuales donde labora y columnista del periódico El Universal es el personaje de los medios nacionales más persistente en su crítica hacia el gobernador Javier Duarte de Ochoa.

Ha realizado videos que circulan por todo el país donde el personaje central es el gobernante veracruzano. Se podía considerar como una campaña mediática muy personal. Él posee información confidencial proveniente del presidente Peña Nieto y del secretario de Gobernación, Osorio Chong. Las llamadas que se reciben sobre lo que se planea sobre el futuro político del gobernante veracruzano.

No hay tema sobre el gobierno de la entidad que no lo aborde, desde la desaparición de los jóvenes en Tierra Blanca, los comentarios del auditor Superior de la Federación respecto a los desvíos del presupuesto, los maestros veracruzanos peor evaluados de acuerdo a la SEP, los policías estatales reprobados y la entidad donde matan más periodistas.

Es singular el interés del periodista yucateco sobre lo que ocurre con el gobierno de Veracruz. Para colmo de males para Duarte de Ochoa vino el terrible caso de los Porkys de la UVM y se suma a esta pertinaz crítica informativa las campañas electorales de una polémica y competida elección.

Son varios los temas que se sopesan sobre la posibilidad de que el presidente Peña Nieto ordenara a un gobernador que debe enfermarse.

Por otro lado, se maneja una gubernatura previamente negociada. El gobierno federal posee un poder persuasivo a fin de que los contendientes con posibilidades consideren por salud financiera o judicial que deben retirarse y dejar el campo libre. El extraño silencio de uno de los candidatos es que al parecer recibió un aviso sobre una difícil situación delictuosa que se mantenía con reserva y que posiblemente no se diera a conocer ruidosamente a cambio de su mutismo.

No más jóvenes en la política

La versión que se maneja en el PRI nacional es que el presidente Peña Nieto se opuso a las candidaturas de personas jóvenes para los gobiernos que cambiarán de gobernador en el presente año. De manera textual se refieren que cuando le presentaban a un aspirante preguntaba por la edad, el mandatario mencionaba a Javier Duarte, de Veracruz, Roberto Borge, en Quintana Roo y Aristóteles Sandoval, de Jalisco como algunos de estos jóvenes que no habían cumplido con las expectativas del “Nuevo PRI” que entrañaba un cambio generacional.

Por ese motivo se inclinó por personas maduras con mayor experiencia como son los casos de Héctor Yunes Landa y Enrique Serrano, de Chihuahua, que llegan a los 58 años. El promedio de los doce candidatos priistas es superior a las cinco décadas.

Si bien algunos prospectos de bisoños en la política eran los que encabezaban las encuestas y tenían mayores posibilidades de triunfar, la respuesta del presidente Peña Nieto era contundente: “Más jóvenes no. Ya ves lo mal que nos ha ido con los jóvenes”.
El nuevo PRI… por lo tanto, desapareció.